miércoles, 28 de marzo de 2018

Cómo realizar las oraciones del Ho’oponopono en 4 pasos

¿Cómo funciona? ¿Cómo puedes sanarte a ti mismo y hacer que otros sanen? ¿Cómo puede ser que se afecten las cosas “afuera”?
El secreto es que no existe el “afuera”- todo sucede en la mente. Todo lo que vemos, lo que oímos, todas las personas con las que nos encontramos a diario, lo experimentamos en la mente. Solamentepensamos que está “afuera” y pensamos que eso nos absuelve de responsabilidad.
De hecho es lo opuesto: somos responsable de todo lo que pensamos y todo lo que llama nuestra atención. Si miramos las noticias, todo lo que oímos en las noticias es nuestra responsabilidad. Suena duro, pero significa que también somos capaces de limpiarlo, y de cambiarlo con el perdón.
Los pasos de este método son simples. Las fuerzas en funcionamiento son el arrepentimiento, el perdón, la gratitud y el amor. Son fuerzas con increíble poder.
La mejor parte de esta versión actualizada del Ho’oponopono es que puedes hacerlo tú mismo, no necesitas a nadie más, no hace falta que nadie te oiga. Puedes “decir” las palabras en tu mente. El poder está en el sentimiento y en la intención del universo de perdonar y amar.

El proceso del Ho’oponopono está compuesto de cuatro pasos  que pueden recitarse y repetirse en cualquier orden:

Paso 1- Arrepentimiento: LO SIENTO


Tal como se dijo anteriormente, eres responsable por todo lo que sucede en tu mente, incluso si parece estar “afuera”. Una vez que te des cuenta de ello, es muy natural sentirse arrepentido.
Por ejemplo: si un tornado abate mi ciudad, el sentimiento es de arrepentimiento de que algo en mi conciencia ha creado esa idea. De igual manera, siento tanto que alguien conocido se haya fracturado que me doy cuenta que yo lo causé.
Darse cuenta de esto puede ser doloroso y es posible que tiendas a resistirte a aceptar la responsabilidad por los problemas que ocurren “afuera” hasta que comiences a practicar este método en los problemas de “aquí dentro” más obvios, y veas resultados.
Por lo tanto, elige algo que sepas que te has causado a ti mismo. ¿Sobrepeso? ¿Adicción a la nicotina, alcohol u otra sustancia? ¿Tienes problemas con la ira, con el enojo? ¿Problemas de salud? Comienza allí y di que LO SIENTES. En esto consiste el primer paso: “LO SIENTO”.
También puede ser muy poderoso decirlo con mayor claridad: “Me doy cuenta de que soy responsable por (problema) en mi vida y me arrepiento de que algo en mi consciencia lo haya causado”.

Paso 2- Pedir perdón: PERDÓNAME POR FAVOR

No te preocupes de a quien le estas pidiendo perdón. ¡Sólo hazlo! Repítelo una y otra vez. Hazlo con intención real. Recuerda tu arrepentimiento del paso 1 y pide perdón.

Paso 3-  Gratitud: GRACIAS

Di GRACIAS – nuevamente, no interesa a quién o qué agradeces. Agradece a tu cuerpo por todo lo que hace por ti. Agradécete ti mismo por ser o mejor que puedes ser. Agradece a Dios, al Universo. Agradece lo que se te acaba de perdonar. Sólo di GRACIAS.

4- Ama: TE AMO

Este también puede ser el paso 1. Di TE AMO. Díselo a tu cuerpo, a Dios, al aire que respiras, a la casa que te cobija. AMA tus desafíos. Dilo una y otra vez. Siéntelo. Es el poder del Amor.

Eso es todo. La práctica del Ho’oponopono, simple y sorprendentemente efectiva.


lunes, 26 de marzo de 2018

La afirmación más poderosa para lograr lo que deseas

Si hace tiempo que te adentraste en el mundo espiritual, seguramente habrás oído hablar de la posibilidad de cambiar tu vida o poner la Ley de Atracción de tu parte mediante el uso de la afirmación. Habrás oído que mediante las afirmaciones puedes cambiar tus creencias o lograr lo que deseas.
Lo cierto es que el uso de las afirmaciones pueden ser una buena herramienta para alcanzar tus objetivos y tus deseos. Se pusieron muy de moda a lo largo del siglo XX como herramienta para cambiar hábitos, creencias y para pedir ayuda divina. Algunas de las personas que popularizaron el uso de afirmaciones positivas y los decretos fueron Emmet Fox, Conny Méndez, Florence Scovel cuyos libros de metafísica se siguen leyendo en la actualidad.
Pero quien difundió las afirmaciones como nadie fue Louise Hay, una de las precursoras de los libros de autoayuda, que nos enseñó cómo sanar nuestra vida mediante el uso de afirmaciones con su conocido libro Usted puede sanar su vida.

La forma tradicional de afirmar que no siempre funciona

La mayoría de expertos en la materia explican que hay que hacer las afirmaciones en tiempo presente como si lo que afirmamos ya fuera algo real en el momento actual, pero, desde mi punto de vista, esta forma de crear las afirmaciones tiene un fallo que hace que mucha gente fracase y no consiga ver resultados aunque dedique mucho tiempo haciendo afirmaciones. De ello te hablaré en el video que acompaña este artículo y te explicaré la forma de corregir ese error para que puedas crear la afirmación más poderosa posible para conseguir que tus deseos se hagan realidad.
Algunas personas tienen éxito utilizando afirmaciones, eso es innegable, pero las afirmaciones tradicionales no les funcionan a todas las personas que las practican incluso aunque sean muy disciplinadas y dediquen meses o años a repetirlas.
El problema no es que las afirmaciones en sí no sirvan, lo que ocurre es que la programación mental que la mayoría de las personas suele tener les impide aceptar como válido lo que están afirmando y ahí radica el problema.
En el mundo espiritual las cosas no funcionan con el lema de si no lo veo no lo creo, sino todo lo contrario, primero hay que creerlo para luego poder verlo y en el caso de nuestro deseo no es diferente, primero hay que creerlo para luego poder materializarlo. Y repetir una afirmación que no te crees hace que materializar tu deseo sea imposible.

Otra forma diferente de afirmar que logra que la afirmación funcione

Para que las afirmaciones sean capaces de superar la barrera mental de nuestras creencias no conviene tanto centrarse en pedir lo que se desea sino en pedir orientación para conseguirlo, de esta forma la mente no tiene necesidad de bloquear lo que se decreta mediante la afirmación, ya que nuestro sistema de creencias no encuentra que la afirmación esté diciendo algo irreal.
En cambio cuando afirmamos, siguiendo las directrices de quienes nos han enseñado a hacer afirmaciones en tiempo presente, por ejemplo, repitiendo que tenemos una casa con piscina ahora, una casa con piscina que en realidad no tenemos aún, nuestras barreras mentales se activan y rechazan la idea, ya que nuestra mente sabe que lo que estamos diciendo no es verdad y por lo tanto va a rechazar la idea y la va a bloquear, lo cual impedirá que logremos materializar nuestro deseo.
Si quieres aprender a crear tus propias afirmaciones de una forma poderosa que evite que tu mente las bloquee, mira el siguiente video donde se  explica cómo hacerlo

jueves, 22 de marzo de 2018

CUANDO TOMAMOS CONSCIENCIA

Cuando dejas de sentir carencias, todas las cosas vuelven a tí. 
Cuando cesas de pelearte con el mundo, todos se acercan para hablarte de amor. 
Cuando aceptas, transformas. 
Cuando te atreves a intentar lo nuevo, desaparecen los condicionamientos y el mundo te sorprende. 
Cuando te vuelves blando como el agua, penetras todos los poros de la tierra. 
Cuando comienzas a mirarte, desaparece el mundo. 
Cuando dejas ir lo que no es para tí, ese vacío atrae lo que realmente te pertenece. 
Cuando te pierdes, te encuentras. 
Cuando te decides, esa determinación encuentra a quién eres, y te susurra lo que quieres. 
Cuando renuncias a la guerra, ganas la batalla. 
Cuando aquietas tu mente, todo un universo se pone a tus pies. 
Cuando no te apresuras, todo se acerca hacia tí. 
Cuando dejas de querer controlar, el mundo se acomoda a sí mismo. 
Cuando eliges no reaccionar, cambia el resultado . 
Cuando aceptas los cambios y la incertidumbre, dejas de sufrir. 
Cuando te vuelves humilde, el mundo te pertenece. 
Cuando te encuentras a tí mismo, cesa la búsqueda. 
Cuando abrazas tu dolor, lo conviertes en amigo. 
Cuando te vuelves consciente, aparece tu verdadero ser.

martes, 20 de marzo de 2018

Pensamientos inspiradores: pensamientos positivos para empoderar tu día

Tener pensamientos inspiradores y positivos es necesario para que cada día sea productivo, pacífico y feliz. 
Podemos inspirarnos de infinidad de formas. Conocer historias de superación y esfuerzo pueden inspirarnos a buscar ser la mejor versión de nosotros mismos y a no dejarnos vencer, ni creer en imposibles. La observación y contacto con la naturaleza puede darnos ánimos y recordarnos que estamos vivos en este bello planeta.
También las afirmaciones positivas son una manera muy importante y efectiva para lograr iluminar y alcanzar el bienestar en todas las áreas de la vida, bien para concretar un proyecto, una idea, profundizar una relación, empoderarnos como personas, o para incrementar nuestra abundancia.
Dar las gracias por todo lo que ya tenemos también es fuente de inspiración y de generación de buena energía.
Si te sientes un poco desanimado, crees que no tienes la habilidad de inspirarte a ti mismo y necesitas una dosis de pensamientos positivos para levantarte el ánimo, no desesperes.
La auto-inspiración es la habilidad de transformarte a ti mismo de aburrido en apasionado, de desanimado en entusiasmado sin la ayuda del exterior.
Visualiza el resultado que quieres conseguir, imagínate consiguiendo ese empleo, llegando al lugar, recibiendo el premio, o lo que sea que quieres obtener. Tal vez quieres conocer a la personaadecuada, sentirte más tranquilo y sin estrés, o tener una vida simple y feliz. Imagínate en la situación que quieres estar, visualízala y obendrás una dosis de inspiración.
Cuando visualices no pienses en todos los posibles problemas que afrontarás antes de lograr tu objetivo. Si quieres perder peso o escribir un libro, una buena opción es pensar en el día a día, sin dejar de tener en mente el resultado que quieres obtener. Dividir la tarea en labores más pequeñas y manejables hace que el camino se nos presente más claro.
Olvida tus inhibiciones y haz las cosas que te harían más feliz ¿no es eso lo suficientemente inspirador?

Las mejores frases y pensamientos inspiradores

  1. Ten paciencia. A veces es necesario pasar por lo peor para lograr lo mejor.
  2. Debes dejar ir la vida que planeaste para poder aceptar la que te está esperando.
  3. No te preocupes por el fracaso, preocúpate por cambiar. Pierdes cuando ni siquiera lo intentas.
  4. La vida no se trata de esperar a que pase la tormenta, se trata de aprender a bailar bajo la lluvia.
  5. Habilidad es lo que eres capaz de hacer. Motivación determina lo que haces. Actitud determina que lo hagas bien. Lou Holtz
  6. Te RETO, mientras aún hay tiempo, a que tengas una MAGNÍFICA obsesión. William Danforth
  7. No se trata de ser el mejor. Se trata de ser mejor de lo que eras ayer.
  8. La mejor vista llega luego de la más dura escalada.
  9. Nuestra mayor debilidad yace en abandonar.
  10. Dar menos que lo mejor de ti es sacrificar tus dones.
  11. Cuida tus pensamientos cuando estás solo. Cuida tus palabras cuando estas con otras personas.
  12. Las grandes mentes hablan de ideas. Las mentes mediocres hablan de hechos. Las mentes pequeñas hablan de otras personas. Eleanor Roosevelt
  13. Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo… León Tolstoi
  14. El universo no está afuera. Mira dentro de ti, todo lo que quieres, ya lo eres. Rumi
  15. Camina con aquellos que buscan la verdad. Aléjate de los que creen haberla encontrado.
  16. No nos volvemos felices por ser exitosos, somos exitosos si somos felices.       Robert Holden Ph.D.

jueves, 15 de marzo de 2018

Una guía de 6 Pasos para la Auto-Sanación del Cuerpo



Esto casi nunca lo enseñan en la escuela de medicina, pero es un hecho relativamente bien conocido  que, siempre y cuando el sistema nervioso está relajado, es posible que un organismo sea capaz de cumplir con la auto-sanación del cuerpo.


Decir que se puede curar a sí mismo es un poco entrar en una paradoja. Aunque el cuerpo está equipado para curarse a sí mismo, la investigación sugiere que no se puede navegar por el proceso de auto-curación por sí solo. Se necesita el amor y el apoyo de la clase correcta de sanador. Por desgracia, la mayoría de los profesionales de la salud no tienen idea de cómo ayudar a los pacientes para facilitar la auto-sanación. 

 
Primer paso: Creer que puede curarse


Su cuerpo está muy bien equipado con mecanismos de auto-reparación naturales que se encuentran bajo la influencia de los pensamientos, sentimientos y creencias que se originan en su mente. Podemos influir si la enfermedad se manifiesta antes de tiempo, garantizando que estos mecanismos de auto-reparación estén funcionando de manera óptima.


La comunidad médica ha estado demostrando que la mente puede curar el cuerpo durante más de 50 años. En ciertos estudios, hasta el 80% de los pacientes tratados con nada más que las pastillas de azúcar o inyecciones de solución salina, informando de una resolución de los síntomas es un fenómeno que se conoce como el “efecto placebo.”


Mientras usted crea que su condición es “incurable” o “crónica”,entonces así será. Una vez que usted cree que la curación es posible, se puede hacer.


Segundo paso: Encontrar el apoyo adecuado


Decir que se puede curar a sí mismo es una especie de término equivocado, porque los datos científicos demuestra que también necesita el cuidado de crianza de un verdadero sanador, alguien optimista que comparta su creencia positiva, respete su intuición y se preocupa por su bienestar con el fin de revivir verdaderamente.




Tercer paso: Escuchar a su cuerpo y su intuición



Si bien los médicos pueden saber sobre las arterias de la pierna o la anatomía de los órganos mejor que usted, sólo usted sabe qué es lo mejor para su propio cuerpo. Su cuerpo es de hecho su negocio. El fin de este es escuchar a su intuición y confiar en lo que le dice.



¿No ha se ha puesto en contacto con su intuición? Escuche a su cuerpo que es un vehículo que utiliza su intuición para hablar con usted. Si usted tiene una sensación física en su cuerpo como dolor,tensión, náuseas, apretar los dientes, mareos, entonces pregúntele a su cuerpo lo que está tratando de comunicarle. ¡Entonces escuche! Esta es la voz de su sabiduría interior y que siempre le llevará a donde tiene que ir.

Deje que cualquier condición de salud se convierta en una oportunidad para despertar espiritual.l.

Cuarto paso: Diagnosticar las causas fundamentales de su enfermedad

Su médico le puede dar un tipo de diagnóstico, migrañas, el síndrome del intestino irritable o cáncer de mama, por ejemplo. Pero el tipo de diagnóstico que estoy hablando se pone en la raíz de lo que podría haber desencadenado este padecimiento, como el estrés en su cuerpo y la desactivación del mecanismo de auto-sanación del cuerpo.

La enfermedad es a menudo una llamada de atención que nos obliga a cuidar y prestar más atención en nuestro cuerpo. Podemos juzgar a la víctima o podemos utilizar la enfermedad como una oportunidad para despertar.

Quinto paso: Escribir la prescripción para sí mismo

Esto no va a ser el tipo de receta que se llena en una farmacia, aunque ciertamente puede incluir elementos de la medicina occidental. Es más de un plan de acción auto-guiado con la intención de hacer que su cuerpo madure con una salud óptima y una recuperación completa.

Comience por preguntarse: “¿Qué necesita mi cuerpo para curarse?” Sea lo más específico posible. Luego, reúna el valor de poner un plan en acción prescriptiva. Su receta puede incluir cambios en la dieta, un régimen de ejercicios y un plan de tratamiento médico convencional. Pero también puede incluir salir de una relación tóxica, renunciar a un trabajo, la adición de una práctica de meditación, tomar medidas para salir de la deuda.

Sexto paso: La rendición adjuntos a los resultados

Si ha seguido con resultados estos cinco pasos, usted ha hecho todo en su poder para hacer que su cuerpo cumpla con la cumplir con la auto- sanación, y el resto está fuera de sus manos. Así que tome una respiración profunda, confía en El Universo, entréguese al apego de cualquier resultado particular de la salud, y deje que cualquier condición de salud pueda ser enfrentada de la mejor manera, y permita que sea una verdadera oportunidad para el despertar espiritual.







martes, 13 de marzo de 2018

El cambio desde el YO

¿Qué significa cambio desde el sentido místico? ¡Hoy y ahora!, te invito para que reflexiones sobre tu vida, tus actuaciones y lo que quieres lograr, será el insumo principal para que logres un cambio místico y real en tu vida.

Pregúntate, ¿Tú estás dispuesto a cambiar en sentido místico, con el fin de ser mejor que tu propio hoy, logrando crear una mejor vida? Como persona ¿estás dispuesta a romper con hábitosesquemas mentales y creencias que pueden tirarte en vez de levantarte?
Para lograr el cambio, cualquiera puede señalarte el camino, sin embargo, tú como persona eres la única que tiene que hacer todo el trabajo. Ya lo dijo el gran orador Espiritual Jiddu Krishnamurti “Si no conoce uno mismo la propia relación con los bienes, si no comprende uno mismo la relación con la esposa, con los hijos ¿cómo puede otra persona resolver el conflicto que surge de esa relación?“.
La respuesta que pide el Maestro Jiddu es sencilla, simplemente comprenderse a sí mismo. ¿Por qué? Básicamente porqué tú y yo, somos la fuente de todo mal entendido y confusión, y sólo así, comprendiéndonos a sí mismos, podemos resolver los conflictos.
Sin embargo, antes de adentrarnos en este apasionante mundo del cambio desde el sentido místico, quiero que dediques un momento de tu tiempo, y reflexiones las siguientes cuestiones.
¿Qué es lo que se quiero cambiar?
¿Para qué deseo cambiar?
El cambio que quiero hacer ¿es producto de la codicia, del ego, del miedo, o de no agradecer lo que hoy disfruto?
¿El cambio me llevará a encontrar mi Luz a iluminarme, y a hermanarme con todo?
¿Este cambio que quiero hacer me ayuda a aceptar y trascender mi oscuridad?
¿Este cambio viene de la comprensión y compasión de mí mismo?
Antes de realizar el cambio¿estoy consciente de que será incomodo, que habrá quien se oponga y/o me critique, que quizá provoque burlas y tenga que empezar de cero?
Cuando deseas cambiar por respuesta a tu ego, notarás que el miedo, la codicia y la ilusión falsa llegarán a postrarse en tu vida; y aunque hicieras los cambios deseados en ella, jamás lograrás ser feliz ni pleno, no lograrás el bienestar total y eficiente. 
Ahora, si el cambio o cambios que deseas hacer son para mejorar algo en ti mismo, para progresar en tu evolución espiritual, para elevar tu vibración y paz, ¡Te felicito!, estás tomando los caminos correctos, a pesar de ser caminos incómodos, dolorosos, que requieran de un temple y una mente fuertes para soportarlo todo.
 Desde el sentido místico, es importante que tengas presente que existen cambios que van más allá de tus propias expectativas y decisiones. Hablo exactamente de los cambios producidos por la muerte, los desastres naturales, el crecimiento de los hijos y demás familiares; también, los cambios concernientes a la pareja, la culminación de ciclos y etapas, los viajes o ubicaciones diferentes de lugar de vivienda o trabajo, entre muchos otros cambios externos a sí mismo.
Deberás saber, que ante todo cambio siempre tendrás que agradecer, se trata de tu extraordinaria oportunidad de aprender del gran Maestro llamado Cambio que te ayudará siempre a observar la Verdad existente en tu vida.


lunes, 12 de marzo de 2018

Amatista, el cristal de la paz interior

  • Este maravilloso cristal color violeta corresponde al sexto chakra o del tercer ojo, por cuanto permite ir abriéndolo para conectar con realidades más sutiles, perceptibles (cuando estamos en la frecuencia adecuada) a pesar del mundo material en que vivimos.
  • Despierta nuestra intuición y la comunicación con seres angélicos. 
  • Ayuda a desarrollar las potencialidades que todos los humanos tenemos como la clarividencia, la precognición, el sexto sentido.
  • Intuitivamente permite saber qué personas no son confiables o convenientes en nuestra vida.
  • Advierte de peligros y posibles accidentes.
  • La Amatista representa el arquetipo de una madre amorosa y protectora y de esta forma actúa. Se comunica de forma sutil y amorosa que puedes percibir como una voz interna que te da consejos.
  • Es portadora del Rayo violeta por lo cual es ideal para transformar pensamientos y emociones de daño.
  • Potencia nuestra conciencia superior.
  • Despierta la sensibilidad espiritual incluso en los incrédulos.
  • Aleja energías densas.
  • Cuando la Amatista se rompe es porque absorbió un fuerte ataque (de energía negativa) que iba dirigido a su portador, evitó un accidente o una grave enfermedad. Cuando esto ocurra de inmediato reemplazala por otra y entierra con gratitud aquella que se sacrificó por ti. 
  • Tiene un poderoso efecto para eliminar la ansiedad y la angustia, aportando tranquilidad y paz interior. 
  • Su acción armonizante permite experimentar una sensación de equilibrio interno que se refleja en una mejoría evidente en las relaciones interpersonales.
  • Permite desarrollar la humildad y situarse desde un punto de vista libre de ego.
  • En momentos de sufrimiento brinda consuelo.
  • Acalla el caos interno eliminando la inquietud.
  • Muestra el camino más apropiado para resolver problemas.
  • Desde la antigüedad se cree que la Amatista atrae la felicidad conyugal y evita las discordias familiares; para este fin se pone una drusa de Amatista en la mitad de la casa o sobre una foto de la familia.
  • Se utiliza para vencer adicciones especialmente al alcohol pues ayuda a las personas a mantenerse sobrias.  
La principal forma que usa la Amatista para comunicarse es mediante los sueños. En estos puede avisar de peligros, dar mensajes y transmitir consejos. Para esto es necesario poner un cristal de Amatista bajo la almohada. Se puede dejar ahí día y noche. En este caso es importante saber que se pueden tener sueños lúcidos que darán la sensación de “estar como despierto” y esto puede ocasionar cansancio al despertar la mañana siguiente.  
Sin embargo, su efecto para combatir el insomnio y las pesadillas es muy conocido. En este caso, se pondrá un cristal de Amatista cerca de la cama por ejemplo en la mesa de noche. Puede también ponerse el cristal dentro de un vaso de agua por una hora y beber esta agua antes de dormir.
Para quienes tienen mucha dificultad para dormir, como el calor potencia los cristales, puede calentarse el agua y dejar hirviendo el cristal unos 5 minutos antes de beber el agua lentamente a sorbo corto. Luego cuando el cristal esté tibio se pasa por las sienes haciendo un suave masaje.
La Amatista ayuda a recordar los sueños por lo cual es una buena costumbre al despertar ponerla en la mano izquierda y escribir los sueños para tratar de interpretar lo que quiere decirnos.  

jueves, 8 de marzo de 2018

EL HOMBRE, LA MUJER Y SU MISIÓN

Los nativos más sabios y ancianos de la Tribu dicen que la Misión positiva del Hombre, es apoyar a la Mujer y darle ayuda para Purificarse y que construya la suficiente Prosperidad, Protección, Felicidad y Libertad en un Camino de Conocimiento para poder sentirse libre en el mundo.

También dicen que cuando se activa la Misión negativa del Hombre, su afán es capturar y poseer a la mujer y encerrarla en una jaula personal o familiar, ya sea con barrotes de oro o de hierro, quitándole su autonomía, su felicidad y Libertad a cambio de control y una celosa sobreprotección.

Los nativos más sabios y ancianos de la Tribu dicen que la Misión positiva de la Mujer consiste en apoyar al Hombre con su poder para que regrese a la Fuente Universal, hasta que se descubra y realice su sueño más Amado, encuentre su identidad en el mundo y se reencuentre con la Gran Verdad, que perdió en tiempos remotos, que es servir a su mujer, a su familia, a su tribu y al mundo de la “manera correcta” hasta que se integre al Gran Espíritu en su Ser.

Cuando en la Mujer “se activa” su Misión negativa, ella se dedica a atrapar a los hombres incautos, seducirlos y subyugarlos con su belleza y con sus talentos, para beneficio de su ego y de sus intereses mundanos superficiales… No para ayudarlo, ni para bendecirlo, ni para apoyarlo a encontrarse a si mismo, y así, nunca podrá ni él, ni ella, salir del Pantano del Samsara.

La Mujer es débil cuando está atrapada En la emocionalidad e hipersensibilidad. El hombre es débil cuando está atrapado en su mente, en su racionalidad y escepticismo. La Mujer es la que crea la Vida y tiene el poder sobre la Tierra y el Agua. Y aunque el Hombre construya las casas de la protección física, la Mujer es la que purifica, bendice, unifica y da el poder de que prospere el hogar y la Familia.

La Mujer tiene el poder sobre la Tierra, es decir sobre la Abundancia Y la Vida productiva. Ya que ella Tiene “más Agua” o Amor que el hombre, por tanto el secreto de una buena pareja es que la Mujer active la Paz, la Generosidad Y la Abundancia en su Mundo Interno, por tanto, debe apoyar y bendecir a su Hombre en lo material y espiritual, y así, ambos prosperarán y conquistarán la Libertad y la Paz más rápido.

Una mujer es Bella y “muy interesante” Cuando su Mundo Interno es equilibrado Y en su cuerpo emocional late un Corazón Compasivo, con “Aguas Limpias”. Si una Mujer tiene el “Agua Transparente” en su corazón, el “río de la vida” la apoyara para conseguir el Amor, la fluidez, y la vida que sueña, necesita y merece.

Un Hombre es muy “interesante” Cuando tiene sus 4 Elementos en equilibrio, aunque está más relacionado con el Aire y el Fuego. El Hombre debe tener Aire Puro Y una mente limpia, ordenada y enfocada, porque él es más mental y debe tener Visión a largo alcance que le permita saber de dónde viene, donde está y a adonde quiere llegar. El debe moverse y mostrar iniciativa porque él va adelante y protege.

Cuando en el Hombre su elemento Aire y Fuego están limpios y activados y cuando su Mujer hace lo correcto y lo apoya en el Mundo Interno el triunfará y ella también y su familia y descendencia serán sanos y ambos serán un gran apoyo mutuo, para su Tribu y para la Sociedad en que vivan.
Si Amas a “Tu Mujer” si Amas a “Tu Hombre” y si ambos quieren de verdad activar el Progreso Material y la Evolución Espiritual, deben aprender a despertar su Mundo Interno Mutuo.

martes, 6 de marzo de 2018

EL EXITO EN TODO

visualizar, desear, creer y trabajar por lo que se quiere.
Para lograr esto, lo primero que se  debe hacer es dar gracias por todo aquello que ya  se posee en la vida y reconocer todas las cosas hermosas que forman parte de ella. 
Desvíen su atención de lo que se encuentra mal en ustedes, de lo que está a su alrededor y en el resto del mundo; traten de apreciar aquello que es bueno en sus vidas, lo que la llena de la belleza y los sorprende cada día. Tienen que actuar como si tuviera derecho a recibir toda la abundancia y apreciar toda la belleza que posee el Universo y la manera en que estas fluyen dentro de sus vidas de forma ilimitada hasta lograr que eso ocurra de verdad. No se está diciendo que deben desperdiciar el dinero que no poseen, sino más bien que deben tomar conciencia sobre los distintos beneficios que actualmente se encuentran a su disposición y que pueden disfrutar.
Sus pensamientos tienen mayor poder de lo que pueden llegar a imaginar, pero deben ser conscientes que el permitir que el temor, la negatividad, la culpa y la duda, entren en sus vidas, debilitan e incluso cancelan completamente sus afirmaciones. Tengan claro lo que desean atraer a sus vidas y luego afírmenlo de manera consciente, sin dejarse opacar por sentimientos negativos, así que sientan la magnitud y la fuerza de sus almas, no de su ego. Entréguese plenamente al bien supremo y agradezcan conscientemente cada uno de los pequeños milagros que permiten que se abra el camino a través del cual, podrán alcanzar el éxito en lo que desean, ya que al centrarse en los aspectos positivos de sus vidas, fortalecerán dichas energías y permitirán que sean atraídas en mayor medida.
Atrévanse a soñar, luchen por lo que desean y reclamen todo aquello que la Fuente les ha otorgado mientras están en este mundo.

lunes, 5 de marzo de 2018

LOS CUATRO ACUERDOS, El cuarto acuerdo

EL CUARTO ACUERDO
Haz siempre lo máximo que puedas

Sólo hay un acuerdo más, pero es el que permite que los otros tres se conviertan en hábitos profundamente arraigados. El Cuarto Acuerdo se refiere a la realización de los tres primeros: Haz siempre lo máximo que puedas.
Bajo cualquier circunstancia, haz siempre lo máximo que puedas, ni más ni menos. Pero piensa que eso va á variar de un momento á otro. Todas las cosas están vivas y cambian continuamente, de modo que, en ocasiones, lo máximo que podrás hacer tendrá una gran calidad, y en otras no será tan bueno. Cuándo te despiertas renovado y lleno de vigor por la mañana, tu rendimiento es mejor que por la noche cuándo estás agotado. Lo máximo que puedas hacer será distinto cuándo estés sano que cuándo estés enfermo, o cuándo estés sobrio que cuándo hayas bebido. Tu rendimiento dependerá de que te sientas de maravilla y feliz o disgustado, enfadado o celoso.
En tus estados de ánimo diarios, lo máximo que podrás hacer cambiará de un momento á otro, de una hora á otra, de un día á otro. También cambiará con el tiempo. A medida que vayas adquiriendo el hábito de los cuatro nuevos acuerdos, tu rendimiento será mejor de lo que solía ser.
Independientemente del resultado, sigue haciendo siempre lo máximo que puedas, ni más ni menos. Si intentas esforzarte demasiado para hacer más de lo que puedes, gastarás más energía de la necesaria, y al final tu rendimiento no será suficiente. Cuándo te excedes, agotas tu cuerpo y vas contra ti, y por consiguiente te resulta más difícil alcanzar tus objetivos. Por otro lado, si haces menos de lo que puedes hacer, te sometes á ti mismo á frustraciones, juicios, culpas y reproches.
Limítate á hacer lo máximo que puedas, en cualquier circunstancia de tu vida. No importa si estás enfermo o cansado, si siempre haces lo máximo que puedas, no te juzgarás á ti mismo en modo alguno. Y si no te juzgas, no te harás reproches, ni te culparás ni te castigarás en absoluto. Si haces siempre lo máximo que puedas, romperás el fuerte hechizo al que estás sometido.
Había una vez un hombre que quería trascender su sufrimiento, de modo que se fue á un templo budista para encontrar á un maestro que le ayudase. Se acercó á él y le dijo: «Maestro, si medito cuatro horas al día, ¿cuánto tiempo tardaré en alcanzar la iluminación?». El maestro le miró y le respondió: «Sí meditas cuatro horas al día, tal vez lo consigas dentro de diez años».
El hombre, pensando que podía hacer más, le dijo: «Maestro, y si medito ocho horas al día, ¿cuánto tiempo tardaré en alcanzar la iluminación?».
El maestro le miró y le respondió: «Si meditas ocho horas al día, tal vez lo lograrás dentro de veinte años».
«Pero ¿por qué tardaré más tiempo si medito más?», preguntó el hombre.
El maestro contestó: «No estás aquí para sacrificar tu alegría ni tu vida. Estás aquí para vivir, para ser feliz y para amar. Si puedes alcanzar tu máximo nivel en dos horas de meditación, pero utilizas ocho, sólo conseguirás agotarte, apartarte del verdadero sentido de la meditación y no disfrutar de tu vida. Haz lo máximo que puedas, y tal vez aprenderás que independientemente del tiempo que medites, puedes vivir, amar y ser feliz».
Si haces lo máximo que puedas, vivirás con gran intensidad. Serás productivo, y serás bueno contigo mismo porque te entregarás á tu familia, á tu comunidad, a todo. Pero la acción es lo que te hará sentir inmensamente feliz. Siempre que haces lo máximo que puedes, actúas. Hacer lo máximo que puedas significa actuar porque amas hacerlo, no porque esperas una recompensa. La mayor parte de las personas hacen exactamente lo contrario: sólo emprenden la acción cuándo esperan una recompensa, y no disfrutan de ella. Y ese es el motivo por el que no hacen lo máximo que pueden.
Por ejemplo, la mayoría de las personas van á trabajar y piensan únicamente en el día de pago y en el dinero que obtendrán por su trabajo. Están impacientes esperando á que llegue el viernes o el sábado, el día en el que reciben su salario y pueden tomarse unas horas libres. Trabajan por su recompensa, y el resultado es que se resisten al trabajo. Intentan evitar la acción; ésta entonces se vuelve cada vez más difícil, y esos hombres no hacen lo máximo que pueden.
Trabajan muy duramente durante toda la semana, soportan el trabajo, soportan la acción, no porque les guste, sino porque sienten que es lo que deben hacer. Tienen que trabajar porque han de pagar el alquiler y mantener a su familia. Son hombres frustrados, y cuando reciben su paga, no se sienten felices. Tienen dos días para descansar, para hacer lo que les apetezca, ¿y qué es lo que hacen? Intentan escaparse. Se emborrachan porque no se gustan a sí mismos. No les gusta su vida. Cuando no nos gusta cómo somos, nos herimos de muy diversas maneras.
Sin embargo, si emprendes la acción por el puro placer de hacerlo, sin esperar una recompensa, descubrirás que disfrutas de cada cosa que llevas a cabo. Las recompensas llegarán, pero tú no estarás apegado a ellas. Si no esperas una recompensa, es posible que incluso llegues a conseguir más de lo que hubieses imaginado. Si nos gusta lo que hacemos y si siempre hacemos lo máximo que podemos, entonces disfrutamos realmente de nuestra vida. Nos divertimos, no nos aburrimos y no nos sentimos frustrados.
Cuando haces lo máximo que puedes, no le das al Juez la oportunidad de que dicte sentencia y te considere culpable. Si has hecho lo máximo que podías y el Juez intenta juzgarte basándose en tu Libro de la Ley, tú tienes la respuesta: «Hice lo máximo que podía». No hay reproches. Ésta es la razón por la cual siempre hacemos lo máximo que podemos. No es un acuerdo que sea fácil de mantener, pero te hará realmente libre.
Cuando haces lo máximo que puedes, aprendes a aceptarte a ti mismo, pero tienes que ser consciente y aprender de tus errores. Eso significa practicar, comprobar los resultados con honestidad y continuar practicando. Así se expande la conciencia.
Cuando haces lo máximo que puedes no parece que trabajes, porque disfrutas de todo lo que haces. Sabes que haces lo máximo que puedes cuando disfrutas de la acción o la llevas a cabo de una manera que no te repercute negativamente. Haces lo máximo que puedes porque quieres hacerlo, no porque tengas que hacerlo, ni por complacer al juez o a los demás.
Si emprendes la acción porque te sientes obligado, entonces, de ninguna manera harás lo máximo que puedas. En ese caso, es mejor no hacerlo. Cuando haces lo máximo que puedes, siempre te sientes muy feliz; por eso lo haces. Cuando haces lo máximo que puedes por el mero placer de hacerlo, emprendes la acción porque disfrutas de ella.
La acción consiste en vivir con plenitud. La inacción es nuestra forma de negar la vida, y consiste en sentarse delante del televisor cada día durante años porque te da miedo estar vivo y arriesgarte a expresar lo que eres. Expresar lo que eres es emprender la acción. Puede que tengas grandes ideas en la cabeza, pero lo que importa es la acción. Una idea, si no se lleva a cabo, no producirá ninguna manifestación, ni resultados ni recompensas. 

viernes, 2 de marzo de 2018

LOS CUATRO ACUERDOS, EL TERCER ACUERDO....

EL TERCER ACUERDO No hagas suposiciones

El tercer acuerdo consiste en no hacer suposiciones. Tendemos a hacer suposiciones sobre todo. El problema es que, al hacerlo, creemos que lo que suponemos es cierto. Juraríamos que es real. Hacemos suposiciones sobre lo que los demás hacen o piensan nos lo tomamos personalmente y después, los culpamos y reaccionamos enviando veneno emocional con nuestras palabras. Este es el motivo por el cual siempre que hacemos suposiciones, nos buscamos problemas. Hacemos una suposición, com prendemos las cosas mal, nos lo tomamos personalmente y acabamos haciendo un gran drama de nada.
Toda la tristeza y los dramas que has experimentado tenían sus raíces en las suposiciones que hiciste y en las cosas que te tomaste personalmente. Concédete un momento para considerar la verdad de esta afirmación. Toda la cuestión del dominio entre los seres humanos gira alrededor de las suposiciones y el tomarse las cosas personalmente. Todo nuestro sueño del infierno se basa en ello.
Producimos mucho veneno emocional haciendo suposiciones y tomándonoslas personalmente, porque, por lo general, empezamos a chismorrear a partir de nuestras suposiciones. Recuerda que chism orrear es nuestra forma de comunicarnos y enviarnos veneno los unos a los otros en el sueño del infierno. Como tenemos miedo de pedir una aclaración, hacemos suposiciones y creemos que son ciertas; después, las defendemos e intentamos que sea otro el que no tenga razón. Siempre es mejor preguntar que hacer una suposición, porque las suposiciones crean sufrimiento.
El gran mitote de la mente humana crea un enorme caos que nos lleva a interpretar y entender mal todas las cosas. Sólo vemos lo que queremos ver y oímos lo que queremos oír. No percibimos las cosas tal como son. Tenemos la costumbre de soñar sin basarnos en la realidad. Literalmente, inventamos las cosas en nuestra imaginación. Como no entendemos algo, hacemos una suposición sobre su significado, y cuando la verdad aparece, la burbuja de nuestro sueño estalla y descubrimos que no era en absoluto lo que nosotros creíamos.
Un ejemplo: Andas por el paseo y ves a una persona que te gusta. Se vuelve hacia ti, te sonríe y después se aleja. Sólo con esta experiencia puedes hacer muchas suposiciones. Con ellas es 
posible crear toda una fantasía. Y tú verdaderamente quieres creerte la fantasía y convertirla en realidad. Empiezas a crear un sueño completo a partir de tus suposiciones, y puede que te lo creas:
«Realmente le gusto mucho». A partir de esto, en tu mente empieza una relación entera. Quizás, en tu mundo de fantasía, hasta llegues a casarte con esa persona. Pero la fantasía está en tu mente, en tu sueño personal.
Hacer suposiciones en nuestras relaciones significa buscarse problemas. A menudo, suponemos que nuestra pareja sabe lo que pensamos y que no es necesario que le digamos lo que queremos. Suponemos que hará lo que queremos porque nos conoce muy bien. Si no hace lo que creemos que debería hacer, nos sentimos realmente heridos y decimos: «Deberías haberlo sabido».
Otro ejemplo: Decides casarte y supones que tu pareja ve el matrimonio de la misma manera que tú. Después, al vivir juntos, descubres que no es así. Esto crea muchos conflictos; sin embargo, no intentas clarificar tus sentimientos sobre el matrimonio. El marido regresa a casa del trabajo. La mujer está furiosa y el marido no sabe por qué. Quizá sea porque la mujer hizo una suposición. No le dice a su marido lo que quiere porque supone que él la conoce tan bien que ya lo sabe, como si pudiese leer su mente. Se disgusta porque él no satisface sus expectativas. Hacer suposiciones en las relaciones conduce a muchas disputas, dificultades y malentendidos con las personas que supuestamente amamos.
En cualquier tipo de relación, podemos suponer que los demás saben lo que pensamos y que no es necesario que digamos lo que queremos. Harán lo que queremos porque nos conocen muy bien. Si no lo hacen, si no hacen lo que creemos que deberían hacer, nos sentimos heridos y pensamos: «¿Cómo ha podido hacer eso? Debería haberlo sabido». Suponemos que la otra persona sabe lo que queremos. Creamos un drama completo porque hacemos esta suposición y después añadimos otras más encima de ella.
El funcionamiento de la mente humana es muy interesante. Necesitamos justificarlo, explicarlo y comprenderlo todo para sentirnos seguros. Tenemos millones de preguntas que precisan respuesta porque hay muchas cosas que la mente racional es incapaz de explicar. No importa si la respuesta es correcta o no; por sí sola, bastará para que nos sintamos seguros. Esta es la razón por la cual hacemos suposiciones.

Si los demás nos dicen algo, hacemos suposiciones, y si no nos dicen nada, también las hacemos para satisfacer nuestra necesidad de saber y reemplazar la necesidad de comunicarnos. Incluso si oímos algo y no lo entendemos, hacemos suposiciones sobre lo que significa, y después, creemos en ellas. Hacemos todo
tipo de suposiciones porque no tenemos el valor de preguntar.
La mayoría de las veces, hacemos nuestras suposiciones con gran rapidez y de una manera inconsciente, porque hemos establecido acuerdos para comunicarnos de está forma. Hemos acordado que hacer preguntas es peligroso, y que la gente que nos ama debería saber qué queremos o cómo nos sentimos. Cuándo creemos algo, suponemos que tenemos razón hasta el punto de llegar á destruir nuestras relaciones para defender nuestra posición.
Suponemos que todo el mundo ve la vida del mismo modo que nosotros. Suponemos que los demás piensan, sienten, juzgan y maltratan como nosotros lo hacemos. Está es la mayor suposición que podemos hacer y es la razón por la cuál nos da miedo ser nosotros mismos ante los demás, porque creemos que nos juzgarán, nos convertirán en sus víctimas, nos maltratarán y nos culparán como nosotros mismos lo hacemos. De modo que, incluso antes de que los demás tengan la oportunidad de rechazarnos, nosotros ya nos hemos rechazado á nosotros mismos. Así es como funciona la mente humana.
También hacemos suposiciones sobre nosotros mismos, y esto crea muchos conflictos internos. Por ejemplo, supones que eres capaz de hacer algo, y después descubres que no lo eres. Te sobrestimas o te subestimas á ti mismo porque no te has tomado el tiempo necesario para hacerte preguntas y contestártelas. Tal vez necesites más datos sobre una situación en particular. O quizá necesites dejar de mentirte á ti mismo sobre lo que verdaderamente quieres.
A menudo, cuándo inicias una relación con alguien que te gusta, tienes que justificar por qué te gusta. Sólo ves lo que quieres ver y niegas que algunos aspectos de esa persona te disgustan. Te mientes á ti mismo con el único fin de sentir que tienes razón. Después haces suposiciones, y una de ellas es: «MI amor cambiará a esta persona». Pero no es verdad. Tu amor no cambiará a nadie. Si las personas cambian es porque quieren cambiar, no porque tú puedas cambiarlas. Entonces, ocurre algo entre vosotros dos y te sientes dolido. De pronto, ves lo que no quisiste ver antes, sólo que ahora está amplificado por tu veneno emocional. Ahora tienes que justificar tu dolor emocional y echar la culpa de tus decisiones a los demás.
No es necesario que justifiquemos el amor; está presente o no lo está. El amor verdadero es aceptar a los demás tal como son sin tratar de cambiarlos. Si intentamos cambiarlos significa que, en realidad, no nos gustan. Por supuesto, si decides vivir con alguien, si llegas a ese acuerdo, siempre será mejor que esa persona sea exactamente como tú quieres que sea. Encuentra a alguien a quien no tengas que cambiar en absoluto. Resulta mucho más fácil hallar a alguien que ya sea como tú quieres que sea, que intentar cambiar a una persona. Además, ese

alguien debe quererte tal ¡como eres para no tener que hacerte cambiar en absoluto. Si otras personas piensan que tienes que cambiar, eso significa que, en realidad, no te aman tal como eres. ¿Y para qué estar con alguien si tú no eres tal como quiere que seas?
Debemos ser quienes somos, de modo que no tenemos que presentar una falsa imagen. Si me amas tal como soy, muy bien, tómame. Si no me amas tal como soy, muy bien, adiós. Búscate a otro. Quizá suene duro, pero este tipo de comunicación significa que los acuerdos personales que establecemos con los demás son claros e impecables.
Imagínate tan sólo el día en que dejes de suponer cosas de tu pareja, y a la larga, de cualquier otra persona de tu vida. Tu manera de comunicarte cambiará completamente y tus relaciones ya no sufrirán más a causa de conflictos creados por suposiciones equivocadas. 


LOS CUATRO ACUERDOS – Don Miguel Ruiz