Estos consejos te ayudarán a tener una energía mas positiva en tu hogar,
objetos que no debes tener nunca en tu hogar si no quieres tener mal
ambiente.
1.-
En el dormitorio: No coloques ningún espejo, ni siquiera pequeño porque
es un elemento agua y en la noche te reflejas y eso hace que por su
energía amanezcas mucho más cansado, con dolores de cabeza e incluso se
puede potenciar enfermedades.
Puedes tener el espejo en el baño y solo lo abres para arreglarte y luego lo vuelves a cerrar.
No coloques televisor en el dormitorio porque apagado es igual a un
espejo, en él te reflejas. Y si no deseas sacarlo, te queda taparlo con
una manta todas las noches antes de dormir.
No coloques agua en el dormitorio, mucho menos peceras, ni fotos del
mar, nada del mar porque el elemento agua mueve los líquidos del cuerpo y
con ello la vitalidad desaparece..
Coloca los frascos de tus colonias o perfumes en los cajones, no expuestos.
Tu cama (tu cabeza) debe dar siempre a la pared y algo importante es
que jamás tus pies den directamente a la puerta del dormitorio. Me
refiero que si estas echado no se vea pies en dirección
directa a la puerta del dormitorio porque esta peligrosa posición
contribuye a que pierdas mucha energía y enfermes paulatinamente.
Desde tu cama la posición ideal es que veas la puerta, pero no que tus pies estén frente a ella.
Si duermes con la cabeza que da a ventana o pies que dan a ventana no
solo estás desprotegido energéticamente, sino que pueden aumentar tus
crisis de apatía, mal humor.
2.- No coloques flores naturales ni artificiales en dormitorios; si
puedes colocar cuadros del campo con flores hermosas en pinturas. Las
flores artificiales solo pueden usarse en el patio para mover energía
por los colores, pero en el dormitorio se trata de energía muerta que
afecta la salud y contribuyen a estimular la apatía en todo sentido.
Tampoco coloques flores ni macetas en tu escritorio u oficina, solo
cuadros bellos y si tienes una mesa de centro en la oficina puedes tener
un arreglo floral, teniendo cuidado que apenas se marchite lo sacas del
lugar. La idea es que no tengas la planta cerca de tu cuerpo o cara
junto al computador porque al ir muriendo la planta absorbes esa
energía.
En otras áreas de la casa
1.- No relojes sin pilas en el cuarto y en ninguna parte de la casa:
Cuando el reloj camina con sus tic tac, la energía está en acción, de
modo que relojes paralizados en dormitorio, escritorio, cocinas, etc,
son fatales porque la energía se estanca. Hay leyes de física que lo
demuestran y por ejemplo si alguien está enfermo en casa o botas relojes
viejos o les pones pilas a todos para que caminen bien.
2.- Nada roto, nada sucio, nada rajado: Esa gente que acumula zapatos
que se llenan de hongos, casa donde existe humedad y objetos sin
sentido va acumulando bajas energías que atraen enfermedad, peleas y
llevan al bajo crecimiento en todo sentido.
3.- No tengas imágenes o pinturas de animales rabiosos o que
transmitan odio: Existe gente que ama las fotos de animales como tigres,
leones, etc, pero recuerda que si los gestos en la representación son
de ira, esa energía se impregna en tus ambientes; así que imagínate si
es tu comedor o dormitorio de pareja.
4.- No tengas objetos en punta: Intenta que tus muebles sean
ovalados, redondos y si es mesa se centro puede ser de vidrio, pero si
es de comedor, coloca siempre un lindo mantel para evitar que las
puntas, llamadas “flechas envenenadas” apunten a tus centros energéticos
(chakras).
5.- No abuses del elemento metal en tu oficina, sala, dormitorio porque con ello atraerás problemas de columna y migrañas.
6.- No duermas en la zona baja de un camarote porque las pequeñas
vigas de la cama ubicada en la parte posterior afectan su descanso y por
ello puede amanecer agotado, adolorido. Investiguen a los niños que
duermen en la zona baja del camarote y comprobarán lo que les comento.
7.- Nada de vigas sobre tu cabeza y menos una casa con techo lleno de
vigas de madera porque la energía de las mismas aplasta tu cuerpo,
sobre todo tu cabeza, columna. Si vives en una casa así, además peligra
tu empleo o este irá peor. ¿sorprendido?. Sigue leyendo. La solución es
colocar un falso techo de madera delgada finita encima de las vigas.
Por ello, según los que investigamos policiales, no es extraño que
miles de personas que sufren de la columna y tortícolis vivan en casa
plagadas de vigas.
8.- No escalera de caracol: Jamás, jamás, porque por los huecos de la
escalera se escapa la energía y la forma tipo torniquete tiene exceso
de puntas que dañan la salud, y al respecto les cuento una anécdota que
me tocó experimentar:
Si vives en un apartamento de esos modernos que arman los arquitectos
con escaleras rectas de vacíos, te queda tapar esos vacíos. La escalera
debe ser con el descanso completo.
9.- No tengas el dormitorio ni otra parte de la casa con imágenes
terroríficas, esas horribles de películas de terror, vampiros y mucho
menos estos posters de ídolos violentos en el cuarto de los niños porque
con ello impides que circule la buena energía en la casa y se
contribuye al stress.
10.- No te sientes (en tu oficina o escritorio) detrás de la ventana,
hazlo en pared que es energía Yin y esto significa protección, pisar
tierra y si no te queda otra porque en tu trabajo allí te colocaron
sobre la persiana manda colocar un póster grande o empapelado lindo de
una montaña grande que te dará esa solidez energética que necesitas para
laborar sin ansiedad.
Venden vinilos preciosos y también existen póster que son hechos a gusto con bellos diseños y en especialistas en el tema.
11.- Si detrás de la cabecera de tu cama existe una pared y en esa
pared queda instalado un inodoro tendrás que cambiar la posición de tu
camita (siempre duerme con cabecera en pared). La presencia del inodoro
en la pared que está detrás de la cabecera atraerá full energía negativa
y con ello decaerá tu salud física y te volverás más irritable.
12.- Intenta que tu casa sea cuadrada o rectangular, evita los tragaluces, porque son zonas incompletas en la casa de energía.
13.- No ubiques un espejo sobre una pared que dé directamente a la
puerta de tu entrada. Es decir, si por ejemplo tienes una pared que está
en un corredor, no coloques el espejo sobre el muro de la pared, de
modo que la energía de este camine directo a la puerta de la entrada de
tu casa porque con ello se va velozmente todo lo que puedes ir logrando.
Colocar espejos es algo serio, debes investigar primero antes de hacerlo, sigue mis consejos y verás que evitas problemas.
14.- No uses cubrecamas de color negro o tétricas como el plomo
porque con ello atraes depresión y apatía. ¿Lo más bello de la vida
tiene color no?; entonces usa colores bellos (pasteles o fuertes, pero
elegantes, es cuestión de usar aquello que alegre tu alma que es tu
mejor guía. Salen muchas cosas de moda, pero hay ambientes que desde
pisarlos son acogedores, otros no; la razón es la energía que habita en
ellos.
15.- Coloca ángeles en casa, de preferencia grandes (que jamás te
falte un hermoso cuadro o diseño de San Miguel Arcángel, el protector
contra todo lo negativo, el soldado de las escrituras fiel apoyo del
creador. De preferencia colócalo en tu oficina o en tu sala, pero que
jamás deje de estar a tu lado para protegerte.
16.- No tengas plantas secas o jardines sin adecuada atención: Y si
no tienes tiempo para arreglarlo y no deseas invertir en un jardinero,
entonces no se te ocurra tener plantitas porque al estar secas y
marchitas cargas los ambientes con incorrecta energía, la misma que
perjudicará tu salud, trabajo y relaciones interpersonales en general.
17- Evita que los desechos de tus mascotas se queden sin limpiar.
Algunas personas las tienen en la zona trabajo o en la zona salud según
el mapa de feng shui.
18.- Elimina rumas de cajas y antes de hacer de una habitación un
depósito investiga qué zona de la casa es. Ocurre que existen personas
que tienen justo en la zona trabajo o llamada fortuna un cuarto lleno de
cosas viejas y al no fluir la energía todo comienza a estar de cabeza y
se sorprenden de perder empleo y hasta lo atribuyen a mala suerte u
otras razones absurdas. Sin embargo, si en una casa, local, oficina, no
fluye el aire la energía no se desplaza de modo correcto.
19.- Revisa las cañerías de tu casa, oficina o local porque si
existen fugas o hay desperfectos, eso afectará la forma en la que vives a
nivel salud y emociones.
20.- Jamás dejes la tapa de los inodoros abierta, cierra la puerta de
los baños y necesitas que en cada baño exista una ventana para que la
zona se limpie y puedes colocar una planta pequeña dentro del baño para
que se renueve la energía, de preferencia de hojas redondeadas y
pequeña.
Hay mucho que explicar del tema que es inagotable, pero paciencia que
les iré regalando más información y secretos que aprendí de gente
realmente especial, sabia y grandes seres humanos que son parte de mi
vida porque les debo mucho en mi formación como profesional y sobre todo
a nivel espiritual.
21.- Si has dado por terminada una relación afectiva, no te quedes en
casa con absolutamente nada de la ex pareja, mucho menos en tu
habitación. Me refiero a ropa, útiles de aseo, fotos, porque de este
modo no dejas atrás el pasado y tu vida se queda encerrada en energía
que debe irse con lo que decidiste dejar atrás.
Y si estuviste casado (a) es preferible no conservar ni siquiera
fotos de matrimonio, no por malos deseos ni rencor, sino por avanzar en
la vida, porque lo vivido queda como aprendizaje y si con el tiempo
tienes una nueva pareja, nadie merece que vivas con un fantasma del ayer
presente en casa o en los rincones.
martes, 31 de enero de 2017
lunes, 30 de enero de 2017
COMO SUBIR LA ENERGÍA
Este es un Experimento realizado por el Dr. Hawkins y su equipo, para determinar los niveles de energías de las personas y como viven sus vidas. Estas son investigaciones fascinantes y con sentido y propósito prácticos para todos nosotros, que nos indican nuestros niveles de consciencia y cuanto poder personal y social poseemos.
– Nivel de energía 20:
dominado por la vergüenza. Las personas con este nivel de energía no se “perciben siendo personas” con suficiente poder personal para vivir. Estas personas piensan constantemente en el suicidio, y muchas de ellas lo logran. Otras compensan su nivel bajo de energía siendo perfeccionistas, rígidas e intolerantes. Asesinos en series por lo general poseen este nivel de energía.
– Nivel de energía 30:
dominado por la culpa. Estas personas manifiestan constante remordimiento, auto-recriminación, masoquismo, victimización y falta de auto-perdón. Una gran cantidad de enfermedades psico-somatica nacen de este nivel de energía, además de ira descontrolada que conduce a graves problemas psico-sociales.
– Nivel de energía 50:
dominado por la apatía. Las personas que viven sus vidas a este nivel de energía se perciben a sí mismas sin esperanza, en desespero, sin futuro, y sin recursos para salir de la pobreza espiritual, emocional, intelectual, socio-cultural y financiera en que viven sus vidas. La macro-sociedad política usa a estas personas, las mayorías en muchas sociedades del globo terráqueo, para lograr sus propios beneficios.
– Nivel de energía 75:
dominado por la depresión. Estas personas están controladas por la tristeza, la pérdida constante, la dependencia y la co-dependencia. Con este nivel de energía todo parece perderse sin razones para ello: trabajo, amigos, familiares, oportunidades, dinero, salud. Muchas de estas personas terminan suicidándose o aisladas de los beneficios sociales.
– Nivel de energía 100:
dominado por el miedo y temor. Para estas personas, el mundo donde viven es peligroso y está lleno de enemigos que procuran destruirlas. Estas personas se sienten ser “extranjeras” en la tierra y en el universo, y se perciben estar en constante peligro y amenaza. Es la llamada “paranoia social”.
– Nivel de energía 125:
dominado por los deseos. Los deseos motivan las mayorías de las actividades de los humanos, incluyendo los deseos por el dinero, la fama, el prestigio, el poder. Los deseos descontrolados se transforman en adicciones peligrosas (sexuales, al juego, al dinero, las drogas, a los alimentos, etc.). El nivel energético de deseo bien dirigido es necesario para todo tipo de logros personales y sociales. Sin un nivel apropiado de la energía del deseo, los fracasos humanos están garantizados.
– Nivel de energía 150:
dominado por la ira. La energía de la ira saludable es beneficiosa, y contribuye a una auto-estima sana y positiva, a un auto-concepto y a una auto-imagen psico-social proactiva y positiva. Los niveles insanos de la energía de la ira pueden conducir al homicidio, al odio y a las guerras.
– Nivel de energía 175:
dominado por el orgullo. La energía del orgullo bien dirigida es positiva, y contribuye para que las personas que viven la vida a este nivel de energía cumplan con la tarea número uno para la que están sobre esta tierra y en el universo: realizar su contrato sagrado de vivir la vida de sus sueños. Yo llamo esta realidad “acomodarse sobre la tierra”, sin lo cual no se puede ser útil a otras personas.
– Nivel de energía 200:
dominado por el coraje y el valor. En este nivel de energía es donde empieza aparecer el poder para vivir una vida saludable. Todo nivel energético debajo de 200 es débil y manipulable. El nivel energético del coraje ve la vida como excitante, estimulante y como un reto digno de enfrentar diariamente. No es posible vivir los propósitos de la vida sin la energía del coraje.
A partir de este nivel de energía, vienen otros niveles energéticos que promueven el bienestar personal y social, y que contribuyen a vivir vidas trascendentes.
A partir de este nivel de energía, vienen otros niveles energéticos que promueven el bienestar personal y social, y que contribuyen a vivir vidas trascendentes.
– El nivel de energía 250:
dominado por la neutralidad. Este nivel de energía dice: “Yo estoy bien y seguro en la tierra y en el universo. Hay suficiente abundancia para todos”.
– El nivel de energía 310:
dominado por la voluntad. Las personas que viven en este nivel de energía están abiertas al crecimiento, los retos, a los cambios del vivir cotidiano.
– El nivel de energía 350:
dominado por la aceptación. A este nivel de energía las personas saben y están conscientes que son las creadoras y las responsables de sus vidas. A partir de aquí, están los niveles energéticos de la razón (400), el amor (500), el gozo (540), la paz (600), y los niveles energéticos 700-1,000: la iluminación (alcanzados por los humanos trascendentes:
Teresa de Calcuta, Luther King, Nelson Mandela, Juan Bosh…
jueves, 26 de enero de 2017
6 Técnicas para recuperar la energía
Alguna vez has sentido que has perdido toda tu energía?…, no puedes moverte, arrastras hasta los pies y parece que te pesa hasta el alma…
¿Qué hacer en estos casos?
Para empezar toma conciencia de si hay algo en tu vida que te está agotando… Tal vez a primera vista no lo veas, pero indaga y observa…. ¿Trabajas demasiadas horas? ¿Duermes poco? ¿Comes mal? ¿Tienes algún conflicto personal o profesional?… Averigua y toma acción si es necesario.
Si no hay una causa mayor, además de los típicos consejos (come más sano, bebe más agua, duerme las horas que necesitas…) quería hablarte de 6 estrategias alternativas que pueden ayudarte a tener más energía.
1) Muévete.
Aunque no tengas ganas de ir al gimnasio o hacer deporte, ¡hazlo! Después te sentirás doblemente bien, primero porque has hecho algo por ti, y segundo porque has oxigenado la sangre y creado bienestar con las endorfinas que has generado.
Elige una hora y una actividad que te motiven: una clase de yoga, un paseo en bicicleta o un partido de pádel. Si hace falta, queda con alguien. Oblígate a moverte. Así empiezas a poner en marcha un círculo virtuoso: me muevo-me siento mejor-me quiero mover más.
2) Honra tus valores esenciales.
Tus valores esenciales son lo que es importante para ti a nivel muy profundo. Cuando haces cosas alineadas con tus valores, te sientes bien contigo misma. Es una satisfacción duradera que va más allá del placer efímero.
Digamos que para ti uno de tus valores importantes es la amistad y casi no quedas con tu gente. Pues coge tu agenda de teléfono y queda con alguien importante para ti. Aunque te dé cierta pereza inicial, desoye esa pesadez; sólo es una sensación. Verás qué bien te sientes después.
También estar en un trabajo que está en conflicto con tus valores esenciales te va a drenar mucho.
Vivir de espaldas a tus valores te consume mucha energía, es muy cansino. Toma conciencia y actúa para corregirlo.
3) Practica la gratitud.
Enfocar la mente en aquello positivo que hay en tu vida, te alejará de la preocupación y de los pensamientos negativos. “Una mente sin entrenar no sirve para nada”, dice el libro Un curso de milagros (UCDM) y estoy totalmente convencida.
Si le das rienda suelta, la mente produce mucho material tóxico, pensamientos y emociones negativas, que te roban mucha energía. Una manera de enfocar tu mente es la gratitud. Cada mañana dedica 5 minutos a dar gracias por todo lo que tienes en tu vida.
Da gracias especificando al máximo, no es lo mismo decir “Gracias por mis amigos”, que decir “Gracias por estas personas tan importantes que hay en mi vida con las que aprendo, disfruto y enriquecen mi vida día a día”. De esta manera te recreas en la gratitud.
4) Reduce tu lista de tareas pendientes.
Muy a menudo tengo la sensación de que cada tarea pendiente importante es como una piedra en mi mochila. Cuantas más piedras, más te cuesta avanzar.
Deja de “procastinar” (retrasar para “mañana”) aquellas tareas que sabes que tienes que hacer ya. Toma acción, aunque sea imperfecta. Muchas veces, mejor hecho que perfecto. Y así liberas espacio mental.
Quítate de encima todas las tareas pendientes que puedas. Si hay algunas que no puedes hacer de inmediato, dales una fecha en tu agenda y olvídate de ellas hasta que llegue el momento.
5) Diviértete.
Haz aquello que te divierte y te sube la energía… No más excusas como “no tengo tiempo”, “ahora no puedo”. Cuando tengas más energía, rendirás más y acabarás lo que te propongas en un abrir y cerrar de ojos.
¿Pintar? ¿Bailar? ¿Cantar? ¿Escalar? ¿Salir con amigos? Haz aquello que eleve tu energía.
Puede sonar egoísta, pero recuerda que el autocuidado es esencial. Cuanto mejor estés, mejor estarás para ti y para los demás.
6) Fíjate metas
A veces cuando no tienes objetivos claros en tu vida, te sientes desorientada, sin foco y sin ilusión. Marcarte metas estimulantes, te ayudará a sentirte con más vitalidad.
Hasta aquí estas estrategias, que junto con las otras más comunes, como comer más sano o dormir las horas que necesitas, te ayudarán a tener más energía… ¿Cuál te resuena más? ¿Qué otras estrategias usas tú? ¡Comparte a continuación y ayúdanos a aprender!
martes, 24 de enero de 2017
LOS NIÑOS NECESITAN SER FELICES, NO SER LOS MEJORES
Vivimos en una sociedad altamente competitiva en la que parece
que nada es suficiente y tenemos la sensación de que si no nos ponemos
las pilas, nos quedaremos rápidamente atrás, siendo barridos por los
nuevos adelantos.
Por eso, no es extraño que en las últimas décadas muchos padres hayan asumido un modelo de educación sustentado en la hiperpaternidad. Se trata de padres que desean que sus hijos estén preparados para la vida, pero no en el sentido más amplio del término sino en el más restringido: quieren que sus hijos tengan los conocimientos y las habilidades necesarias para hacerse de una buena profesión, obtener un buen trabajo y ganar lo suficiente.
Estos padres se han planteado una meta: quieren que sus hijos sean los mejores. Para lograrlo, no dudan en apuntarles en disímiles actividades extraescolares, allanarles el camino hasta límites inverosímiles y, por supuesto, empujarles al éxito a cualquier costo. Y lo peor de todo es que creen que lo hacen "por su bien".
El principal problema de este modelo educativo es que añade una presión innecesaria sobre los pequeños, una presión que termina arrebatándoles su infancia y crea a adultos emocionalmente rotos.
LOS PELIGROS DE EMPUJAR A LOS NIÑOS AL ÉXITO
Bajo presión, la mayoría de los niños son obedientes y pueden llegar a alcanzar los resultados que sus padres les piden pero, a la larga, de esta forma solo se consigue limitar su pensamiento autónomo y las habilidades que le pueden conducir al éxito real. Si no le damos espacio y libertad para encontrar su propio camino porque le colmamos de expectativas, el niño no podrá tomar sus propias decisiones, experimentar y desarrollar su identidad.
Por eso, pretender que los niños sean los mejores encierra graves peligros:
- Genera una presión innecesaria que les arrebata su infancia. La infancia es un periodo de aprendizaje, pero también de alegría y diversión. Los niños deben aprender de manera divertida, deben equivocarse, perder el tiempo, dejar volar su imaginación y pasar tiempo con otros niños. Esperar que los niños sean “los mejores” en determinado campo, poniendo sobre ellos expectativas demasiado elevadas, solo hará que sus frágiles rodillas se dobleguen ante el peso de una presión que no necesitan. Esta forma de educar termina arrebatándoles su infancia.
- Provoca una pérdida de la motivación intrínseca y el placer. Cuando los padres se centran más en los resultados que en el esfuerzo, el niño perderá la motivación intrínseca porque comprenderá que cuenta más el resultado que el camino que ha seguido. Por tanto, aumentan las probabilidades de que cometa fraude en el colegio, por ejemplo, ya que no es tan importante lo que aprenda como la nota que consiga. De la misma manera, al centrarse en los resultados, pierde el interés por el camino, y deja de disfrutarlo.
- Planta la semilla del miedo al fracaso. El miedo al fracaso es una de las sensaciones más limitantes que podemos experimentar. Y esta sensación está íntimamente vinculada con la concepción que tengamos sobre el éxito. Por tanto, empujar a los niños desde temprano al éxito a menudo solo sirve para plantar en ellos la semilla del miedo al fracaso. Como consecuencia, es probable que estos pequeños no se conviertan en adultos independientes y emprendedores, como quieren sus padres, sino que sean personas que apuesten por lo seguro y acepten la mediocridad solo porque tienen miedo a fracasar.
- Genera una pérdida de autoestima. Muchas de las personas más exitosas, profesionalmente hablando, no son seguras de sí. De hecho, muchas supermodelos, por ejemplo, han confesado que creen que son feas o están gordas, cuando en realidad son iconos de belleza. Esto sucede porque el nivel de perfeccionismo al que siempre han estado sometidas les hace creer que nunca será suficiente y que basta el más mínimo error para que los demás las desprecien. Los niños que crecen con esta idea se convierten en adultos inseguros, con una baja autoestima, que creen que no son lo suficientemente buenos como para ser amados. Como resultado, viven pendientes de las opiniones de los demás.
¿QUÉ DEBE SABER REALMENTE UN NIÑO?
Los niños no necesitan ser los mejores, solo necesitan ser felices. Por eso, solo debes cerciorarte de que tu hijo sepa:
- Que es amado, de forma incondicional y en todo momento, sin importar los errores que cometa.
- Que está a salvo, que le protegerás y apoyarás siempre que puedas.
- Que puede hacer el tonto, perder el tiempo fantaseando y jugar con sus amigos.
- Que puede elegir lo que más le gusta y dedicarse a esa pasión, sin importar de qué se trate. Que puede pasar su tiempo libre haciendo collares de flores o pintando gatos con seis patas si es lo que le apetece, en vez de practicar la fonética o el cálculo.
- Que es una persona especial y maravillosa, al igual que muchas otras personas en el mundo.
- Que merece respeto y que debe respetar los derechos de los demás.
Y QUÉ NO DEBEN OLVIDAR LOS PADRES?
También es fundamental que los padres sepan:
- Que cada niño aprende a su propio ritmo, y que no deben confundir la estimulación que desarrolla con la presión que agobia.
- Que el factor que más influye en el rendimiento académico infantil es que los padres les lean a sus hijos, que les dediquen un rato cada noche para cultivar juntos esa pasión por la lectura, no las escuelas carísimas o los juguetes hípertecnologicos.
- Que el niño que mejores calificaciones saca casi nunca es el pequeño más feliz porque la felicidad no se mide en esos términos.
- Que los niños no necesitan más juguetes sino una vida más sencilla y despreocupada, así como más tiempo con los padres.
- Que los niños merecen la libertad para explorar todo y decidir por ellos mismos que les gusta y les hace felices.
Por eso, no es extraño que en las últimas décadas muchos padres hayan asumido un modelo de educación sustentado en la hiperpaternidad. Se trata de padres que desean que sus hijos estén preparados para la vida, pero no en el sentido más amplio del término sino en el más restringido: quieren que sus hijos tengan los conocimientos y las habilidades necesarias para hacerse de una buena profesión, obtener un buen trabajo y ganar lo suficiente.
Estos padres se han planteado una meta: quieren que sus hijos sean los mejores. Para lograrlo, no dudan en apuntarles en disímiles actividades extraescolares, allanarles el camino hasta límites inverosímiles y, por supuesto, empujarles al éxito a cualquier costo. Y lo peor de todo es que creen que lo hacen "por su bien".
El principal problema de este modelo educativo es que añade una presión innecesaria sobre los pequeños, una presión que termina arrebatándoles su infancia y crea a adultos emocionalmente rotos.
LOS PELIGROS DE EMPUJAR A LOS NIÑOS AL ÉXITO
Bajo presión, la mayoría de los niños son obedientes y pueden llegar a alcanzar los resultados que sus padres les piden pero, a la larga, de esta forma solo se consigue limitar su pensamiento autónomo y las habilidades que le pueden conducir al éxito real. Si no le damos espacio y libertad para encontrar su propio camino porque le colmamos de expectativas, el niño no podrá tomar sus propias decisiones, experimentar y desarrollar su identidad.
Por eso, pretender que los niños sean los mejores encierra graves peligros:
- Genera una presión innecesaria que les arrebata su infancia. La infancia es un periodo de aprendizaje, pero también de alegría y diversión. Los niños deben aprender de manera divertida, deben equivocarse, perder el tiempo, dejar volar su imaginación y pasar tiempo con otros niños. Esperar que los niños sean “los mejores” en determinado campo, poniendo sobre ellos expectativas demasiado elevadas, solo hará que sus frágiles rodillas se dobleguen ante el peso de una presión que no necesitan. Esta forma de educar termina arrebatándoles su infancia.
- Provoca una pérdida de la motivación intrínseca y el placer. Cuando los padres se centran más en los resultados que en el esfuerzo, el niño perderá la motivación intrínseca porque comprenderá que cuenta más el resultado que el camino que ha seguido. Por tanto, aumentan las probabilidades de que cometa fraude en el colegio, por ejemplo, ya que no es tan importante lo que aprenda como la nota que consiga. De la misma manera, al centrarse en los resultados, pierde el interés por el camino, y deja de disfrutarlo.
- Planta la semilla del miedo al fracaso. El miedo al fracaso es una de las sensaciones más limitantes que podemos experimentar. Y esta sensación está íntimamente vinculada con la concepción que tengamos sobre el éxito. Por tanto, empujar a los niños desde temprano al éxito a menudo solo sirve para plantar en ellos la semilla del miedo al fracaso. Como consecuencia, es probable que estos pequeños no se conviertan en adultos independientes y emprendedores, como quieren sus padres, sino que sean personas que apuesten por lo seguro y acepten la mediocridad solo porque tienen miedo a fracasar.
- Genera una pérdida de autoestima. Muchas de las personas más exitosas, profesionalmente hablando, no son seguras de sí. De hecho, muchas supermodelos, por ejemplo, han confesado que creen que son feas o están gordas, cuando en realidad son iconos de belleza. Esto sucede porque el nivel de perfeccionismo al que siempre han estado sometidas les hace creer que nunca será suficiente y que basta el más mínimo error para que los demás las desprecien. Los niños que crecen con esta idea se convierten en adultos inseguros, con una baja autoestima, que creen que no son lo suficientemente buenos como para ser amados. Como resultado, viven pendientes de las opiniones de los demás.
¿QUÉ DEBE SABER REALMENTE UN NIÑO?
Los niños no necesitan ser los mejores, solo necesitan ser felices. Por eso, solo debes cerciorarte de que tu hijo sepa:
- Que es amado, de forma incondicional y en todo momento, sin importar los errores que cometa.
- Que está a salvo, que le protegerás y apoyarás siempre que puedas.
- Que puede hacer el tonto, perder el tiempo fantaseando y jugar con sus amigos.
- Que puede elegir lo que más le gusta y dedicarse a esa pasión, sin importar de qué se trate. Que puede pasar su tiempo libre haciendo collares de flores o pintando gatos con seis patas si es lo que le apetece, en vez de practicar la fonética o el cálculo.
- Que es una persona especial y maravillosa, al igual que muchas otras personas en el mundo.
- Que merece respeto y que debe respetar los derechos de los demás.
Y QUÉ NO DEBEN OLVIDAR LOS PADRES?
También es fundamental que los padres sepan:
- Que cada niño aprende a su propio ritmo, y que no deben confundir la estimulación que desarrolla con la presión que agobia.
- Que el factor que más influye en el rendimiento académico infantil es que los padres les lean a sus hijos, que les dediquen un rato cada noche para cultivar juntos esa pasión por la lectura, no las escuelas carísimas o los juguetes hípertecnologicos.
- Que el niño que mejores calificaciones saca casi nunca es el pequeño más feliz porque la felicidad no se mide en esos términos.
- Que los niños no necesitan más juguetes sino una vida más sencilla y despreocupada, así como más tiempo con los padres.
- Que los niños merecen la libertad para explorar todo y decidir por ellos mismos que les gusta y les hace felices.
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