Max PlanckPadre de la Ciencia Cuántica
-¿Y cómo debemos pedir?
-Como si ya se os hubiera concedido. Recuerda que la fe es el verdadero soporte de esa súplica espiritual.
-Dices que la oración -así formulada- siempre obtiene respuesta. Pero yo sé que eso no siempre es así…
El Galileo sonrió con benevolencia.
-Cuando las oraciones provienen en verdad del espíritu humano, a veces son tan profundas que no pueden recibir contestación hasta que el alma no entra en el reino de mi Padre.
-No comprendo…
-Las respuestas, no lo olvides, siempre consisten en realidades espirituales. Si el hombre no ha alcanzado el grado espiritual necesario y aconsejable para asimilar ese conocimiento emanado del reino, deberá esperar -en este mundo o en otros- hasta que esa evolución le permita reconocer y comprender las respuestas que, aparentemente, no recibió en el momento de la petición.
Tenemos que pedir como si ya se nos hubiera concedido, como si ya estuviera ahí, como si lo único que tuviéramos que hacer fuera enfocarnos en lo que hemos pedido, creándolo o llamándolo de alguna manera para que se manifieste. ¿A qué se debían estas palabras del Mesías? “Como si ya se nos hubiera concedido…”
Cuando rezamos debemos creer entonces que nuestros rezos se han cumplido, pero…¿Cómo se reza? ¿Debemos creerlo ciegamente? ¿Cerrando los ojos con fuerza e implorando fervientemente al cosmos o al reino de nuestro Padre creador para que se cumplan nuestros rezos? ¿O sencillamente debemos decirnos a nosotros mismos… “Lo que he rezado ya se ha cumplido sin más”?
La frase “como si ya se os hubiera concedido” obedece a un sinfín de realidades posibles donde todas son válidas y posibles. Es decir, cualquier cosa que imaginemos puede suceder porque ya ha sucedido, entendiéndose esto como parte de la ciencia cuántica como ya he explicado en otro post. Así que partiendo de esta premisa¿Alguien sabe cómo rezar o evocar esta serie de innumerables posibles realidades?
Todo rezo u oración está compuesto de emociones, pensamientos y de sentimientos.
La emoción es lo que hace que el pensamiento fluya, el cual a su vez guía a la emoción para que no se disperse o vaya en la dirección equivocada. Estas emociones quedan impregnadas en toda célula del cuerpo o fluyen por el cómo cuando nos enamoramos, odiamos o tenemos miedo.
El pensamiento guía nuestra emoción pero el pensamiento puro sin emoción alguna carece de energía. La emoción seria la llama que aviva el pensamiento para ser manifestado.
Si combináramos la emoción junto con el pensamiento obtendríamos el sentimiento el cual sería la clave de la oración y el rezo. Una oración sin sentimiento no contendría ningún tipo de energía.
Como dice la física cuántica, toda la creación está completa, todo existe en el eterno momento del Ahora y que todas las posibilidades de estados de existencia son ilimitados.
La emoción en el plano corporeo, el pensamiento en el plano mental y el sentimiento en el plano del alma hacen de catalizador a la apertura de la conciencia a la experiencia deseada. Como una analogía del experimento de la doble ranura, la conciencia observada es quien da el primer paso. Cuando la conciencia no es observada la manifestación digamos que funciona en “piloto automático” de forma inconsciente por el esfuerzo de la identificación de la mente y el cuerpo, el EGO. De forma contraria, cuando se pasa por la conciencia observada, al observador, la creación ocurre sin esfuerzo y de manera instantánea.
Así que como la creación existe como un estado de posibilidades, todo se nos haCONCEDIDO ya, pero realmente no hay ningún desencadenante que empuje a estas posibilidades a moverse y ahí es donde interviene la oración bien formulada la cual ya habría sido escuchada y atendida incluso antes de haberla pronunciado.
Sería solo cuestión de sentir esa verdad en el proceso de la oración. En un planteamiento de una posible oración con esta técnica no deberíamos juzgar nuestra realidad como buena o mala, eliminando todo signo de conceptualización, ni hacer uso de interpretaciones, ni caer en expectativas.
Si quisiéramos estar sanados de alguna enfermedad sencillamente utilizaríamos elSENTIMIENTO anteriormente explicado creando las condiciones necesarias en nuestro interior para observarlo en el exterior. Deberíamos crear un sentimiento de que ya es así “Estoy sanado” dando fuerza a nuestra oración para que se materializase en una posibilidad. Traemos literalmente a la conciencia lo que desde siempre ha existido dando por hecho que ya se ha cumplido, que ya existe.
Si la oración no diera resultado y perdiéramos la fe, lo que ocurriría es que volveríamos a colocarnos en el resultado que actualmente estamos experimentado en nuestro plano de realidad, es decir en lo contrario de lo expresado en la oración no siendo participes de la creación, siendo víctimas de ella en vez de creadores de ella.
Todo lo que experimentamos, literalmente todo lo que nos sucede y todo lo que hacemos es el producto de nuestra conciencia y nada más.
Se ha demostrado al menos bajo ciertas condiciones que este sentimiento aplicado a la oración produce patrones vibratorios que afectan a nuestro mundo modificando así los patrones del mundo exterior. Orar juntos es una oportunidad para compartir los frutos de nuestro mundo, Amen.
Max Planck padre de la ciencia cuántica dijo:
“Como hombre que ha dedicado toda su vida a la ciencia y al estudio de la materia, puedo decirles esto respecto a mis investigaciones sobre átomos: ¡la materia como tal no existe! Toda la materia existe por virtud de una fuerza que hace vibrar las partículas del átomo y mantiene unido a este sistema solar en miniatura… Debemos suponer que de esta fuerza existe una Mente consciente e inteligente. Esta Mente es la matriz de toda la materia”
“En un universo participativo, el acto de centrar nuestra conciencia, el acto de mirar hacia algún lado y examinar el mundo es un acto de creación en y por sí mismo. Nosotros somos la mente (o al menos somos parte de una mente mayor). Dondequiera que miremos, nuestra conciencia crea algo para que nosotros lo veamos.”
Y todo esto viene a detallar un poco mas aquello de “si quieres conseguir algo, lo primero que tienes que hacer es creértelo” cosa que los cansinos de los reptilianos y demás seres esperpenticos del universo no saben hacer.