Un hombre fue a visitar a un sabio consejero y le dijo que ya no quería a su pareja, que pensaba separarse. El sabio lo escucho, lo miró a los ojos y solamente le dijo una palabra AMELA, luego; calló. Pero es que ya no siento nada por ella replicó el hombre...AMELA, repuso el sabio ante el desconcierto de hombre. Después de un oportuno silencio, el sabio agregó lo siguiente: Amar es una decisión, no un sentimiento, amar es dedicación y entrega, amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor.
El amor es un ejercicio de jardinería, arranque lo que hace daño, prepare el terreno, siembre, sea paciente, riegue y cuide. Este preparado porque de seguro habrá plagas, sequías o excesos de lluvia, mas no por eso abandone su labor de jardinero. AME a su pareja, es decir...aceptela, valórela, respétela, dele afecto y ternura, admirela, comprendala...Eso es todo...AMELA y vera como el amor nunca se fué, solo se durmió con la cotidianidad. Pon dedicación y constancia en tu matrimonio y veras como la felicidad nunca abandonara tu hogar!
El amor no nos promete un tiempo ilimitado de felicidad, son esos encuentros y desencuentros los que nos hacen crecer como pareja y da madurez al sentimiento y valor a los momentos felices.
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