jueves, 31 de mayo de 2018

Proverbios chinos para amar y vivir en plenitud

Sabes que los proverbios chinos pueden ayudarte a vivir con mayor plenitud? Si quieres atraer el amor a tu vida, ten en cuenta estas sabias frases de sabiduría oriental y ancestral que hoy en día todavía tienen predicamento y actualidad.

Proverbios chinos que te ayudan a vivir en plenitud y con amor

Aunque los proverbios chinos no se suelen centrar en el amor, sí que existen algunos ejemplos que nos dan importantes lecciones. Sea como fuere, existen otros dichos orientales que nos ayudan a mejorar nuestras vidas, mirar dentro del alma y aprender a ser mejores, más plenos y felices en el mundo. Así que si quieres aprender a disfrutar de tu entorno y goces de este mundo maravilloso, presta atención a estos sabios consejos.



-La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón?

Este es uno de los más sabios proverbios que nos llegan de China. Somos capaces de mirarnos al espejo y vernos bien, pero nos cuesta mucho hacer lo mismo con el corazón. Dejamos que nuestra alma se rompa, pero nos preocupamos mucho de que la armadura que no nos permite llegar a otros no pierda brillo y luzca elegante.
Este maravilloso proverbio chino nos recuerda que las apariencias no son tan importantes. Hace ya siglos que la sabiduría oriental nos recuerda la importancia de cuidar el interior. Preocápate más por la belleza de tu alma y tu corazón, y no tanto por tu rostro, tu pelo y tu cuerpo. Dejemos la superficialidad un poco de lado y entremos en los más profundo de cada uno.


-A los largos sentimientos, largas consecuencias.
Vivimos en una sociedad donde todo parece viajar a la velocidad de la luz. Leemos y desechamos información en cuestión de minutos. Y a veces hacemos lo mismo con los sentimientos, con el amor y con las personas que nos rodean.
Sin embargo, las emociones y relaciones que perduran, suelen tener consecuencias positivas a largo plazo. Muchas veces nos rendimos a las primeras de cambio, no profundizamos y cambiamos constantemente a las primeras de cambio. Sin embargo, cuando el amor es sincero, verdadero y profundo, permanece haciéndonos más felices a cada día que pasa.



-El corazón jamás habla, pero hay que escucharlo para entender.
Este proverbio chino deja clara una premisa, a buen entendedor, pocas palabras bastan. No hace falta que nuestro corazón nos suelte una perorata continua ni nos explique qué siente realmente, porque no es capaz de hablar. Tan solo tienes que saber entenderle, porque él guarda tu esencia, tus verdaderas emociones y lo que de verdad sientes.
Si no eres capaz de escuchar a tu corazón y sus verdaderos anhelos, raramente podrás ser feliz en la vida. Él y sólo él sabe realmente lo que quieres con todas tus fuerzas. No le engañes ni lo encierres en una burbuja de metal para evitar el dolor, pues no hay más dolor que no ser capaz de sentir.


-El amor no se mendiga, se merece.


¿Te has dado cuenta cómo pierde valor el amor cuando lo tienes que pedir? Si tratas de imponer a los demás que te amen, tal vez lo hagan por no hacerte daño, por miedo o por otras razones, pero nunca porque te quiere de verdad.
Si de verdad crees que mereces que te amen, no lo pidas, no lo mendigues, no lo digas, demúestralo con tus actos. De lo contrario, no recibirás amor, sino una amalgama de sentimientos encontrados que nada tienen que ver con esta emoción tan pura y maravillosa.
El que teme sufrir ya sufre el temor
Uno de los más maravillosos proverbios chinos. Todo aquel que vive atemorizado ya está sufriendo aunque a veces no lo vea y no sea consciente. Vivir en una burbuja por miedo a sufrir es un sufrimiento constante, así que ábrete, lo que tenga que ser, será… Y será lo que te merezcas y te hayas ganado.

Aprovecha la enorme sabiduría que encierra cada uno de estos proverbios chinos y aprende a vivir plenamente el amor y la vida.

martes, 29 de mayo de 2018

Buenas prácticas que traerán más felicidad a tu vida


Aquellas personas que tienen la capacidad de conectarse por completo con proyectos, con la creatividad y con el sentimiento de alegría son más proclives a atraer la felicidad a sus vidas que las que no logran hacerlo.
Se habla del flujo, que es entrar en un estado de conciencia conectándose con la creatividad, la alegría y el proceso absoluto de participación de la vida con la vida, para lograr traer mayor felicidad.



Cómo encontrar tu flujo

Para encontrarlo nada mejor que desarrollar actividades creativas, son muchas las que puedes llevar a cabo en tu propio espacio, acompañado de familiares o en soledad si así lo prefieres; disponte a realizar actividades manuales, a diseñar, cantar, hacer danza, escribir, interpretar el papel de algún personaje, hacer un poema y recitar, ya que cuantas cosas que ponga a trabajar tu creatividad va a resultar muy útil para conseguir tu flujo.

Es posible que nos pasemos la vida tratando de encontrar algo que simplemente tenemos escondido dentro de nuestro ser, es hora de aflorar ese yo verdadero que está allí listo a saltar al exterior y expresarse tal cual es, tu tarea es descubrirlo y dejarlo fluir, permítete experimentar con lo que realmente te gusta, pinta, escribe, baila o lo que te provoque, todo lo que vas posponiendo por falta de tiempo.


1. Que el fin del mundo te pille bailando

¿Por qué no? coloca la música que te atrae y mueve el cuerpo a tu antojo, deja fluir los movimientos, siente la música como recorre todo tu cuerpo y va activando cada zona de este para que vayan al compás, al unísono, experimenta con otros ritmos hasta que consigas los que mejor te hagan sentir y que permitan que tu creatividad aflore. Si no puedes bailar en ese momento, disfruta de la música, mueve las partes de tu cuerpo que si puedes y siente como la música llena todo tu ser, conéctate con tus emociones y deja ir con el sudor lo que ya no funciona para tu ser.
Baila con la mayor frecuencia posible y libera tus energías.



2. Utiliza los ciclos lunares

Presta atención a los ciclos de la luna y así sabrás que hacer en cada caso, todo en función a traer mayor felicidad a tu vida.

Si la luna está de lo más brillante, la ocasión es propicia para recordar toda la abundancia presente en tu vida y por lo que debes estar agradecido, cuando hay luna nueva y el cielo esté por demás oscuro es momento de recordar cuales son las intenciones que tienes para tu vida y todo lo demás que deseas poner en manifiesto. Te recomendamos que honres a la luna en sus distintas facetas y en ocasiones especiales, observa el inmenso cielo oscuro cada noche.



3. Ofrece un regalo creativo

Todo aquel que ha recibido un regalo cuyos detalles dan cuenta de que llevó tiempo, esfuerzo y creatividad confeccionarlo, sabe lo gratificante que es un gesto como este y nada mejor que dar a tus amigos y personas queridas un obsequio que más allá de lo material, le llegue al corazón. Piensa en lo que le gustaría y hazlo con tus propias manos, seguro te lo va a agradecer y lo va a atesorar por siempre. Así que si tienes a la vista una celebración especial, el cumpleaños del mejor amigo o de un familiar, es la oportunidad perfecta para darle un regalo creativo, le harás feliz y traerás felicidad a tu vida.



4. Planta cuando la temporada sea propicia

Es muy fácil obtener información de las temporadas para plantar, esta actividad le va a generar entretenimiento, felicidad y la satisfacción de dar cabida a una nueva vida. 



5. Consciencia de tus pensamientos

Proponte también llenar una página en blanco todos los días, con los pensamientos que te lleguen a la mente por aburridos que creas que son, verás que poco a poco van fluyendo las ideas y los pensamientos negativos así como buenas ideas.

lunes, 28 de mayo de 2018

La Naturaleza del Estado Interior

Nadie nos hace daño desde fuera.

Todo está dentro.

En nuestro estado interior está el enfado, la ira, el malhumor, la riña…

También está la sensibilidad, el cariño, la comprensión, la empatía.

¿De qué depende que se muestren unas u otras?

De nuestro estado mental, de nuestro estado emocional y de nuestro estado físico.

El estado físico proviene del cuerpo físico y éste a su vez es el emisario del estado emocional, y este segundo del mental.

Cómo nos encontramos a nivel físico está en consonancia con nuestras emociones (que no sentimientos, no es lo mismo) y con nuestras ideas y pensamientos.

Podemos interactuar con cualquiera de ellos para lograr resultados en los demás.

Son un conjunto, como hermanos trillizos, uno afecta y se ve afectado por los otros.

A veces nos dedicamos a hacer horas de meditación y después nos comemos una hamburguesa, nos bebemos bebidas “energéticas”, gaseosas…, y con ello sólo logramos deshacer el efecto conseguido previamente.


El Cuerpo del Espíritu

No sirve de nada cuidar el cuerpo espiritual, el alma, si no se cuida su vehículo: el cuerpo físico y sus modos de expresión: el cuerpo emocional y el mental.

El cuerpo emocional se asienta en el plexo solar, en el área del estómago y ahí se recogen las emociones. Es el hogar de las emociones que están ligadas a los centros inferiores. Las emociones pueden ser positivas, negativas…, lo ideal es que sean neutras. Para ellas también rige el principio de polaridad.

El corazón rige los sentimientos, el cuerpo sensitivo, y está ligado a los cuerpos superiores. El espacio de este cuerpo energético está a la altura del timo, un poco más arriba del corazón físico. Todos tenemos alas pues todos tenemos brazos que abrazan. Son parte de nuestras alas etéricas, cuyo punto de ensamblaje es el corazón. El alimento para este cuerpo es el sol, la respiración, el agua pura, los ideales…

Todo está en nosotros y podemos interactuar con nuestro interior. La mirada interior es poderosa, mágica y permite cambiar nuestros estados, diluirlos a veces, fortalecerlos otras…


El Cuerpo Físico

La manera más sencilla y visible es tratar el cuerpo físico:
El descanso, que nos da serenidad, armonía, que nos devuelve a casa en las horas de sueño.
El ejercicio, que nos da vigor, que mueve la energía y aporta más energía. Si estás cansado haz deporte. Si estás paralizado en la vida haz ejercicio, apúntate a una competición, muévete.
Y la alimentación, que nutre o enferma el cuerpo físico.

No hay que caer en las modas de la alimentación de un tipo o de otro. La vida es sencilla y la alimentación ha de ser guiada por la naturaleza del lugar en el que vives. Si deseas una alimentación natural no la busques en el supermercado ni en tiendas especializadas. Para una alimentación sana, natural, equilibrada, de verdad, ve a la naturaleza.

¿Qué ofrece la naturaleza del espacio en el que vives en cada época del año? Ese es tu alimento.

La vida es tan sencilla que necesitamos complicarla.

Todo lo que está en bolsas, en cajas, en cartón, congelado o envasado al vacío, no es tan saludable como lo que está en la tierra, en el árbol, en el campo. No te engañes, que no te engañen con plásticos, etiquetas, colorines… La naturaleza, lo natural, prescinde de artificios.

Y si comes “plástico” te conviertes en plástico. Maleable, dúctil, irrompible… Sin emociones, sin pensamientos, alejado de los sentimientos.

Si quieres ser natural como la vida misma, huir de artificios, come según la naturaleza del lugar en el que vives.


El Ayuno

Y antes de empezar a comer con consciencia, ayuna. El ayuno limpia, purifica. El ayuno libera tu cuerpo, tus arterias y sobre todo tus intestinos (especialmente el colon). Ahí no sólo se recogen los residuos de la mala alimentación, el germen de tantas enfermedades, sino que también se acumulan las toxinas emocionales y mentales.

El ayuno es el gran aliado de la salud, de la armonía, del equilibrio y del camino espiritual. No puedes llegar a conectar con tu Espíritu a través de un vehículo físico contaminado. Seguro que ni pasa la ITV…

La alimentación es la gran aliada del camino de crecimiento personal. Y el ayuno como herramienta de depuración, desintoxicación, de salud, es imprescindible.

viernes, 25 de mayo de 2018

Cómo conectarnos con la intuición



El diccionario nos define a la intuición como la “habilidad para conocer, comprender o percibir algo de manera clara e inmediata, sin la intervención de la razón”. También llamada “sexto sentido”, la intuición es una habilidad que poseen tanto hombres como mujeres y que puede ser entrenada.

Es lo que llamamos “una corazonada”, una voz dentro nuestro que nos indica qué camino seguir. Esa voz nos detiene o nos impulsa a ciertas acciones que a veces no comprendemos. Sabemos que la intuición está allí, pero muchas veces nos negamos a darle importancia porque lo que nos está indicando “no tiene sentido” para nuestro razonamiento.

¿Nunca te ocurrió sentir cierto rechazo o negatividad al estar en presencia de alguien que recién conoces? Si te ocurrió, seguramente le restaste importancia y descartaste la sensación como ilógica.

Desde el punto de vista de la psicología, Francis Cholle, de Psychology Today, nos enseña que la intuición es un proceso que nos da la habilidad de saber algo directamente sin la analítica del razonamiento, que salva las distancias entre las partes conscientes y las inconscientes de nuestra mente, y también entre las corazonadas y el instinto.
En esencia, necesitamos tanto el instinto como la razón para tomar las mejores decisiones para nosotros, nuestra carrera, nuestra familia.

Desafortunadamente, muchos de nosotros nos sentimos incómodos con la idea de utilizar nuestros instintos como guía. Esto se base en un prejuicio cultural milenario.

No tenemos que rechazar la lógica científica para beneficiarnos de los instintos. Podemos utilizar todos los recursos a nuestro alcance, y buscar un balance. Buscando este balance lograremos utilizar los recursos de nuestro cerebro. Hasta hace más o menos cien años, la ciencia no tenía idea del rol de nuestro inconsciente, pero los estudios muestran que solo el 20 por ciento de la materia gris del cerebro se dedica a los pensamientos conscientes, mientras que el 80 por ciento se dedica a los no conscientes.

En definitiva, ¿cómo podemos tomar las mejores decisiones si no tenemos en cuenta las partes inconscientes de nuestro ser?



Otro especialista en intuición, pero desde el punto de vista espiritual, James Van Praagh, nos dice que cuando envías tu preguntas y pensamientos al universo, éste te dará una respuesta en forma de signo o señal. Luego está en ti reconocer el signo y determinar su significado.

Cuando las cosas se complican, ten por seguro que tu espíritu está conectado con algo mucho mayor, un universo de sabiduría infinita, que está allí para apoyarte.

Basándonos en las opiniones de estos dos especialistas, para mejorar la intuición y sacarle provecho se puede tener en cuenta las siguientes ideas:

1. Mantén un diario

Escribe tus sentimientos y pensamientos, esto ayuda a que se abra la mente no consciente. Puede que lo que escribas parezca no tener sentido. No dejes que tu crítico interior intente racionalizar todo, sigue adelante sin miedo. Intenta que sea en un lugar solitario para permitir a tus emociones fluir libremente. Es fundamental para encontrar y construir la intuición.

2. Presta atención a las sincronicidades

Las sincronicidades son señales que nos envía el universo para indicarnos que estamos en el camino correcto, son situaciones que parecen coincidencias o casualidades positivas para tu vida.

3. Presta atención al fluir

Si las cosas salen sin contratiempos, es porque vas por el buen camino, fluyes. Pero si, por ejemplo, tienes una entrevista laboral, y, antes de salir, se te mancha la camisa con café, en el camino quedas atascado en el tráfico, pierdes el móvil, y llegas tarde, podrías considerarlos señales de que ese empleo no es lo mejor para ti.

4. Baja el volumen, y sintoniza con tu verdad

Ejercita pausar por un instante, en silencio y quietud. La meditación puede ayudarte a llegar a tu voz interior. Puedes probar hacer preguntas y esperar la primera respuesta que acuda a tu mente.

“Debes entrenar tu intuición – debes confiar en la vocecita dentro tuyo que te dice exactamente qué decir, que decidir” – Ingrid Bergman

Todos tenemos una intuición natural, una sabiduría innata, cuando la intuición te susurra, ¿la oyes?

miércoles, 23 de mayo de 2018

Energía positiva: la clave para cambiar tu vida



A menudo subestimamos el poder de la energía positiva, sin darnos cuenta que en realidad, es una fuente inagotable de salud física y mental. La armonía de todos los elementos de nuestra vida, nos abren camino a las nuevas oportunidades, a nuevos desafíos y porqué no a un futuro certero y feliz.

Pero… ¿Qué es exactamente la energía positiva? La energía positiva es una forma de vivir, de comprender el mundo, básicamente se trata de encontrar la armonía con el universo. No se trata de sentirse felices todo el tiempo, ni de estar alegres incluso cuando atravesamos tempestades. Se trata de sintonizar tu vida, tu cuerpo, tu alma y la energía del universo hasta generar sinergia tal que nos permita estar agradecidos y honrar nuestro presente para apostar a un futuro equilibrado.


¿Cómo se llega a la energía positiva?

Muchas veces la rutina y los problemas diarios nos llevan a vivir con un halo de pesimismo y terquedad en nuestras vidas. Eso, indefectiblemente nos lleva a un círculo vicioso de negatividad que no nos ayuda a progresar y lo que es aún peor, limita nuestro horizonte quitando del medio aquellas oportunidades que podrían darnos un propósito en esta vida.

Pero, la búsqueda de la energía positiva, el esfuerzo diario y el trabajo duro te ayudarán a llegar a un nuevo estado de armonía universal que te abrirá las puertas de aquello que tanto deseaste.


La ecuación es simple, a mayor proyección positiva de tu mente, mayores serán las oportunidades que el destino pondrá frente a ti. Sé que suena algo simplista, pero la verdad es que el poder de la mente es inmenso. Muchos de nosotros desconocemos lo que somos capaces de hacer con tan solo imaginar el desenlace de una situación, pero lo cierto es que proyectándonos nos auto programamos para que eso efectivamente suceda.

Alcanzar la armonía total no es complejo, tampoco tiene recetas mágicas, solo necesitas poner en práctica estas actividades:



Eres lo que ves en tu mente: el poder de la proyección mental es muy grande. Si pensamos en positivo en el interior, lo que transmitiremos hacia el exterior será igual. Eso, nos permite comenzar a atraer poco a poco el positivismo y la buena energía. Lo que trae como consecuencia personas y oportunidades que contienen la misma carga emocional.


Vivir aquí y ahora:

Pensar en el futuro y en todo aquello que los demás esperan de nosotros determinan nuestra vida, muchas veces no angustian y causan frustraciones internas que a la larga se transforman en traumas. Sin embargo, vivir el día a día siendo consecuente con lo que deseamos nos ayudará a trabajar en aquellos objetivos que anhelamos a largo plazo. Debemos aprender de nuestros errores del pasado, entender nuestro presente y no obsesionarnos con el futuro.

Meditar es el ejercicio para el alma:
Mundo de la Meditación

Los médicos recomiendan hacer ejercicio físico casi a diario, sin embargo, poco dicen de aquellos ejercicios que apaciguan el alma, como la meditación. Trabajar en la paz mental requiere percibir un tiempo a solas contigo mismo para poder ordenar tus sentimientos y entender lo que estás atravesando. Es por eso que la meditación es el ejercicio perfecto para atraer la energía positiva a tu vida. Tómate al menos 15 minutos al día, elige un mantra, practica la respiración y deja tu mente en blanco. Verás como poco a poco la ansiedad se aleja de tu vida y comienzas a percibir la realidad de otra forma.
Agradece siempre que puedas:

La gratitud es el sentimiento que nos permitirá alcanzar el estado de positivismo adecuado. ¿Qué deberías agradecer? todo. Agradece lo que tienes, las personas que te rodean, los errores que te ayudaron a ser mejor persona, las pequeñas cosas que te causan felicidad y principalmente agradece que estás vivo y que eres dueño de tu destino. Evita las expresiones negativas y en cambio, apela a la gratitud siempre que puedas. Aprende a crear un ambiente de armonía y felicidad, eso, te ayudará a hacer el cambio en tu mente que tanto necesitas.


Cambia todo lo que puedas:

Desde tu mente hasta los colores de tu casa. Traslada lo que siente tu mente los ámbitos tangibles de tu vida. Coloca velas, cambia los colores de las cobijas, busca nuevos olores para tu hogar; todo eso ayudará a atraer la energía positiva a tu vida. Conviértete en un imán de buenos sentimientos, atrae todo aquello que deseas y verás cómo llegan aquellas cosas que siempre deseaste y nunca pudiste tener.

¿Cuál es impacto de la energía positiva en tu cuerpo?

En el momento que comiences a trabajar en ti verás como poco a poco las frustraciones que parecen agobiarte desaparecen y los pensamientos positivos se harán más recurrentes. Sentirás que estás completo y feliz, podrás ver con claridad momentos simples que te causan auténtica felicidad. Y dejarás de pensar en aquellos problemas triviales que nublaban tu vista y no te permitían avanzar.

Debes saber que este tipo de cambios de vida son paulatinos pero una vez que comienzan no hay marcha atrás. Probablemente cuando tu mente piense en positivo no notes que has cambiado, pero tu cuerpo y tu alma trabajarán diferente, en sintonía con el Universo.


Este cambio de paradigma no solo te afectará a ti, sino que todas las relaciones que tienes se verán afectadas de forma positiva. Quizás ese vínculo distante que tenías con un amigo se vuelva más fuerte o aquellas personas que solo aportaban pensamientos negativos no formen parte de tu vida diaria. Verás cómo la energía positiva se contagia y todo aquello que te rodea se vuelva más ameno y conciliador.

Lo que dice la ciencia de la energía positiva



Varios estudios han demostrado que existe un impacto real en la vida de las personas que generan energía positiva en sus vidas. Expertos dicen que para pacientes crónicos o con enfermedades terminales que presentan una actitud positiva muestran mejoría o incluso cura total de sus dolencias.

En otras palabras, la mente positiva puede curar el cuerpo, la clave es relajarse y no dejar que los problemas te agobien o frustren.

Ahora ya lo sabes, la energía positiva es una forma de vida y llegar a ella no es tan difícil solo tienes que comenzar a trabajar en ti mismo.

Trabaja en tu felicidad día a día: “Cambia la Energía del Día Siendo Feliz”

lunes, 21 de mayo de 2018

Pregúntale al Universo lo que quieras.



El universo tiene leyes muy poderosas y una de ellas es la ley de atracción que se fundamente sobre la base de que los que son iguales tienden a atraerse en el sentido de que tus experiencias cotidianas y todo aquello que esté alineado con tus vibraciones será atraído hacia ti.

Las personas y las experiencias que llegan a ti y que vives no lo hacen al azar, vienen a cumplir una misión contigo, la de ser tu maestro de acuerdo al momento que estés viviendo en tu conciencia. Al estar consciente de ello, puedes trabajar en cambiar tus energías con el fin de atraer mejores experiencias ya que esto se va a reflejar en nuestro entorno.

Para lograr una relación con el universo, primero debes creer en su poder y en todo lo que es capaz de lograr, agudiza tus sentidos y pídele alguna señal. Esto se hace principalmente cuando aún desconocemos como trabaja la ley de atracción del universo, con las primeras conexiones por pequeñas que estas sean vas a ir entendiendo.

Debes definir tu intención

Es muy importante que antes de pedir al universo, definas previamente que es lo que realmente desea tu corazón y cuando realmente lo tengas claro haz tu petición; en caso contrario es muy posible que no recibas lo que pides ya que el pedido puede estar rodeado de mucha resistencia o no es del todo honesto.

Visualiza lo que deseas

Debes visualizar tu petición, como un deseo ya concedido, concéntrate con los ojos cerrados y mírate ya disfrutar, permítete sentir, palpar y disfrutar al máximo lo que habías soñado, expresa tu satisfacción y gratitud al universo por lo otorgado. Mientras más fuertes sean estos sentimientos tu solicitud será mucho más fuerte.

Justo en ese momento cuando estás experimentando como tal si tu deseo ha sido cumplido, es cuando debes pedir al universo lo que quieres, pero presta mucha atención a lo que te digo: Lo primero que vas a decirle al universo es “gracias” como si ya tu deseo ha sido concebido. Debes hacerlo más o menos así: “Te doy las gracias Universo por……”

Ahora sueltas y abres

Es el momento de dejar en manos del universo tu deseo, confía en su infinito poder y su forma de hacer las cosas, no debes hacer ningún esfuerzo adicional, tampoco entrar en el desespero, por el contrario espera pacientemente y abre tu mente, agudiza tus sentidos ya que mientras más lo hagas más pronto y más sencillo se hará para ti el poder ver como el universo trabaja para darte lo que quieres

Confía en el tiempo Divino

El hecho de que hayas hecho una petición al universo no significa que la recibirás cuando quieres ya que aquí entra en juego otro de las poderosas leyes de éste que es el “poder Divino”; esto significa que lo que sea que hayas pedido o preguntado te será concedido en el momento perfecto para ello. De tal manera que es muy importante que comprendas que después de decirle al Universo lo que quieres, debes tener la paciencia necesaria para esperar que el obre como siempre lo hace para conceder justo en el momento que realmente lo necesites.

miércoles, 16 de mayo de 2018

¿Qué sucede en el cuerpo cuando tenemos pensamientos negativos?



¿Qué sucede en el cuerpo cuando tenemos pensamientos negativos?
Los seres humanos experimentan una variedad de emociones, como felicidad, tristeza, alegría extrema y depresión. Cada una de estas emociones crea una sensación diferente en el cuerpo.

Después de todo, nuestro cuerpo libera distintas sustancias químicas cuando experimentamos cosas y cada producto químico trabaja para crear un ambiente diferente en el cuerpo.

Por ejemplo si tu cerebro libera serotonina, dopamina u oxitocina, te sentirás bien y feliz.

Por el contrario, si tu cuerpo libera cortisol cuando estás estresado, tendrás una sensación completamente diferente que estará asociada con el cuerpo entrando en modo de supervivencia.

¿Qué sucede cuando tenemos pensamientos negativos todo el tiempo? ¿O cuando tenemos pensamientos positivos? ¿Qué ocurre cuando no estamos emocionalmente cargados ni positiva ni negativamente? A continuación vamos a explorar cómo todo esto afecta nuestro cuerpo y nuestra vida.

Positivo vs. Negativo
¿Hay dualidad en nuestro mundo? Podríamos decir que sólo hasta cierto grado, pero la mayoría de nosotros pasamos mucho tiempo tratando de definir y juzgar lo que se considera como positivo y negativo.

El cerebro es una herramienta muy potente y cuando definimos algo, empezamos a sentirlo en nuestro mundo.



By: El Confidencial

Por ejemplo, ¿Alguna vez has notado cómo alguien mientras conduce puede ser adelantado por otro auto, perder su ventaja y de repente sentirse negativo y de mal humor? ¿Mientras que otra persona en la misma situación simplemente pisa el freno ligeramente y sigue adelante con su día como si nada hubiera pasado?

En este caso, ambos vivieron la misma experiencia pero uno la ve como algo negativo, mientras que el otro no. Entonces, ¿son las cosas por naturaleza positivas y negativas? ¿O somos nosotros los que definimos las cosas como positivas y negativas?

Reducir las percepciones tanto como sea posible
Después de pensarlo por un momento, puedes darte cuenta de que de hecho no existen las experiencias positivas o negativas, sino que nosotros somos quienes las definimos como tal.

Por lo tanto nuestra propia percepción de una experiencia o situación tiene la última palabra en cuanto a cómo nos sentiremos mientras esté sucediendo y cómo se verán afectados nuestros cuerpos.
Aunque es posible trabajar para lograr ir más allá de nuestras definiciones de cada experiencia y pasar a un estado de mente/ precepción/ conciencia donde simplemente aceptamos cada experiencia como lo que es y la utilizamos como área de aprendizaje, es posible que nos resulte muy difícil, por lo que es importante entender cómo ciertas emociones pueden afectar nuestra salud.

“Si deseas tener buena salud, primero debes preguntarte si estás dispuesto a acabar con las razones de tu enfermedad. Sólo entonces es posible ayudarte”, dice Hipócrates.


Conexión Mente Cuerpo
La conexión entre la mente y el cuerpo es muy potente y aunque no se puede ver visualmente, los efectos que la mente puede tener en tu cuerpo físico son bastante profundos.

En general podríamos tener una actitud mental positiva y lidiar directamente con nuestros desafíos internos, y así crear un estilo de vida saludable.

Por otro lado, podríamos ser negativos, tener pensamientos autodestructivos y no lidiar con nuestros asuntos internos, incluso llegando a esconder estos problemas con afirmaciones y positividad, sin encontrar el camino y creando un estilo de vida poco saludable. ¿A qué se debe esto?

Nuestras emociones y experiencias son en esencia energía
Y se pueden almacenar en la memoria celular de nuestro cuerpo. ¿Alguna vez has experimentado algo en tu vida que dejó una huella emocional o un dolor permanente en un área determinada de tu cuerpo?

Es probable que esto se deba a que en esa zona de tu cuerpo todavía se guarda la energía liberada de esa experiencia.

Cuando sientes un dolor, rigidez o lesiones en ciertas áreas, a menudo están relacionadas con algo que sientes de forma emocional dentro de ti mismo. A simple vista puede parece que no es así, porque no estamos lo suficientemente conectados con nosotros mismos y nuestras emociones, ya que vivimos a un ritmo muy rápido.
Cuando se ha sufrido de dolores crónicos en la espalda, las rodillas, el cuello o los hombros, y ningún tratamiento físico tiene resultados, es cuando se tienen que resolver aquellas emociones que estaban detrás de esos dolores. Por mucho que se gaste tiempo y dinero en terapia física, y por más que uno piense que va a ayudar, se puede no obtener resultados.
Hay algo más con lo que trabajar
Una vez que se preste atención al patrón de pensamientos inconscientes y emociones que se concentran en el cuerpo, las cosas se aflojan y el dolor se va.

Cuando nos enfermamos o sentimos mucha tensión y dolor, varias veces nuestro cuerpo nos pide que reflexionemos y encontremos la paz en nuestro interior y en nuestro entorno. Es todo un proceso de aprendizaje y crecimiento que no tenemos que juzgar ni temer.

Tú tienes el poder
Davis Suzuki escribió en su libro “El Equilibrio Sagrado”, que las “moléculas condensadas de aliento exhalado durante las expresiones verbales de ira, odio y celos, contienen toxinas. Si se acumulan durante 1 hora, ¡estas toxinas son capaces de matar a 80 conejillos de india!”

¿Puedes imaginar el daño que le hace a tu cuerpo reprimir dentro de ti todas esas emociones negativas o aquellas experiencias emocionales sin procesar?

Recuerda, tú tienes todo el poder dentro de ti para poder afrontar cualquier desafío que se presente. En lugar de etiquetar las cosas como negativas y positivas a medida que las relacionas con cada experiencia que tienes en tu vida, trata de ver las cosas desde un punto de vista más amplio.

Pregúntate a ti mismo, ¿cómo puede ayudarme esto a aprender algo? ¿Puedo usar esto para cambiar mi percepción? ¿A aclarar alguna emoción dentro de mí? ¿Me ayuda a comprender algo y a aceptarlo?

Sea lo que sea, en lugar de simplemente reaccionar, tómate tu tiempo y observa. Descubrirás que tienes las herramientas suficientes para procesar las emociones y las enfermedades rápidamente, una vez que las veas como lo que son y explores por qué ocurrieron.

Si piensas que te enfermarás todo el tiempo o que sentirás algún dolor, porque todo está fuera de tu control, nada de eso cambiará hasta que te des cuenta de que en realidad sí tienes el control sobre gran parte de lo que atraes hacia tu cuerpo.

martes, 15 de mayo de 2018

Cambia la Energía del Día Siendo Feliz


Claro está que todos hemos tenido esos días que nos han dejado con una carga de energía negativa. Hemos estado todo el día esquivando malos humores, hemos gritado o hablado mal a algún ser amado. No hemos saludado correctamente quizás, a una persona que nada tenía que ver con nuestro problema.

¿Se sienten identificados?, si es así les diré que existen muchas formas de dejar los malos humores, la energía pesada y negativa que nos ha invadido de lado. Simplemente debemos querer hacerlo.

Comencemos Cambiando la Energía del Día Siendo Feliz.

Si, hoy nos levantaremos siendo felices. No nos cuestionaremos porqué deberíamos serlo, simplemente lo seremos.

Lo primero que haremos al despertar, será respirar profundo, relajarnos y darnos nuestro tiempo para realizar las cosas. Es mejor dormir un poquito menos que levantarnos corriendo y salir con apenas una taza de café negro en nuestro estómago.

Verán que al realizar todo con más tiempo, se sentirán con energía positiva y si al dormirnos la noche anterior teníamos la carga negativa del día pasado, ésta nueva jornada nos dará la posibilidad de cambiarlo y comenzarán el día “Siendo Feliz”.

No dejaremos que Sentimientos Negativos Nos Invadan.
Lo segundo, saldremos de nuestros hogares y nos cruzaremos con un vecino quizás, nunca lo saludaron a ese señor que vive a una cuadra de su casa, pues hoy le diremos “Buenos Días”. Y de esta forma nos vamos cargando de energía pura y buena, siendo felices.

Estamos en el tránsito o en un medio de transporte yendo a nuestros lugares de trabajo o estudio. Personas de mal humor nos rodean y vemos en sus caras que están pensativos, tensos. Nosotros sabemos que la música alegra el alma y espíritu, y que podemos escucharla donde sea a través de los diferentes medios que tenemos para ello, entonces “Yo sigo Siendo Feliz”, y no me cargo de las energías de los otros que no me aportan.

Quizás tenemos que esperar el turno en el médico, está demorado y me pongo a conversar con alguien que es la primer vez que veo. ¿Se han puesto a pensar que quizás gracias a sus buenas energías le cambiaran el día a esa persona también?.

No podemos cambiar el pensamiento de todos, pero podemos contribuir a que sean más felices.

Atender público puede resultar una de las formas más fáciles de cargarnos de energía negativa. Cuando recibamos una pregunta o quizás hasta una agresión, respiraremos profundo, pensaremos en cosas que amamos, en todo lo que nos aporta y no en lo que nada nos brinda.

Anularemos el sentimiento de ira que la persona nos traslada y no le contestaremos de la misma forma que nos habla.

Trataremos de hablarle con calma y guiarlo en lo que precisa sin elevar nuestro tono de voz ni dejarnos intimidar por su forma de expresarse. Es casi seguro que ustedes le cambiaran el día a esa persona y podrá terminar el día Siendo Feliz.

En Suma.

Lo que trato de transmitirles es que la felicidad y estar bien depende mucho de nosotros mismos. Creer que todo está mal, nos llevará a ver que todo está mal.

Creer que todo va a estar bien, y sentirnos felices hará que todo salga bien y nos sintamos felices. Lo positivo atrae a lo positivo, y eso es lo que todos deseamos.

Sean Felices, no desperdicien momentos insustituibles. Amen y dejen que los Amen. Rodearse de personas positivas hace que uno sea positivo también.

jueves, 10 de mayo de 2018

LOS ÁNGELES EXISTEN.

Kenly Derrick fue una preciosa niña norteamericana que al llegar al mundo pesaba únicamente 900 gramos.
Sus padres y los médicos estaban asustados y abatidos con esa migajita de ser y temían lo peor ante tanta fragilidad.
Kenly estuvo peleando mucho tiempo con la vida en una incubadora y poco a poco fue ganando la batalla. 
Lentamente fue aumentando sus fuerzas y peso, se recuperó y hoy en día es una joven normal en Carolina del Norte.
Lo hermoso es que cuando ya podía hablar le dijo un día a su madre estas palabras: “Mami, los ángeles existen y yo los veía junto a mí sonrientes y llenos de amor cuidándome. 
No los veía con alas sino bañados en luz y una vez uno me dijo: “Te amamos, tú has venido con una misión muy especial”.
Hoy en día Kenly es una joven muy amorosa y sus padres nunca dejan de dar gracias por tenerla viva a su lado.
Los ángeles existen y si buscas este libro en internet, gratis, aprenderás a conocerlos, amarlos e invocarlos: “Pon al cielo a trabajar”. 


Gonzalo Gallo

miércoles, 9 de mayo de 2018

Influencias de la mente para el éxito y la felicidad



Las influencias de la mente y el pensamiento generan en nosotros emociones, y bajo su influjo condicionan nuestra conducta y toda nuestra vida.

Pero los pensamientos no son una realidad; estos son impulsos creativos que genera nuestra mente y que producen los razonamientos mediante los cuales tomamos decisiones.

Todos los seres humanos tenemos similares capacidades para emplear los pensamientos, pero está en nosotros utilizar el raciocinio para que las influencias de la mente sean positivas en nuestra vida.

Las influencias de la mente en la vida diaria

Nuestra mente trabaja en todo momento, pues en todo momento pensamos, incluso cuando queremos vaciar la mente de pensamientos nos encontraremos con que una y otra vez vuelven a surgir.

Y nuestros pensamientos son tan poderosos que pueden modificar nuestro habitual comportamiento. Pueden verse dibujados en nuestra cara o en las palabras que utilizamos cuando nos dirigimos a alguien, condicionan nuestros actos y todo lo que hacemos durante el día.

Si una emoción negativa nos embarga, tenderemos a tener pensamientos negativos y a actuar según lo que nuestra mente (guiada por esa emoción negativa) crea conveniente.

Estos pensamientos negativos son las influencias de la mente que debemos evitar. Es necesario liberarnos de esta carga que no solo nos perjudica a nosotros, sino a todo nuestro entorno.

Por ejemplo, convivimos diariamente con ciertos hábitos y costumbres nocivas que ya hemos asimilado por tanto tiempo que nos parecen normales. Creemos erróneamente que siempre estuvieron con nosotros y, sin embargo, estas conductas son el resultado de nuestros pensamientos negativos.


Estas impresiones negativas son a menudo más difíciles de detectar, pues están mucho más enraizadas en la consciencia de nuestro ser, pero también existen condicionamientos externos que nos generarán estos pensamientos negativos que afectarán nuestra vida diaria.

Pero ya sea por influencia exterior o condicionamiento interior, la respuesta que nos corresponde dar debe ser siempre la misma: analizar y filtrar los patrones de pensamientos negativos y tener la intención y la capacidad de convertirlos en útiles y positivos.

¿Qué tipos de pensamientos existen?
Pensamientos necesarios

El pensamiento necesario es aquel que destinamos a nuestra alimentación o a nuestras responsabilidades laborales, o a las tareas que son necesarias en nuestra vida.
Pensamientos inútiles

Los pensamientos inútiles son aquellos que no tienen utilidad ni positiva ni negativa. Pueden referirse al pasado y ser del tipo: “Si esto me hubiera ocurrido, habría hecho eso o aquello”.

O pueden ser conjeturas sobre el futuro cercano o lejano: “¿Qué va a ocurrir si…? o ¿Qué haré si…?”.

Nuestra fuerza interior y nuestra habilidad de concentración se debilitan con los pensamientos inútiles. Una persona que tiene muchos pensamientos inútiles se sentirá cansada y extenuada, pues estará desperdiciando su energía en crear pensamientos sin sentido.
Pensamientos negativos

Los pensamientos negativos debilitan nuestra fuerza interior, pues se basan en emociones negativas como la ira, las expectativas insatisfechas, los celos, etc.

No importa cuánta razón pensemos que tenemos en pensar de ese modo, los pensamientos negativos siempre serán dañinos y conducirán a conductas negativas.
Pensamientos positivos

Los pensamientos positivos son los que nos permiten acumular fuerza interior y nos estimulan a ser constructivos y creativos.

Cuando tenemos pensamientos positivos nos sentimos felices interiormente y eso de por sí es suficiente recompensa. Pero aún hay más beneficios del pensamiento positivo:
Nuestra mente está en equilibrio.
Nos sentimos más serenos.
Actuamos de forma positiva.
Somos más abiertos a las oportunidades.
Tomamos mejores decisiones.
Contagiamos positivismo y optimismo a nuestro alrededor.
Nos sentimos armoniosos y enérgicos.
Somos menos sensibles a las enfermedades.

Ya puedes observar el enorme poder de nuestra mente y nuestro pensamiento. Si quieres ser feliz, aprende a gestionarlos.

lunes, 7 de mayo de 2018

EL CIELO EN LA TIERRA

 La mente y el ego, que es su creación, viven en constante oposición al aquí y ahora o, simplemente, lo niegan, se resisten a percibirlo como tal. Este instante y cada instante, este preciso momento y cada momento concreto, lo han convertido en su enemigo. Rara vez hay un momento a gusto de la mente. Y cuando esto ocurre, el momento pasa rápidamente y se queda en el mismo estado que antes. Las quejas mentales son una manifestación de esta confrontación con el aquí y ahora. El ego está instalado en un estado permanente de queja mental. Nada le parece bastante. Halla defectos y motivos de protesta hasta en lo más placentero o deseado: llegaron, por ejemplo, tus ansiadas vacaciones y el viaje tan querido, pero tu mente siempre hallará algo que vaya mal, que no le guste; además, te pasarás las vacaciones pensando en cosas que dejaste al iniciarlas, o en lo que debes hacer a la vuelta, o en el siguiente viaje que te apetecería hacer… ¡Cualquier cosa menos vivir en el aquí y ahora, centrado en el momento que estás viviendo y gozándolo con plenitud!
Es así como se alimenta tu falso yo: posicionándose y reafirmándose contra lo que es, contra la vida. Impones juicios, criterios y opiniones que, curiosamente, no son tuyos –te darías perfecta cuenta si no estuvieras dormido, si fueras consciente–, sino que emanan del funcionamiento autónomo de la mente, de sus pensamientos-pestañeo; y, del mismo modo, reduces a las personas y cosas a un puñado de etiquetas y conceptos mentales, encarcelándote a ti mismo y a cuanto te rodea en una escabrosa y enmarañada red de pensamientos, en una prisión mental.

    Es crucial que interiorices lo siguiente: para la mente –la tuya, la de cualquiera– siempre hay algo que va mal. No puede evitarlo: para ella todo está torcido. Y no porque realmente lo esté, sino porque es la manera de proceder y procesar de la mente cuando se le usa para vivir, ver y entender la vida. Igual que cuando introduces algo recto en un vaso de cristal con agua clara, como una paja de las que se usan para tomar zumos y refrescos: ¿cómo la verás una vez dentro del agua? Inevitablemente, torcida. Por supuesto que la paja no se ha doblado, se mantiene recta. Sin embargo, el efecto óptico hará que tus ojos la vean torcida. Si sacas la paja del vaso de agua, podrás comprobarlo. Pero en cuanto vuelvas a introducirla en él, de nuevo se producirá la ilusión óptica, la distorsión de la realidad, y la percibirás torcida. Pues bien, exactamente así funciona la mente cuando contempla la vida y su devenir, cuando las usas para vivir, ver y entender la vida: para la mente siempre hay algo que va mal, para ella todo está torcido.
    Y en directa relación con lo anterior, la mente computa y valora todo como pugna de opuestos, jamás en clave de unidad. Todo lo percibe como un conflicto y permanece continuamente dividida, en la dualidad y la confrontación entre extremos. La propia naturaleza de la mente es así: solo es capaz de ver a través del choque entre opuestos y el contraste. Por ejemplo, la mente solo se percata de la salud a través de la enfermedad. Puede que estés sano, pero si utilizas la mente para ver y entender la vida, no te darás cuenta: no lo vivenciarás, no lo insertarás en tu cotidianeidad desde el gozo por esa salud y el disfrute de estar sano. Tu mente no computa la salud, no la valora… ¡salvo cuando caes enfermo! Entonces sí, en cuanto sufras una enfermedad, por leve que sea, la mente se acordará de la salud y desearás tenerla; hasta rezarás por ella a un dios inventado por esa misma mente. Pero nada, en cuanto vuelvas a sanar, olvidarás lo importante que es la salud y dejarás de valorarla en tu día a día.
    Es por esto que la mente no “saca jugo” para tu evolución consciencial de las experiencias amorosas y armoniosas, porque no las computa. Tiene que aparecer la enfermedad, la desarmonía o el desamor para que sientas y percibas mentalmente la experiencia y, a partir de ahí, incida en tu proceso consciencial y valores la salud, la armonía, el amor… La canción El Elegido, del cantautor cubano Silvio Rodríguez, lo plasma muy certeramente cuando habla de un ser de otro mundo, que iba de planeta en planeta, y al bajar a la Tierra se percata inmediatamente de que aquí “lo tremendo se aprende enseguida y lo hermoso cuesta la vida”.

    La mente es potentísima y ofrece un extenso y variado menú de prestaciones relacionadas con la comunicación (hablar, escribir, interactuar con los demás), la programación (hacer la agenda, planificar actuaciones…), la creación intelectual y un amplio etcétera. Pero sirve para lo que sirve y fuera de su campo de acción carece de utilidad. No se le pueden pedir peras al olmo. Muy especialmente, la mente no vale para captar y ver la vida, ni para entenderla ni vivirla, ni para tomar consciencia de la realidad, de lo que es. Sin embargo, las personas se han habituado a delegar en la mente estos cometidos. A partir de lo cual acontece lo inevitable: por un lado, ven la vida torcida y en todo un conflicto; y, por otro, al operar la mente con los opuestos y los contrastes, están abocadas a tomar consciencia e impulsar su dinámica y proceso consciencial no desde la vivencia de experiencias de gozo y armonía, sino desde lo tremendo, desde el sufrimiento, desde las “noches oscuras” cuyo papel describió inefablemente San Juan de la Cruz en su poema del mismo nombre.
    La mente computa la vida y la interpreta con base en el conflicto y los opuestos. Pero así se falsifica la existencia, porque en esta no existe el “opuesto”. La existencia es unitaria: mejor expresado aún, es no-dual. Esto es lo real: la vida es una, no dos; la mente es dualista. La vida no tiene preferencias, no hace elecciones, pues en ella no hay opuestos entre los que elegir. En cambio, la esencia de la mente es elegir (preferir esto a aquello, juzgar la vida, verter opiniones a favor y en contra…) porque opera en una dualidad ficticia e imaginada. Por tanto, si continúas viviendo a través de la mente –optando, eligiendo, juzgando, opinando…– nunca contemplarás la vida tal cual es, nunca verás la realidad… y sufrirás. No obstante, en libre albedrío, estás en tu derecho de continuar usando la mente para funciones que no le corresponden. Allá tú, pero después no te quejes, ya que el sufrimiento será el resultado ineludible… Eso sí, tienes que darte cuenta de todo esto por experiencia propia, no como una teoría. Cuando lo experimentes y lo entiendas, se convertirá en verdad y te desprenderás de la mente.

    El ego se percibe a sí mismo contra la vida, contra la Humanidad, contra el Cosmos, contra la Creación, contra el resto de lo que existe, que, en su labor como piloto automático, mira y aprecia cual amenaza. Es una monumental locura que aún se hace mayor debido a que el ego también necesita el mundo que le rodea para colmar sus aspiraciones, sus anhelos, sus deseos de satisfacción. El ego –y los seres humanos que con él se identifican– pasa sus días en una terrible pugna contra la vida –contra el aquí y ahora, que es lo único real y la vida misma–. Y agudiza todavía más semejante disputa cuando, al unísono, necesita de ese mundo que percibe como una amenaza y en el que siempre encuentra algo que va mal.

    Pero la vida no está torcida. Es mentira que en la vida algo vaya mal. En ella todo es exactamente como tiene que ser: todo encaja, todo tiene su porqué y para qué, nada sobra ni falta. ¡El problema no es la vida, sino tú! Y lo eres por haberte identificado, en tu proceso consciencial, con el coche –con la mente, con el ego…–. En el instante en que salgas de esa amnesia y tu estado de consciencia evolucione, te percatarás con claridad de que todo es paz, que nada puede ser mejor de como ya es y que tú eres lo único que estaba inquieto, separado por la mente de la realidad, a disgusto con ella y en lucha contra ella.

Viejo hábito
Nuevo hábito
Mantenerte en un estado permanente de queja mental, sin que nada te parezca bastante, hallando defectos hasta en lo más placentero o deseado, creyendo que siempre hay algo en tu vida y el mundo que va mal y queriendo imponer a la realidad juicios, criterios y opiniones que, curiosamente, no son tuyos, sino que emanan del funcionamiento autónomo de la mente, de sus pensamientos-pestañeo, y del ego.
Percatarte de que el problema no es la vida, sino tú, y que nada va mal ni en tu vida ni en el mundo: todo es exactamente como tiene que ser, todo encaja, todo tiene su porqué y para qué, nada sobra ni falta… Tú eres lo único que estaba inquieto, separado por la mente de la realidad, a disgusto con ella y en lucha contra ella.


Texto extraido del libro de Emilio Carrillo titulado Sin mente, sin lenguaje, sin tiempo

jueves, 3 de mayo de 2018

¿Cómo protegernos de la envidia?

La envidia se produce cuando vemos que alguien tiene algo que nosotros queremos. Pero no nos damos cuenta que eso que queremos tal vez no nos corresponde. Por el contrario, nuestra necesidad de destacar, la falta de autoestima, la frustración, la dificultad para conseguir lo que deseamos, nuestros sentimientos de inferioridad nos llevan a este sentimiento o emoción. Al sentir envidia no percibimos que más que a cualquier otra persona, nos estamos dañando a nosotros mismos; la envidia genera resentimiento, sufrimiento por lo que otros tienen, infelicidad. La envidia se convierte en un elemento tan cotidiano que poco a poco va envenenando nuestra alma, llenándonos de amargura.

Muchas veces nuestra incapacidad para aceptar la realidad como tal y como es, se convierte en el desencadenante de este sentimiento. Deseo algo que no logro conseguir y me pregunto ¿por qué otros si lo consiguen? Entonces surge la envidia hacia aquel que consiguió lo que yo quería. Nos preguntamos ¿por qué es tan difícil para mí y tan fácil para él?

Llegamos a la conclusión de que tenemos mala suerte y que “unos nacen con estrella y otros estrellados”. Atribuimos esta mala suerte a cosas externas y esto genera mayor resentimiento, ya que no tenemos control sobre la situación. Esto nos lleva a una inercia en la que no nos ponemos en movimiento para lograr las cosas y por otro lado seguimos sintiéndonos víctimas de las circunstancias y el destino. Constantemente estoy mirando la posición en donde está el otro para contrastarla con la mía, esto actitud solo nos lleva a sentir más resentimiento, más infelicidad y al final terminamos deseando el mal para otros.


Esta actitud de la envidia es una defensa de personas débiles. De aquellos que cuentan una baja autoestima y que por ello consideran que no tienen las capacidades para hacer algo o lograr lo que desean. Entonces es más sencillo sentirme como víctima y culpar a los demás que aceptar mi carencia o hacer algo para obtener lo que quiero. Por otra parte, tenemos una dificultad para aceptar la realidad. Las experiencias que tenemos son adecuadas para desarrollar un aspecto de nuestra vida y lo que no se nos presenta es porque no nos va a enseñar nada. No podemos forzar al universo para que nos de algo. Piensa en los genios que conceden deseos. En estas historias, cuando obtenemos lo que queremos no lo disfrutamos y nos damos cuenta de que no es como esperábamos. Entonces sufrimos porque lo que imaginábamos no se corresponde con el deseo que el genio nos concedió.

¿Qué puedo hacer?

La envidia es una de las emociones que han sido catalogadas por la tradición judeocristiana como un pecado capital y procuramos no sentirla porque nos convertiría en malos seres humanos pero hasta que no la reconozcamos no podemos liberarla porque la única forma de sacarla es saber que existe. Mientras no seamos capaces de hacer esto, estaremos culpando a otros y sintiéndonos victimas del destino. Acusando a otros de tener mejor suerte mejores oportunidades de haber nacido con estrella mientras nosotros nacimos estrellados, diciendo que otros consiguen las cosas por tener rosca y nosotros somos muy honestos luchamos por conseguir las cosas sanamente. Así que el primer paso es aceptar la emoción que estamos sintiendo, identificarla, observarla y ver de dónde proviene.

Cuando hayamos observado la emoción sabremos qué podemos hacer. Tenemos la posibilidad de tomar una decisión, ¿deseo continuar sintiendo envidia o quiero cambiar mi vida para que sea una mejor experiencia, con mi propio camino y mis propios logros?. Aceptar que mis logros no deben ser los del otro, porque cada uno de nosotros es diferente, porque cada uno tenemos una misión especial y por ello necesitamos estar en un lugar diferente con condiciones y experiencias diferentes.

Otro paso importante que debemos tener en cuenta es mejorar nuestra autoestima, ver nuestras cualidades y fortalezas para usarlas en nuestro beneficio. Sin autoestima nos faltará la fuerza que necesitamos para hacer las cosas. Necesitamos romper la inercia que nos conduce a ese estado de frustración y al final a envidiar lo que otros han logrado. La envidia y la falta de autoestima nos quitan la energía que requerimos para llegar a hacer lo que realmente deseamos. Entonces lo primero es aceptarte y quererte para tomar las mejores decisiones.

miércoles, 2 de mayo de 2018

El pensamiento y el sentimiento creador

Existe un principio metafísico que nos enseña que todo es doble, tiene dos polos (Ley de Polaridad). Bajo esta ley universal,los semejantes y los antagónicos son lo mismo, los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan.
Todas las verdades son medias verdades y todas las paradojas pueden reconciliarse. ¿No son el frío y el calor los extremos de la temperatura? ¿No son el amor y el odio los extremos de la emoción?
Esta ley nos permite entender que si queremos cambiar o revertir alguna situación desfavorable debemos aplicar el viejo lema “Al mal tiempo, buena cara”. Entonces, no podremos lograr un resultado favorable en el cambio de una realidad que nos es desfavorable si no nos polarizamos en el opuesto de aquello que deseamos revertir.
Los más variados experimentos realizados en los laboratorios científicos demuestran que enfocar nuestra atención (sentimiento, emoción, pensamiento y creencia en algo) cambia el resultado de un experimento del cual se conocía previamente su resultado.
Es decir que el experimentador influye con sus creencias en el resultado del experimento.
En este estadio de la investigación podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, que somos los arquitectos de nuestra realidad. Nuestra “buena cara” cambia los patrones del “mal tiempo”.
En el instante en que inhalamos por primera vez nos asociamos a la mayor fuerza del universo:el poder de la creación. El sentido de la vida es lograr materializar nuestros deseos interiores mediante la fuerza del sentimiento y el pensamiento.
No obstante, despertar dicho poder de materialización requiere de un cambio en la forma de todo aquello que creemos de nosotros mismos y de las dinámicas de creación de la realidad. Así como el sonido se propaga por el aire, nuestros pensamientos, sentimientos y creencias atraviesan el entramado cuántico para convertirse en una manifestación de optimismo o pesimismo, de salud o enfermedad, de amor o de odio, de paz o de violencia.
Somos los directores de orquesta de nuestra propia sinfonía
De la misma manera que un músico afina su instrumento para mejorar el sonido de su melodía, nosotros podemos refinar nuestras propias formas de pensamiento y emociones para mejorar la frecuencia que propagamos por el éter y que determinarán el tenor de lo manifestado como realidad.
Cada vez que pensamos o sentimos, es un pedido que consciente o inconscientemente hacemos para preservar o destruir algo que conforma la existencia, incluso las cosas que establecen los parámetros de nuestra propia realidad y la de nuestros semejantes. Existimos en una realidad mutable, maleable, que es el resultado de lo que individualmente y colectivamente sentimos, pensamos y creemos.
Todo, desde una célula de nuestro cuerpo hasta el logro de nuestros esfuerzos, depende de nuestra manera de pensar con respecto a nosotros mismos y nuestra propia creencia en lo que somos o no somos capaces de hacer.
Una vez escuché decir a un físico cuántico: “Los milagros son el resultado de nuestro poder de cambiar aquello que nuestra falta de fe nos hace creer que es inalterable”. La ciencia, con el advenimiento de la nueva era del conocimiento cuántico, ha descubierto que las leyes de lo físico colapsan frente al potencial incomprendido de la mente y la fuerza del espíritu.
El hombre, desde que nació la ciencia, se dedicó a estudiar por separado lo que siempre estuvo unido dentro de un sistema holotrópico, aquello que permite a la parte ser una pieza constitutiva de un conjunto que es en sí mismo el movimiento hacia la totalidad y la unidad.
La disociación entre la ciencia y la espiritualidad comienza a fundirse en un punto en el cual se espiritualiza la ciencia y la espiritualidad se científica. Las erróneas creencias científicas aún nos enseñan la dinámica inmutable de las leyes físicas. Durante cientos de años la ciencia condicionó nuestro poder creativo al apegarnos a la creencia de que nuestra experiencia interna nunca podría incidir en la afectación de los acontecimientos.
Esta idea equivocada ha logrado disociar la espiritualidad de la ciencia y a nosotros de nuestro mundo.
Hemos crecido creyéndonos víctimas de los acontecimientos y de creencias que nos hacen seres “pasivos” que observan cómo las cosas y los acontecimientos “suceden” simplemente sin razón aparente. Ahora todo vuelve a nosotros, comenzamos a recuperar el protagonismo actoral, dentro de esta majestuosa película que llamamos realidad. Somos al mismo tiempo sus actores y directores.
En un mundo donde la mayor crisis de la historia de la humanidad se materializa amenazando nuestra supervivencia, es tiempo de tomar el timón del barco.
Diseñando la vida
Nosotros mismos somos el puente que une el pedido de lo que proyectamos con la materialización de lo proyectado.
Nuestras creencias son el conjunto que conforman las proyecciones mentales y emocionales de lo que enviamos al espacio cuántico, como un paquete de instrucciones, que termina siendo el plano constructivo del diseño de la realidad.
La construcción de la realidad no es otra cosa que la conjunción del tiempo, el espacio, la intensión y la energía constructiva que ordena las infinitas opciones latentes que existen como realidades potenciales. La experiencia que llamamos creencia tiene un efecto que se expande y proyecta mucho más allá de nosotros mismos hacia una matriz que es el espacio intangible en el cual el crear es posible.
Cuando nos aceptamos a nosotros mismos como creadores y aprendemos a sintonizarnos con la fuerza que nos permite crear, comenzamos a cambiar enfermedad por salud, odio por amor y nos abrimos a la posibilidad de ser co-participadores del proceso de creación.
Probablemente no sea una coincidencia que durante el mismo lapso en que se nos ha alentado a adoptar creencias limitantes, la humanidad haya sufrido las mayores calamidades producidas por guerras, plagas y persecuciones, además de haber causado los mayores daños al ecosistema jamás realizados.
Son precisamente estas creencias las que a menudo nos hacen sentirnos insignificantes, impotentes y temerosos de los acontecimientos y del propio futuro, cuando en verdad poseemos el potencial para hacer frente al desafío y para revertirlo.
¿Qué sucedería si descubriéramos lo que somos capaces de hacer? ¿Y si resulta que juntos podríamos convertirnos en poderosos emisores de energía con el potencial de transmutar cualquier situación desfavorable para el planeta? ¿Cómo cambiarían nuestras vidas si despertamos al poder de crear abundancia para nuestras vidas, mediante la capacidad de comunicarnos cuánticamente con la matriz de creación?
Un cambio de paradigma semejante sería como un cambio radical de timón sobre lo que creemos que es posible y lo que no. Mientras nos sintamos seres separados e impotentes frente a lo creado, el conflicto, la separación y el sufrimiento tendrán sentido.
También si la ciencia revela que somos seres con un potencial enorme de transformación y creación, el conflicto, la separación y el sufrimiento dejarán de tener sentido.
Las puertas hacia el nuevo entendimiento están abiertas: la creación necesita creador.
Por Brad Hunter