¡Divino niño Jesús!
Hoy venimos a Ti a agradecer de todo corazón por cada uno de los miembros de nuestra familia, por todo el amor y las experiencias de vida que hemos recibido hasta hoy y queremos alabarte y glorificarte en cada uno de ellos. Tú, en tus designios de amor
por cada uno de nosotros, nos has colocado en ella y nos has vinculado a cada una de las personas que la componen. A través de la familia y en la familia, tú nos has dado la vida y has querido para nosotros que formemos un núcleo de amor. Hoy, Divino niño, queremos que Tú pases con tu sanación por cada uno de nosotros y
realices tu obra de amor en cada uno. Queremos pedirte perdón por todas las faltas de amor que hayamos tenido en casa, por todas nuestras indelicadezas, por todas nuestras faltas de comprensión, por no ser a veces cauces de tu amor para todos.
En primer lugar, Divino niño, te pedimos que entres en el corazón de cada uno y toques aquellas experiencias de nuestra vida que necesiten ser sanadas… Tú nos conoces mucho mejor que nosotros mismos; por lo tanto, llena con tu amor todos los rincones de nuestro corazón. Donde quiera que encuentres - el niño interno herido -, tócalo, consuélalo y ponlo en libertad…
Vuelve a recorrer nuestra vida, desde el principio, desde el mismo momento de nuestra concepción. Purifica las líneas hereditarias y líbranos de aquellas cosas que puedan haber ejercido una influencia negativa en aquel momento. Bendícenos mientras íbamos formándonos en el vientre de nuestra madre y quita todas las trabas
que puedan haber dificultado, durante los meses de gestación, nuestro desarrollo en plenitud…
Danos un profundo deseo de querer nacer y sana cualquier trauma tanto físico como emocional que pudiera habernos dañado durante nuestro nacimiento. ¡Gracias, Divino niño!, por estar ahí presente y recibirnos a cada uno de nosotros en tus brazos en el
momento mismo de nuestro nacimiento, para darnos la bienvenida a la tierra y asegurarnos de que Tú nunca nos faltarías. Divino niño, te pedimos que rodees nuestra infancia con tu luz y que toques aquellos recuerdos que nos impiden ser libres. Si lo que más necesitamos cada uno fue más cariño maternal, mándanos a tu
Madre, la Virgen María, para que nos dé lo que nos falta. Pídele que nos abrace a cada uno, que nos arrulle a cada uno, que nos cuente cuentos y llene el vacío que necesita el calor y el consuelo que sólo una madre puede dar.
Quizá "nuestro niño interior" siente la falta del amor del Padre. Divino niño Jesús, déjanos gritar con libertad, con todo nuestro ser:¡Papá!. Si necesitábamos alguno de nosotros más cariño paternal y la seguridad de que nos deseaban, y nos amaban de
verdad, te pedimos que nos levantes y nos hagas sentir la fuerza de tus brazos protectores. Recorre nuestra vida, Divino niño Jesús, y consuélanos cuando cv otros nos trataban mal. Sana las heridas de los encuentros que nos dejaron asustados, que nos
hicieron entrar en nosotros mismos y levantar barreras de defensa ante la gente. Si alguno de nosotros se ha sentido solo, abandonado y rechazado por la humanidad, concédenos por medio de tu amor que lo sana todo, un nuevo sentido del valor de cada uno como persona.
¡Oh Divino niño Jesús, nos presentamos en este día ante ti, toda la familia HUMANA y te pedimos que sanes nuestras relaciones, que sean unas relaciones llenas de cariño, de comprensión y UNIDAD y que nuestra familia se parezca a la tuya.