Es muy fácil distraerse entre
todos los estímulos que recibimos día con día. La vida en la ciudad, por
ejemplo, está llena de eventos increíbles, de fiestas imperdibles, de
conciertos que siempre quisimos ver y de muchas otras tentaciones que
nos distraen de alcanzar algunos de nuestros propósitos. Sin embargo,
existen métodos para alcanzar nuestros objetivos que tienen su
fundamento en la ciencia, y aquí te contamos algunos.
1. Ten metas pequeñas, y también grandes
El viejo consejo “sueña en grande” tenía razón. De acuerdo con un estudio
sobre la motivación, el pensamiento abstracto beneficia la disciplina.
Por eso es bueno tener metas idealistas que nos mantengan motivados,
pero es importante equilibrarlas con pequeños propósitos que podamos
cumplir en lo cotidiano. Procura que tus metas pequeñas estén
encaminadas a alcanzar las grandes.
2. Crea cadenas de comportamiento
Cumplir nuestros propósitos es mucho más sencillo cuando mantenemos una rutina. Aunque romper la rutina también tiene excelentes resultados,
en relación con las metas es mejor integrarlas como parte de nuestros
hábitos. Así, por ejemplo, si una de tus metas es ir al gimnasio, puedes
empezar por fijar un horario al salir del trabajo para ir.
3. Limita tus opciones
Se ha comprobado
lo estresante que es tener que tomar muchas decisiones todos los días y
que la voluntad y el autocontrol mejoran cuando se reducen las
opciones. Por eso, lo mejor es crear rutinas de los aspectos que
consideramos más mundanos en nuestra vida y dejar las decisiones para lo
que nos importa, por ejemplo, tus principales propósitos.
4. Visualiza lo concreto, no las fantasías
Una investigación
confirmó que las personas que eran capaces de visualizarse cumpliendo
su meta en términos muy concretos (como estudiar otro idioma después de
clases) consiguieron mejores resultados que quienes se visualizaban en
términos de fantasía (hablar ese otro idioma que quieren aprender
durante un viaje por el mundo). La conclusión es que es importante
visualizarse cumpliendo nuestros propósitos para mantener la motivación,
pero lo ideal es hacerlo en pasos pequeños y realizables.
5. Identifica las fallas
Para no rendirte con tus
propósitos es importante identificar las posibles fallas que encuentres
en el camino. Cada vez que algo no suceda como querías, espera un
momento antes de rendirte y repasa qué fue lo que salió mal. Conforme
mejor identifiques las fallas de tus procesos, mayores serán tus
posibilidades para seguir adelante. Por ejemplo, si no estás comiendo
bien porque no te da tiempo de ir al súper, fija un día de la semana
para comprar los ingredientes de tu dieta.
Recuerda tener paciencia, pues
la adquisición de nuevos hábitos no es tan fácil. No obstante, también
ten disciplina. Ten claros tus motivos y trabaja en que tus acciones se
enfoquen en conquistar lo que te propones.