La enfermedad en las sociedades tribales se veía como una desarmonización, como la indicación de que algo funcionaba mal en el alma. La condición física era síntoma de discordia y prueba de la desconexión entre cuerpo, mente y espíritu. La buena salud se producía cuando el cuerpo y el alma operaban en armonía con la mente.
La curación chamánica supone reconocer que la causa primordial de muchísimos problemas de salud podría ser espiritual y/o mental. Los chamanes de hoy son sobre todo “terapeutas del alma” porque su visión de los trastornos físicos es holística, es decir, integradora, global
El objetivo del chamán es ayudar a descubrir al paciente si su mala salud es consecuencia de un determinado modo de vida. La mejoría en el estado físico suele suceder a la voluntad de hacer cambios en un estilo de vida perjudicial o al hecho de afrontar, analizar e intentar resolver problemas emocionales que corroen al paciente por dentro.
El poder del pensamiento
Según los chamanes, los pensamientos son nuestra posesión más personal y suelen ser expresión de nuestra auténtica realidad. El pensamiento proporciona el modelo a partir del cual lo físico toma forma. Así, la identidad corporal actúa sobre todo a través del cuerpo físico; la identidad oculta, a través del cuerpo energético y emocional; la identidad humana, a través del cuerpo mental; y la identidad superior, a través del cuerpo anímico. Cuando los modelos se apartan de la intención principal de la identidad superior, o se produce el conflicto entre esta y la identidad humana, surge el desequilibrio, manifestado en forma de dolencia o enfermedad.
Nadie puede funcionar bien y afrontar las exigencias de la vida si ha sufrido lesiones en el alma. La recuperación de una porción “perdida”de alma es una de las más grandes habilidades que hoy ejercitan los chamanes. Estas pérdidas de alma son el resultado de alguna situación traumática (noticias desgarradoras, conmociones fuertes, un accidente) y pueden suponer que la persona se sienta “distanciada” durante unos días.
Una enfermedad grave o una operación quirúrgica producen sensación de estar “disociado” del cuerpo físico. La aflicción, la separación, el divorcio o la pérdida de empleo pueden provocar un estado prolongado de aturdimiento o la sensación de echar en falta una parte de uno mismo.
Cómo curan los chamanes
El diagnóstico
Dejando de lado las influencias meteorológicas y ambientales, para el chamán hay dos causas primordiales de enfermedad:
– Algo que está dentro de la persona y no debería estar ahí, energía extraviada que no le pertenece. A eso se la llama “intrusión” y se elimina con un proceso denominado de “extracción”. La causa más común de intrusiones la vulnerabilidad física provocada por el miedo, ansiedad y estrés. Generalmente se debe a un estilo de vida que debilita todo el sistema energético y lo recompensa.
– Algo que debería estar dentro de la persona, pero no lo está. A esto se le llama “abstracción” y se remedia con un proceso denominado “recuperación”. La abstracción es el resultado del derroche de energía y pérdida de poder vital.
Si el chamán utilizase su poder personal para devolver la armonía su energía quedaría totalmente agotada. En lugar de ello acude, a nivel espiritual, a una fuente inagotable de energía que suministra la fuerza necesaria.
Para el diagnóstico, el chamán se vale de varias técnicas: la lectura de aura, el asesoramiento (producido bajo un estado alterado de conciencia y completamente distinto de la psicoterapia occidental); el diagnóstico con péndulo o con sonajero; y el diagnóstico por la presión del brazo.
Para la lectura de aura el chamán se sienta a unos dos o tres metros del paciente y altera su estado de percepción por el procedimiento de enfocar y desenfocar la visión alternativamente, hasta que consigue que su vista no se fije en los objetos materiales ni en el cuerpo que tiene delante, sino que percibe el campo energético que rodea dicho cuerpo y que entendemos como aura.
El chamán descubre los rasgos básicos de nuestro carácter según los colores que lo forman; serán los que ocasionen los principales conflictos o enfermedades. Y actúa ateniéndose a las leyes sagradas o principios espirituales de origen cósmico. Esas leyes posibilitan que todas las cosas se desarrollen en armonía.
Las terapias
Las tres terapias principales de las culturas centro y norteamericanas son: los sueños, la botánica y la imposición de manos o “tratamiento por las Puertas”.
Los sueños
Con una correcta interpretación de de los sueños el chamán encuentra una vía para resolver problemas. Los sueños pueden mostrar el origen subconsciente de las actitudes negativas nocivas y facilitar las herramientas para corregirlas.
No hay una sola noche en la que nuestra mente subconsciente tenga por lo menos un sueño completo, aunque a veces nos parezca que no hemos soñado nada. Los sueños exponen un universo de nuevas realidades y revelan una inapreciable información con la que podemos resolver nuestros problemas, utilizando métodos adecuados. Los sueños son una clara expresión de la vida cotidiana y dan soluciones plausibles y sencillas a conflictos que nos asaltan en la vigilia. Aunque la mayoría son simbólicos, requieren una interpretación analítica de alguien que sepa leer acertadamente su verdadero significado, que a veces nos sorprende. Constituyen un aspecto esencial de nuestra salid mental y física.
Cuando alguien empieza a comprender sus actos, pensamientos y situaciones a través del escrutinio de los sueños, se vuelve más consciente de sus actitudes negativas y se ve forzado a examinarse de forma más crítica. Existen cuatro tipos principales de sueños, según el elemento que presentan:
A) Tierra: su ámbito de significado está en el plano físico de la existencia.
B) Aire: tienen su significado en el ámbito mental.
C) Fuego: se refieren al plano emocional.
D) Agua: pertenecen al ámbito espiritual.
Por ejemplo, un sueño en el que aparezca un vendaval o un tornado, tiene relación con nuestras propias actividades mentales y nos previene para que calmemos nuestros pensamientos destructivos. Si aparece el agua, se refiere a nuestro yo espiritual, nuestra conciencia o progreso y todos los demás detalles del sueño se relacionarán directamente con nuestra espiritualidad; en consecuencia nos proporcionarán claros indicios de su significado preciso.
Cuando sólo recordamos pequeños fragmentos del sueño demasiado confusos para encontrarles algún sentido, puede deberse a que nuestros bloqueos conscientes han cerrado el paso al mensaje principal o bien que el propio sueño intenta decirnos que nuestra vida está anormalmente desafinada o es ilógica.
Los sueños recurrentes indican la naturaleza inflexible de quien los sueña o pueden aludir a nuestras emociones continuamente reprimidas.
La botánica
Desde tiempo inmemorial se reconoce el valor de las plantas medicinales. Los indios norteamericanos también consideraron a las plantas en estado natural como medicamento. No existían sustitutos sintéticos y sólo utilizaban lo que la Madre Tierra les ofrecía como medicina. Descubrieron por sí mismos, experimentaron y aprendieron todo lo necesario hasta adquirir una gran pericia sanadora. Conocían casi todo de las plantas, como por ejemplo que una raíz arrancada e ingerida en una estación podía ser un remedio milagroso, pero si se hacía en otra estación podía ser fatal. Hoy sabemos lo importante de conocer las épocas en las que recolectar cada planta, qué parte de ella conviene usar (raíz, tallo, hojas, flores), si debe hervirse o no, etc.
Por ejemplo, la alfalfa tomada en infusión es un tónico primaveral, un purificador de la sangre, actúa contra la artritis y el envejecimiento y es un estimulante sexual, mientras que sus hojas tomadas crudas en la ensalada constituyen un buen remedio para el escorbuto a la vez que regulan y equilibran el ácido.
Un empasto de aloe crudo es ideal para las quemaduras del sol y las picaduras de insectos. El apio tomado en forma de infusión ayuda a combatir la incontinencia urinaria, purifica la sangre y es ideal para el insomnio. La infusión de eucalipto es indicada para el asma, la bronquitis, las úlceras, las lombrices o la irritación de garganta.
De todas formas, hemos de ser muy conscientes del riesgo de la utilización natural de las plantas si no se conocen a fondo. Algunas pueden ser letales o tóxicas si se ingieren enteras o alguna de sus partes en concreto y otras pueden causar irritaciones en la piel si las manipulamos sin precaución.
La imposición de manos. Tratamiento por las Puertas
Esta terapia es el eje del sistema curativo del chamán. Se denomina “puertas” porque la Fuerza entra a través de ellas. Cada una controla un órgano y un tipo de enfermedad y tiene una vibración especial propia, así como cada dolencia también posee la suya. Por ello, la manera de sanar debe coincidir con la vibración principal de la Puerta que interviene. Las Puertas son siete puntos de energía de nuestro cuerpo y coinciden casi, aunque no del todo, con los Chakras, los centros energéticos de la medicina ayurvédica.
En la frente está la pituitaria (Puerta 6). En la base del cráneo, a nivel de la tercera cervical, la pineal (Puerta 5). En la zona de la garganta, a la altura de la séptima cervical, la tiroides (Puerta 4). Encima del corazón, a nivel de la segunda dorsal, el timo (Puerta 3). En la cintura, a la altura de la novena dorsal, las suprarrenales (Puerta 2). Y un poco más abajo, sobre la tercera lumbar, las gónadas (Puerta 1). El séptimo punto sería en realidad la fuerza motriz.
Estas Puertas o puntos de energía del cuerpo humano también se llaman puertas reguladoras porque regulan el funcionamiento de ciertos órganos y de las enfermedades que puedan padecer.
La Puerta, el órgano y la enfermedad que regula tienen las mismas vibraciones. La curación por las Puertas se basa en alinear todos los aspectos de la curación con frecuencias vibratorias conocidas también como campos de energía. El tratamiento está formado por una gama de elementos que incluyen la densidad de la luz, el día de la semana, el tótem, la dirección del rostro y la respiración durante el tratamiento, el tiempo que este dura y la localización correcta de las Puertas. Todo debe de estar alineado para proceder a la curación.
Además, mientras se realiza la armonización se pueden aspirar determinados aromas o bien escuchar música o sonidos relajantes de la naturaleza.
POR: ELEN ROSS
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