viernes, 29 de enero de 2016

LA ABUNDANCIA NO SE ADQUIERE, SE SINTONIZA. Dr. Wayne Dyer

¿Qué es la abundancia? La abundancia es un estado del ser. La abundancia es el estado en el cual sientes que tienes todo lo que quieres. Es un sentimiento activo, una emoción. La abundancia está en tu humor vibratorio, la abundancia está en tus emociones diarias. La abundancia es parte de tu integridad y está en tu mente, cuerpo y espíritu. La abundancia no es una cuenta en dólares o cosas materiales como mucha gente piensa.
Dr. Wayne Dyer
¿Qué es la pobreza? La pobreza también es un estado del ser. Pobreza es el estado de carecer de lo que quieres. Pobreza es el estado de resistencia para tener lo que quieres. Es un sentimiento activo, una emoción. La pobreza está en tu humor vibratorio, la pobreza está en tus emociones diarias. La pobreza es parte de tu integridad y está en tu mente, cuerpo y espíritu. La pobreza no es la ausencia de dinero en tu cuenta bancaria o cosas materiales como mucha gente piensa.
Si, la abundancia y la pobreza son estados del ser. Están en nuestras creencias, pensamientos y emociones. Por eso es que hay algunas personas que no tienen muchas cosas materiales y son felices, tienen abundancia en sus vidas porque ellos creen y sienten que tienen todo lo que ellos quieren; por otro lado, podemos ver algunas personas que tienen muchas cosas materiales y se rodean de lujos y están quejándose todo el tiempo porque no tienen suficiente. Este tipo de personas no tiene abundancia en sus vidas aun cuando ellos tienen todas las cosas materiales que quieren.
Siendo que la abundancia y la pobreza son estados del ser, podemos crearlas a través de nuestro humor vibracional, de nuestras emociones o estados de ánimo.
¿Qué estas creando diariamente? Si te estás quejando de la falta de dinero y diciéndote a ti mismo y a los demás que es muy difícil tener dinero, o que el dinero es un problema, estos sentimientos están bloqueando la abundancia y estas creando más pobreza. Pero tú puedes crear lo que quieras.
¿Qué quieres crear, pobreza o abundancia? Somos creadores y creamos cosas de adentro hacia afuera. La abundancia es una emoción, la emoción de tener todo lo que quieres sin importar las circunstancias.
Quizás estas pensando: Es fácil de decirlo, pero es muy difícil cuando tienes deudas y no tienes dinero para pagar las cuentas, y es correcto, es muy difícil, así que estás creando más pobreza cuando piensas de esa forma y empeoras tu situación. Si quieres crear abundancia en tu vida, la forma mas fácil es empezar con tus palabras. Las palabras crean pensamientos. La repetición de las palabras se convierte en creencias, y las creencias crean sentimientos; tú puedes activar esos sentimientos para convertirlos en emociones y tus emociones son tu humor vibracional.
Empieza por saber que tú te mereces sólo cosas buenas, lo mejor. La abundancia te está esperando, sólo necesitas estar en el mismo humor vibracional.
 He aquí tres cosas que puedes hacer para estar en el humor correcto y permitir que la abundancia llegue a tu vida:
1. Repite y practica afirmaciones positivas: Yo merezco sólo cosas buenas. Yo soy abundancia. Cada célula de mi cuerpo, mente y espíritu está llena de abundancia. Yo estoy abierto(a) a recibir dinero en mi vida. El dinero llega a mí de diferentes formas.
2. Se agradecido por todo lo que tienes (no te quejes por las cosas que no tienes o que has perdido). La gratitud abre las puertas para recibir lo que estás pidiendo y te hace sentir merecedor. Gracias Dios por todo lo que tengo y por las cosas maravillosas que están por llegar a mí. No te acuestes sin agradecer de cinco a diez cosas que te ocurrieron durante el día. También puedes escribir tus afirmaciones de gratitud en tu diario de agradecimientos.
3. Practica el Tapping Meridiano* para corregir o cambiar tus creencias y estados de ánimo sobre el dinero y permitir que la abundancia llegue a tu vida.
 El Universo está lleno de abundancia y está esperando para darte lo que es tuyo. Toma esfuerzo y mucha practica para cambiar tu pobreza en abundancia, pero vale la pena porque es lo que tú mereces. La abundancia es un estado del ser y tú puedes crearla ¿Que estas esperando?

 

 

Afirmaciones para la abundancia

El pensamiento es como arcilla que está lista a ser modelada por una mente paciente y sabia. Las palabras son esa fuerza que le da forma al pensamiento y dibuja un horizonte para tu vida. Tu pensamiento es palabra. Tu palabra es pensamiento. Palabra y pensamiento son la esencia de lo que eres y de la forma como vives.
Hay afirmaciones que tienen un poder trascendental. No solamente enfocan tu pensamiento hacia ideales elevados, sino que también logran que las mejores energías del universo se concentren y lleven hasta ti la buena fortuna.
No olvides que el destino se construye. La vida es un regalo de un poder superior que desea tu felicidad, tu prosperidad, tu crecimiento. Si las cosas no marchan como lo esperas, quizás se debe a que no sabes cómo atraer las fuerzas positivas.
Tal vez has vivido momentos difíciles y permitiste que tu corazón y tu mente se cegaran a lo más bello de la vida. Quizás te has dejado contaminar por otros de emociones negativas y tienes miedo de soñar, de crecer.
Es momento de que hagas un alto y tomes consciencia de que si piensas que todo va a estar mal, seguro todo irá mal. Pero, en cambio, si abres tu corazón y empeñas tu voluntad en atraer la buena fortuna, con toda certeza ella tocará a tu puerta.
Estas son las 20 afirmaciones para atraer la abundancia:
  • Atraigo el éxito y la prosperidad con todas mis ideas.
  • Todos mis pensamientos, planes e ideas me llevan directamente al éxito.
  • Las oportunidades y las ventajas están detrás de cada puerta que abro.
  • La prosperidad y el éxito son el estado natural de mi mente.
  • Mi personalidad irradia confianza, convicción y optimismo.
  • Tengo siempre más que dinero suficiente para satisfacer mis necesidades.
  • El dinero inesperado simplemente cae en mi regazo.
  • Mi actitud es más feliz y saludable cada día.
  • Me encanta lo que hago y disfruto de ello.
  • Soy un imán éxito.
  • Soy un apasionado de aumentar mi fortuna.
  • Estoy a cargo de mi vida.
  • Celebro continuamente mi buena fortuna.
  • Me estoy volviendo mejor en lo que hago todos los días.
  • A cada paso, una oportunidad aparece frente a mí.
  • Todo lo que necesito me está siendo suministrado.
  • Tengo el poder para hacer las cosas más increíbles.
  • Todos los días, en todos los sentidos, soy cada vez más próspero.
  • Estoy destinado a ser próspero. Tengo abundancia para compartir y me sobra.
  • Siempre imagino la abundancia para mí y para los demás.

Para lograr que lo mejor de la vida llegue hasta ti debes mantener cerca un listado con esas afirmaciones. Busca un lugar tranquilo, ojalá en la primera hora del día. Concéntrate y repite una a una estas frases. Verás cómo la magia bondadosa del destino se inclina hacia ti y tu vida mejora.

miércoles, 27 de enero de 2016

Cuando te apartes de personas que te llevan hacia atrás, tu vida irá hacia adelante

Nuestra vida muchas veces depende en alto porcentaje de las personas de quienes nos rodeamos, si es cierto que cada persona que se nos cruza en nuestro camino nos enseña algo y forma parte de nuestro crecimiento, también es cierto que podemos escoger cómo y cerca de quién crecer. Por lo que una decisión acertada es limitar nuestras relaciones lo más posible de las bien llamadas personas tóxicas.

Algunos perfiles de personas tóxicas :

Negativas: A este tipo de personas les cuesta sonreírle a la vida, su atención se centra en la parte negativa de todo y hacen muchas veces un esfuerzo sobrehumano por encontrar ese lado poco optimista. Son las típicas personas que le consiguen un pero a cada solución.
Egocéntricas: El mundo gira en torno a este tipo de personas, todo lo que ocurre en el mundo tiene que ver con ellas, son los protagonistas de todas las historias, hasta de las que poca relación mantienen con ellas.
Descalificadoras: Este tipo de personas manifiestan su toxicidad a través de descalificaciones de las situaciones o personas que las rodean, son inconformes por naturaleza y siempre encontrarán la manera de menospreciar los logros y acciones de quienes se relacionan con ellas.
Víctimas: La vida está en su contra todo el tiempo, según estas personas, nada les sale bien y están condenados al fracaso, les gusta llamar la atención a través de la compasión y la lástima, por lo general responsabilizan a agentes externos de todos sus innumerables males.
Arrogantes: Las personas arrogantes suelen pensar que el mundo existe para servirles y no en el mejor sentido, sino uno muy despectivo, manifiestan actitudes donde demuestran que se consideran superiores a los demás.

Envidiosas: Son las típicas personas que no se alegran sinceramente de los logros de los demás, exteriorizan que lo de ellas es mejor que lo de otras personas, a nivel interior sufren con el éxito ajeno y les tortura ver que otra persona consigue lo que ellos quieren.
Violentas: Son personas altamente reactivas, no terminan de escuchar algo cuando ya brincan con una explosión de ira, tiene poco autocontrol y suelen maltratar a las personas que pertenecen a su entorno.
Muchas de estas características las podemos encontrar cruzadas por naturaleza, por ejemplo: las personas que se sienten víctimas, por lo general son envidiosas, al igual que las descalificadoras, los arrogantes y violentos suelen ser egocéntricos, los envidiosos negativos, en fin, nos dan un abanico de opciones de las cuales podemos escoger para considerarlos personas tóxicas.

Deja ir a personas que sólo llegan para compartir quejas, problemas, historias desastrosas, miedo y juicio de los demás. Si alguien busca un cubo para echar su basura, procura que no sea en tu mente.
Dalai Lama

A menos que también tengamos un toque de estas actitudes, como por ejemplo: “Víctimas”, una muestra de amor propio y de inteligencia debe ser mantenernos al margen y si es posible alejarnos radicalmente de personas que afecten nuestra salud, mental y física, y principalmente nuestra felicidad.

martes, 26 de enero de 2016

LA LLAVE DE LA GRATITUD ¿POR QUÉ Y PARA QUÉ ES IMPORTANTE AGRADECER? (Extracto del Libro de Rhonda Byrne – El Poder)

Cuando estás agradecido por las cosas que tienes, no importa cuán pequeñas puedan ser, recibirás más de esas cosas. Si estás agradecido por el dinero que tienes, por poco que sea, recibirás más dinero. Si estás agradecido por una relación, aunque no sea perfecta, la relación mejorará. Si estás agradecido por el trabajo que tienes, aunque no sea el trabajo de tus sueños, recibirás mejores oportunidades en tu trabajo. ¡Porque la gratitud es el gran multiplicador de la vida!

La gratitud comienza con una simple palabra —gracias—, pero tienes que estar agradecido con todo tu corazón. Mientras más comiences a decir gracias, más lo sentirás y más amor darás. Hay tres maneras de utilizar el poder de la gratitud en tu vida, y cada una de ellas es dando amor:

1. Sé agradecido por todo lo que has recibido en tu vida (el pasado)…
2. Sé agradecido por todo lo que estás recibiendo en tu vida (el presente)…
3. Sé agradecido por todo lo que quieres en tu vida como si ya lo hubieras recibido (el futuro)…
Si no sientes gratitud por lo que has recibido y estás recibiendo, no estás dando amor y no tienes el poder para cambiar ninguna de las actuales circunstancias. Cuando das gracias por lo que has recibido y continúas recibiendo, se multiplican esas cosas. Al mismo tiempo, ¡la gratitud te trae lo que quieres! Sé agradecido por lo que quieres en tu vida como si ya lo hubieras recibido, y la ley de atracción dicta que tienes que recibirlo.
¿Te imaginas que algo tan simple como ser agradecido puede multiplicar todo lo que amas y cambiar totalmente tu vida?
Un hombre divorciado, solo, deprimido y con un trabajo que odia, decidió poner en práctica el amor y la gratitud todos los días para cambiar su vida.
Empezó siendo positivo hacia todas las personas con las que hablaba durante el día. Cuando llamaba a sus viejos amigos y familiares, los sorprendía diciéndoles lo positivo y feliz que estaba. Comenzó a estar agradecido por todo lo que tenía, incluyendo el agua corriente. He aquí lo que ocurrió en su vida en 120 días: Todo lo que odiaba en su trabajo cambió milagrosamente y ahora le encanta su trabajo. Su trabajo incluso lo lleva a lugares que siempre había querido visitar.
Tiene las mejores relaciones con todos los miembros de su familia, lo cual no había ocurrido nunca antes. Pagó lo que debía de su automóvil y siempre tiene el dinero que necesita. Sus días son buenos no importa lo que está ocurriendo. Y se volvió a casar ¡con su primer amor de cuando estaban en décimo grado!
“La gratitud por la abundancia que has recibido es la mejor garantía de que la abundancia continuará”.
Mahoma (570-632).
FUNDADOR DEL ISLAM.
Si practicas un poco de gratitud, tu vida cambiará un poco. Si practicas mucha gratitud todos los días, tu vida cambiará en maneras que apenas eres capaz de imaginar ahora. No sólo la gratitud lo multiplica todo en tu vida, sino que también elimina las cosas negativas. No importa cuán negativa sea la situación en que te encuentras, siempre puedes encontrar algo por lo que estar agradecido, y al hacerlo, aprovechas la fuerza del amor que elimina la negatividad.

Es imposible sentirse triste o tener sentimientos negativos cuando estás agradecido. Si estás en medio de una situación difícil, busca algo que agradecer.
Cuando encuentres algo, entonces busca otra cosa más, y después otra, porque cada cosa que encuentres por la que estar agradecido cambia la situación. ¡La gratitud es el puente que te lleva desde los sentimientos negativos hasta aprovechar la fuerza del amor!

“La gratitud es una vacuna, una antitoxina y un antiséptico”.
John Henry Jowett (1864-1923).
PREDICADOR PRESBITERIANO Y ESCRITOR.
Cuando te ocurre algo bueno en el curso de tu día, da gracias. No importa cuán pequeño sea, di gracias. Cuando consigues el estacionamiento perfecto, escuchas tu canción favorita en la radio, llegas a un semáforo que te da luz verde o encuentras un asiento vacío en el autobús o el tren, di gracias. Estas son todas cosas buenas que estás recibiendo de la vida.
Da gracias por tus sentidos: los ojos que ven, los oídos que oyen, la boca que saborea, la nariz que huele y la piel que te deja sentir. Da gracias por las piernas para caminar, las manos que usas para hacerlo casi todo, la voz que te permite expresarte y comunicarte con otros. Da gracias por el increíble sistema de inmunidad que te mantiene sano o te cura y por los órganos que mantienen tu cuerpo inmaculado para que puedas vivir. Da gracias por la magnificencia de tu mente humana que ninguna tecnología de computación en el mundo puede igualar. Tu cuerpo entero es el mejor laboratorio en el planeta y no hay nada que pueda siquiera aproximarse a replicar su magnificencia. ¡Eres un milagro!
Da gracias por los árboles, los animales, los océanos, los pájaros, las flores, las plantas, los cielos azules, la lluvia, las estrellas, la luna y nuestro bello planeta.
Da gracias por el transporte que utilizas cada día. Da gracias por todas las compañías que te suministran servicios esenciales para que puedas vivir con comodidades. Tantos seres humanos se han esforzado y sudado para que puedas abrir un grifo y tener agua fresca. Tantos seres humanos entregaron el trabajo de sus vidas para que puedas apretar el botón de la luz y tener electricidad. Piensa en la magnitud de seres humanos que trabajaron como esclavos día tras día, año tras año, para colocar vías férreas a través de todo el planeta. Y es casi imposible imaginar el número de personas que se rompieron el lomo trabajando en las carreteras sobre las que manejamos y que forman una red de conexión en la vida del mundo.

Para utilizar el poder de la gratitud, practícala. Mientras más gratitud sientes, más amor das; y mientras más amor das, más recibes.
¿Te sientes agradecido por tu salud cuando estás bien? ¿O nada más notas la salud cuando tu cuerpo se enferma o te duele?
¿Te sientes agradecido cuando duermes bien por la noche? ¿O das por sentado que duermes bien y sólo piensas en dormir cuando te sientes privado del sueño?
¿Te sientes agradecido por tus seres queridos cuando todo marcha bien? ¿O sólo hablas acerca de tus relaciones cuando surgen problemas?
¿Estás agradecido por la electricidad cuando usas un efecto eléctrico o prendes una luz? ¿O sólo piensas en la electricidad cuando hay un apagón?
¿Estás agradecido por estar vivo cada día?
Cada segundo es una oportunidad de estar agradecido y multiplicar las cosas que amas. Yo antes pensaba que era una persona agradecida, pero no supe realmente lo que es la gratitud hasta que la practiqué.
Si estoy manejando o caminando, uso el tiempo para dar gracias por todo en la vida. Aun cuando camino de la cocina al baño doy gracias. Digo con el corazón: “Gracias por la vida. Gracias por la armonía. Gracias por la alegría. Gracias por la salud. Gracias por la diversión y las emociones. Gracias por la maravilla de la vida. Gracias por todo lo fenomenal y bueno en mi vida”. ]”

FUENTE:  BYRNE, Rhonda. El Poder.  Extracto del Capítulo “Las llaves del Poder”.

lunes, 25 de enero de 2016

DEJAR DE LAMENTARSE, SE ATRE LO QUE SE VIBRA.

DEJAR DE LAMENTARSE


" Todo ser que desee alcanzar una victoria
rapida sobre lo externo tiene que dejar inmediatamente
de lamentarse por las condiciones externas, porque al
hacer esto, sin saberlo, le esta dando poder a la apariencia
externa que esta reteniendo en la mismisima condicion
de la que desea salir. Una vez mas, permitanme
recordales que no le den poder a nada salvo
a Dios en sus mentes, en sus negocios,
en sus hogares, ¡en sus mundos ! 



                              ATRAES LO QUE VIBRAS
Tu frecuencia siempre tendera a acercarte y vincularte a personas con tu misma vibración y es totalmente lógico y normal. Pero debes considerar también acercarte a, o permitir que se acerquen aquellos cuya vibración no armoniza con la tuya, recuerda siempre que no has venido solo a evolucionar en forma independiente sino también a ayudar a que otros lo hagan. Esta no solo es tu misión como maestro sino también como alumno ya que de ellos también aprenderás y ejecitaras todo aquello que aun te falta pulir.

jueves, 21 de enero de 2016

LA CULMINACIÓN DE LA EVOLUCIÓN HUMANA - EL HOMO IMBECILIS

Nuestro bien instalado paradigma científico nos dice que el ser humano moderno es el resultado de una larga cadena evolutiva de mamíferos y primates que –por obra y gracia de las consabidas mutaciones aleatorias– produjo un homínido supuestamente inteligente, consciente de sí mismo y capaz de dominar y modelar la naturaleza a su antojo. Pero mira por dónde, la evolución debe ser caprichosa –por decir algo– porque la especie humana es la única que no posee un único lenguaje común (más allá del lenguaje no verbal) para comunicarse con sus semejantes. ¿Extraño, no? Eso nos hace ser más diferentes entre nosotros y tener unas marcadas identidades de las que muchos se sienten orgullosísimos.
Sea como fuere, la ortodoxia científica nos ha catalogado como Homo sapiens, la especie que ha venido poblando la Tierra desde hace decenas de miles de años y que ha ido avanzando en su desarrollo, ya no estrictamente biológico, sino básicamente en sus capacidades cognitivas y creativas, dando pie a la cultura y la civilización. En fin, ahora podríamos discutir si el hombre es realmente sapiens (sabio) –y quizá lo fue en un pasado muy remoto– pero mucho me temo que las cosas han ido a peor y que el Homo sapiens es una denominación bastante incorrecta para definir al ser humano actual. Así pues, podríamos decir que hemos sufrido una especie de “involución”, que se ha traducido en la aparición de un nuevo espécimen al que podríamos bautizar científicamente con el nombre de Homo imbecilis.
¿Cuáles serían las características de este novísimo homínido? En cuanto a su localización, se extiende por la casi totalidad del planeta, pues habita todas en las zonas civilizadas y muy especialmente el llamado mundo occidental o primer mundo. No se aprecia distinción racial importante, aunque el hombre blanco es probablemente el mayor exponente de esta nueva especie, seguido por las razas asiáticas, simplemente por su enorme peso demográfico.
El Homo imbecilis es fundamentalmente urbanita y es un homínido de su tiempo, instalado en la modernidad, el progreso y la alta tecnologíaDe hecho, es más próximo a una máquina que a un ser consciente. No sabe nada de nada, pues la educación básica –o incluso avanzada– que ha recibido ha llenado su mente de mentiras y estupideces. Desde luego, cree saber muchas cosas (sobre todo aquel que tiene  estudios superiores, másters, y demás), pero no es más que un almacén de datos superfluos que él no ha razonado, ni contrastado ni criticado. Se orienta fundamentalmente por su sistema de creencias, que inocentemente considera que es suyo. Lo cierto es que ha ido incorporando a su cerebro lo que le han programado (perdón, quise decir “enseñado”) y no ve el mundo más que con los ojos de su amo.
En su comportamiento social, es el perfecto animal gregario que forma parte de un rebaño desorientado y pusilánime. El Homo imbecilis está en su salsa cuando se mueve en un entorno borreguil masivo, promovido por la educación, las costumbres y sobre todo por los medios de comunicación y más últimamente por las tecnologías de la información (Internet, redes sociales, etc.). Se rige por emociones básicas e impulsos y tiende a hacer lo que hace todo el mundo para no convertirse en un “excluido social”. Es muy fácil de manipular y convencer; no es nada complicado hacerle creer que él es soberano y protagonista de los acontecimientos, cuando en realidad lo están llevando dócilmente al matadero. Él cree en los Estados y en las instituciones, y no se imagina un mundo sin leyes ni normas. Todo tiene que estar perfectamente reglamentado y organizado. En este contexto, el buen Estado se preocupa de uniformizar a la gente para que no haya diferencias indeseables y todos puedan ser como todos; además vela en todo momento por nuestra seguridad y por nuestro bien con medidas de control de todo tipo, y así da la tranquilidad adecuada al Homo imbecilis.
Su actitud diaria es la de estar enganchado permanentemente a un artefacto-droga llamado teléfono móvil (o dispositivos similares) con el cual juega, se comunica, se “informa” o simplemente pasa el rato, enviando mensajes y fotos y riéndose de buena gana. Además, ahora se hace selfies porque está de moda y es guay. Trabaja, come, viaja, duerme, se levanta, se acuesta, acompañado de su inseparable artilugio y sufre hasta la exasperación cuando se da cuenta que ha salido de su casa sin su aparato querido. El Homo imbecilis también ve la televisión, y se cree todo lo que allí se dice, como en el pasado su ancestro el Homo sapiens se creyó lo que decía el párroco desde su púlpito eclesial. Aparte, con la televisión trata de divertirse y desconectar de la realidad a veces dura y fatigosa mirando series, deportes, concursos y otros divertimentos pensados para hacer su vida más llevadera…
El mundo del Homo imbecilis está construido en torno a los bienes materiales, a los que tiene en la más alta estimaempezando por su casa y su coche. Valora el dinero como su dios principal en este mundo y hace planes para conservarlo y acrecentarlo en la medida de lo posible. Entretanto, vive instalado en un estado de permanente miedo e inseguridad, y está preocupado por fenómenos que apenas puede comprender como el paro, la crisis económica, el terrorismo, el cambio climático, la pérdida de las pensiones, etc. Por lo demás, se identifica con su bello (o no tan bello) cuerpo y se preocupa obsesivamente de su aspecto físico, su indumentaria, sus complementos, su apariencia de cara a los demás… Come de forma compulsiva, engorda, y luego va al gimnasio, hace deporte, hace dietas, toma pastillas, se hace liposucciones y cirugía estética… o está obsesionado con su dieta vegetariana, sus productos naturales y ecológicos, etc; son dos caras aparentemente muy distintas… de una misma moneda.
Y mientras tanto, enferma, va al médico, lo machacan a medicamentos y terapias agresivas, lo llevan de un sitio a otro, le hacen mil y una pruebas, se obsesiona con sus índices y marcadores y se olvida de vivir. Está literalmente aterrado por la muerte, hasta que lo acaban fulminando. Pero no sabe por qué está aquí ni le preocupa.
¿Quiere ver al Homo imbecilis en su ambiente? Está en la oficina pegado a una pantalla de ordenador, en una cadena de montaje industrial colocando piezas, en el metro jugando con su móvil, en el fútbol gritando como un poseso, en el restaurante devorando una paella, en la playa tostándose junto a otros miles de tostados, en las manifestaciones promovidas por “movimientos populares”, en los megaconciertos de música electrónica, en un gran complejo comercial buscando las mejores ofertas, en un gigantesco atasco de coches a la entrada de una ciudad, en una larga cola frente al mostrador de una entidad bancaria…
El Homo imbecilis es, en suma, un pobre desgraciado, un robot, un pelele, un mamarracho, un pedazo de carne, una cosa sin espíritu ni voluntad. O dicho de otro modo, nace dormido, vive dormido y muere dormido (y donde dice “dormido” también pueden poner “anestesiado” o “hipnotizado”). A esto hemos llegado… para satisfacción del amo.
Pero no seamos derrotistas; la evolución (y no precisamente biológica) tal vez pronto nos depare alguna sorpresa, cuando el Homo imbecilis empiece a mirar para dentro cada vez más y encuentre al ser que realmente es. Parece que algunos ejemplares de esta especie ya han entrado en esta fase… y en este caso, el amo ya no está tan satisfecho.
el homo ibecilis
© Xavier Bartlett 2015 -  Licenciado en Prehistoria e Hª Antigua por la Universidad de Barcelona

martes, 19 de enero de 2016

LAS PALABRAS DEL MAESTRO

Un día, un discípulo vio a lo lejos a su maestro dirigirse hacia el río. Empezó a correr hasta estar lo suficientemente cerca para llamarle:
-         ¡Maestro! ¡Maestro!
Este, al oír que alguien le llamaba se detuvo girando la cabeza para ver quién era. El alumno se le acercó y le dijo:
-         Amado maestro, hace días que llevo dándole vueltas a una situación y querría saber su opinión para encontrar la respuesta.
El sabio le miró bondadosamente y dijo:
-         Si lo que esperas de mi es una opinión, no puedo ayudarte. Las respuestas no se encuentran en lo que piensan los demás, sino en lo que sientes tú en relación a la situación.
El joven escuchaba atentamente las palabras del venerable. A continuación, éste prosiguió:
-         Sólo uno mismo puede encontrar el camino y la respuesta adecuada a las dudas de su mente. El corazón alberga toda la sabiduría que uno puede llegar a tener. (Pausa). Escucha a tu corazón, y verás la luz de tu preocupación.
-         Pero maestro, por más que vaya a mi interior no encuentro la luz a mis preguntas.
-         Quizás son demasiadas – dijo el anciano. Ves de una en una. Elige la que para ti es la clave de todas las demás y céntrate en ella. Siéntela en ti y verás como la penumbra desaparece, sintiendo la expansión en tu interior y la liberación de tus inquietudes. Las respuestas se sienten, no se piensan. Las vas a encontrar cuando puedas sentir el amor en ellas y liberarte de sus influencias.
-         …
-         Eres un alma libre y no hay nada que te limite. Aquello que pueda parecerte una duda o algo por aprender, solo es parte de tu mente, porque tu corazón siente la paz en tu presente y la calidez de la luz que hay en ti. En ella, sabes que todo llega a su tiempo y que nada debes de temer o preocuparte.
El discípulo escuchaba atentamente las palabras de su mentor. Cuando éste finalizó, el joven preguntó:
-         Así, maestro, nuestro afán por conocer solo es una intervención de nuestra mente porque lo que debemos de saber ya nos lo es dado en cada momento. (Pausa). Pero – como interesado en saber más -, si quiero saber más porque siento que estoy preparado, ¿qué puedo hacer?
El maestro le respondió:
-         Abrir tu corazón, dejar que el silencio te abrace y sentir la gratitud en ti, bendiciendo tu presente con todo lo que ya se te ofrece, para que tu alma pueda dejar espacio para lo nuevo. Deja que el amor te guíe, y que él dirija tus pasos, tus pensamientos y que tu presencia sea lo que tu corazón sienta.
Después de unos segundos de silencio, el discípulo expresó:
-         Ahora lo entiendo amado maestro. Solo debo ser yo y el camino me llevará a la Luz.
El maestro hizo una sonrisa y un gesto de confirmación de sus palabras. Se dispuso a proseguir su camino cuando el joven le dijo:
-         Gracias maestro. Sus palabras dieron respuesta a mi pregunta. ¿Quiere saber cuál era?
El sabio le miró fijamente a los ojos, sabiendo que le diría igualmente aunque él le dijera que no. Hizo un gesto de expresión de espera y a continuación el chico dijo sin esperar un segundo más:
-         La pregunta que me hacía era ¿qué puedo hacer a partir de ahora en mi vida cuando siento que una etapa ya ha finalizado en mí?
El maestro hizo un saludo con la cabeza, y con una expresión sonriente continuó su camino hacia el río.
El discípulo miró al suelo, dio un puntapié a una piedra que estaba junto a él y poniendo una cara de satisfacción, corrió hacia la entrada de la población que es donde se encontraba el monasterio dando un salto de cuando en cuando.
No hay nada que no puedas saber desde la sabiduría de tu interior.
¡No busques! ¡Siente!
¡No dudes! ¡Acepta!

Tu corazón te llevará a la Luz.

lunes, 18 de enero de 2016

DESPROGRAMA TU SER - ANTHONY DE MELLO


Cuando venía hacia aquí, en el avión me dijeron: "Mira, ya salimos de la India, ahí está la frontera". Yo me asomé y por más que miraba, no vi ni una línea, ni una barrera natural de separación. ¿Es que existen las fronteras en la naturaleza? No están más que en nuestra mente. Toda la tierra es de todos, y toda cultura no son más que ideas que nos separan.
"Hubo un niño blanco que se perdió en la selva y se crió con una tribu de cultura distinta. Cuando creció se casó con una nativa de aquella cultura. Ocurrió que una amiga de su mujer se le murió su marido en una guerra, y aquella noche, al pensar en su amiga sola, la mujer nativa dijo a su marido blanco: Oye, me gustaría que fueses a consolar a mi amiga, que está sola, y como ya no tiene marido, te acostases con ella. El marido, que recordaba aún rasgos de su cultura, se negaba horrorizado, pero al final, complació a su mujer. Cuando volvió, la mujer le dijo: "Ya sabía que eras buen hombre y yo ahora te quiero más, porque eres compasivo y me siento orgullosa de ti"
¡Qué bella cultura, pero qué difícil de entender y seguir para nosotros! No existe separación en las razas, sólo distintas culturas programadas en nuestras mentes. En la naturaleza no existen fronteras. El honor, el éxito y el fracaso no existen, como tampoco la belleza ni la fealdad, porque todo consiste en una manera de ver de tu cultura. Es lo cultural lo que provoca esas emociones ante el nombre de patria, raza, idioma o pueblo. Son distintas formas de ver que están programadas en nuestra mente. La patria es el producto de la política y la cultura es la manera de indoctrinarte.
Cuando eres un producto de tu cultura, sin cuestionarte nada, te conviertes en un robot. Tu cultura, tu religiosidad y las diferencias raciales, nacionales o regionales te han sido estampadas como un sello y lo tomas como algo real. Te enseñaron una religiosidad y una forma de comportarte que no has elegido tú, sino que te vino impuesta desde fuera, antes de que tuvieses edad o discernimiento para decidir, y sigues así, con ella colgada, como una piedra al cuello.
Sólo lo que nace y se decide desde adentro es auténtico y te hace libre. Lo que haces como hábito que no puedes dejar de hacer porque te domina, te hace dependiente, esclavo de lo que crees, porque te lo han programado.
Sólo lo que surge de dentro, lo analizas, lo pasas por tu criterio y te decides a ponerlo en práctica asumiéndolo, es tuyo y te hace libre.
Tienes que liberarte de tu historia y de tu programación para responder por ti mismo y no de personaje a personaje.
Lo mismo ocurre con lo que creemos amor y no es más que un modelo cultural aceptado por la mente. No se puede vivir influenciado por el pasado. Lo menos que se puede hacer por el amor es ser sincero, tener claridad de percepción y llamar a cada cosa por su nombre. Ser capaz de dar la respuesta precisa sin engañar ni engañarte.
Por que te amo te doy la respuesta precisa sin engañar ni engañarte. Por que te amo te doy la respuesta desde mi realidad, que te corresponde a ti y a tu realidad en este momento. Más tarde no sé que puede ocurrir, y por ello no te hago promesas que no sé si podría cumplir.
Esto es lo menos que puedes exigirle al amor: la sinceridad, la espiritualidad consiste en ver las cosas, no a través de cristales de color, sino tal como son. La espiritualidad ha de nacer de ti mismo, y cuando seas tú mismo, serás más espiritual.
NO SEAS FOTOCOPIA
No imitéis a nadie, ni siquiera a Jesús. Jesús no era copia de nadie. Para ser como Jesús, has de ser tú mismo, sin copiar a nadie, pues todo lo auténtico es lo real, como real era Jesús.
La culpabilidad y la crítica no existen más que en la mente de la cultura. Las personas que menos se preocupan de la vida de ahora, de vivir el presente, son las que más se preocupan por la venidera.
Preocúpate por estar despierto, vive el ahora y no te importará el futuro. Cuando tu mentalidad cambia, todo cambia para ti a tu alrededor. Lo que antes te preocupaba tanto, ahora te importa un bledo, y, en cambio, vas descubriendo cosas maravillosas que antes te pasaban desapercibidas.
Lo que más les preocupa a las personas programadas, es tener la razón. Tienen miedo de perder sus ideas, en las que se apoyan, porque les da pavor el riesgo, el cambio, la novedad y se agarran de sus viejas ideas porque ya están fosilizadas.
Nuestra vida se convierte en un lío porque tomamos como realidad lo que no son más que programaciones que no sirven para nada y nos agarramos a ellas porque no sabemos descubrir otra cosa. En el fondo tenemos una gran inseguridad, y para sentirnos mejor, vamos a consultar a los que creemos que saben más que nosotros, creyendo que ellos nos van a solucionar los problemas. Pero los problemas, que sólo existen en nuestra imaginación, sólo despertando los solucionaremos.
FÁCIL Y DIFÍCIL
"Se cuenta que había un gran maestro llamado Buso, que era casado y tenía una hija, todos con fama de sabiduría y de santidad. Un día se acercó un hombre al maestro y le preguntó: -"¿La iluminación es fácil o difícil?". Y Buso contestó: "-Es tan difícil como alcanzar la luna". No conforme, el hombre se acercó a la mujer de Buso y le hizo la misma pregunta, a lo que ella contestó: "-Es fácil, es tan fácil como beberse un vaso de agua". Intrigado quedó el hombre y para salir de dudas le hizo la misma pregunta a la hija del maestro, que le contestó: "¡Hombre, si lo haces difícil es difícil, pero si lo haces fácil...!"
Lo más difícil es la capacidad de ver, ver simplemente, con sinceridad, sin engañarte, porque el ver significa cambio, nada a qué agarrarse, y estamos acostumbrados a buscarnos asideros y a andar con muletas. En cuanto llegas a ver con claridad tienes que volar, y volar es no tener nada en donde agarrarse. Necesitamos desmontar la tienda en la que nos refugiábamos y seguir por el sendero adelante sin apoyos.
El susto mayor es por la aniquilación de todo miedo, puesto que los miedos han sido el manto en que nos envolvíamos para no ver ni ser vistos. Dejar las cosas atrás y enfrentarse a la felicidad cuando no quieres ser feliz a ese precio. Una felicidad que has de expresar tú y no esperar a que te la den hecha.
Aunque vas diciendo que buscas la felicidad, lo cierto es que no quieres ser feliz. Prefieres volver al nido antes de volar porque tienes miedo, y el miedo es algo conocido y la felicidad no.
En mi profesión de psicólogo advierto cada día esto. Lo primero que tiene que entender el buen psicólogo, es que el que viene a él no busca curación, sino el alivio, la comodidad, pero no quiere cambiar; es demasiado expuesto y comprometido.
Es como aquel que está metido en la porquería hasta la boca y lo único que le preocupa es que no le hagan olas, no que lo saquen de allí. Lo malo es que la mayoría equiparan la felicidad con conseguir el objeto de su apego, y no quieren saber que la felicidad está precisamente en la ausencia de los apegos, y en que ninguna persona ni cosa tenga poder sobre ti.

 ANTHONY DE MELLO

viernes, 15 de enero de 2016

HERRAMIENTAS DE PROSPERIDAD - FRUTA CON AGUA

La mejor forma de ver la prosperidad y abundancia es en la naturaleza, las frutas son el símbolo de la riqueza, las frutas representan las diferentes formas que
nos da Dios para nuestro sustento; el sabor, los colores, los olores
incluyendo los aportes nutritivos siempre han sido base para nuestra
vida.
El agua es portadora de vida, es el símbolo de limpieza, de pureza, de salud.
La fruta sumergida en agua es otra herramienta de limpieza que se disfruta con la vista, la mente y al paladar!!!
Pon en el vaso además de la fruta los deseos puros de corazón, coloca en él
los deseos que anhelas en tu vida, porque serán también para los demás
quienes compartes tu realidad. Mentalmente pon cada deseo, cada
petición y mírala en tu mente como otra fruta sumergia. El agua limpia
y purifica el deseo para hacerlo idóneo, perfecto y razonable para la
Divinidad.

Supe de una persona que lo hizo, y debajo del vaso colocó sus cuentas por pagar, sus documentos
bancarios y para él los resultados son excelentes.

Aunque no precisamente sirve para lo ecnonómico, puedes usarlo para lo que deseas, salud mental, física o
del alma. Para sanar relaciones, para limpiar memorias de dolor, para
borrar creencias de género, etc. Tú creas tu propia sanación.

A limpiar y sanar memorias!!!

La imagen de fondo del vaso es una visión del ADN, asi que esto refuerza
la imegen hasta tenerla en nuestro ADN, espero les guste.

jueves, 14 de enero de 2016

LIMPIE SU CASA, PURIFIQUE SU MENTE

Las tareas domésticas pueden resultar sencillas, divertidas y ayudar a encontrar la armonía y serenidad interior. ¿No lo cree? Un monje budista japonés explica cómo aplicar las técnicas de limpieza de los templos en nuestro hogar
“Qué le parecería hacer la limpieza de casa como la hacen los monjes budistas? No es difícil, al contrario, es muy divertido. Si quiere purificar su alma sin moverte de casa, puede hacerlo transformando las tareas del hogar en un ejercicio espiritual”, señala el monje budista japonés Keisuke Matsumoto.
 
“La jornada de un monje comienza con la limpieza. Se barre el interior del templo, el jardín, y se friega el suelo de la sala principal. No limpiamos porque esté sucio o desordenado sino para librar al espíritu de cualquier sombra que lo nuble”, según el religioso, autor del “Manual de limpieza de un monje budista”.
 
“¿No se cuenta acaso que uno de los discípulos de Buda encontró el nirvana o liberación del sufrimiento, mientras estaba barriendo?”, recuerda este monje del templo Komyoji (www.koumyouji.com) de Tokio.
 
Para aplicar y aprovechar los consejos prácticas y las reflexiones filosóficas y espirituales de Matsumoto, no hace falta llegar a tanto. Tampoco es necesario ser oriental, ni budista, ni retirarse a un monasterio zen, sino estar predispuesto a redescubrir la vida con una nueva mirada y efectuar, bajo una actitud diferente, una de las tareas humanas más universales: la higiene doméstica.
 
De hecho el propio Matsumoto, licenciado en Filosofía por la Universidad de Tokio y con un máster en administración de negocios, introdujo la mentalidad empresarial en el universo budista al sostener que “la gestión de un templo es análoga a la de una empresa. La única diferencia es que el objetivo no es la ganancia, sino la felicidad de sus fieles”. El monje también lleva el blog del templo y su página de Facebook recibe miles de visitas.
 
“Si limpiamos y ordenamos nuestra casa nosotros mismos, nuestra mente se concentra en el presente, y en vivir el ‘aquí ahora’, una de las llaves de la felicidad y éxito en la vida y el trabajo”, explica a Efe, el japonés Keisuke Matsumoto.
 
Para el religioso nuestro ambiente refleja nuestra mente y, donde existe desorden, no hay serenidad. “Si una persona puede llegar a ser verdaderamente feliz, incluso en un entorno desordenado, entonces debe ser Buda, es decir ‘un despierto’”, bromea.
 
Para la limpieza doméstica, según Matsumoto, no hace falta volver al siglo anterior, y “puesto que vivimos en el siglo XXI, podemos utilizar una aspiradora, no obstante, cualquiera que sea la herramienta o método que elijamos, lo que importa es mantener la actitud de  no postergar lo que debería hacerse hoy”, explicó
 
CON LA ESCOBA, ATENTOS AL ‘AQUI Y AHORA’
 
“En esta sociedad moderna, el progreso conduce al mundo industrializado que, a su vez, nos impulsa a dejar de lado las tareas manuales. No niego el progreso en sí mismo, que también tiene sus beneficios, pero en medio del progreso tenemos que ser conscientes de nuestro estado mental”, añade.
 
Según este monje,  “los seres humanos tienden orgánicamente a pensar y actuar con la mente centrada en sí mismos, pero esa mente egoísta no les hace felices. Por otra parte, muchas personas están fuertemente conectadas con el mundo materialista y eso les distrae de pensar en lo que es más importante para ellos, y se olvidan de hacerlo”.
 
“En ese sentido, efectuar la limpieza de la casa, o del templo en el caso de los monjes budistas,  es una práctica diaria que ayuda a cultivar la mente,  e incluso algo tan monótono como barrer el jardín con una escoba, logra revitalizarnos”, según Matsumoto.
 
¿Cómo podemos motivarnos cuando no nos gusta la limpieza de la casa o nos da pereza realizar las tareas domésticas?, le preguntamos al monje.
 
“Supongamos que usted es una persona muy ocupada pero, ¿se ocupa de lo que es realmente importante en su vida? No se convierta en un esclavo de la eficiencia. Observe su entorno más cercano en lugar del futuro o el pasado”, señala Matsumoto, para quien todo lo necesario para ser feliz “ya está aquí”.
 
“Supongamos que no nos gusta el trabajo de la casa y pagamos a otras personas para limpiarla. Esto no está necesariamente mal. Hagamos lo que hagamos, será bueno, siempre y cuando vivamos en el momento presente”, añade.
 
En todo caso, según Matsumoto hay que tener presente que el ambiente de la casa es uno de los factores fundamentales que afectan directamente al estado de ánimo y hay que reflexionar si, mientras otra persona contratada limpia nuestro hogar, nos dedicamos a hacer algo más valioso que la limpieza doméstica o si mantenemos nuestra mente en calma, sin divagar hacia los problemas cotidianos.
 
“En el budismo, no existe una división entre uno mismo y los demás. Consideramos que todas las cosas y seres son interdependientes unos de otros”, destaca Matsumoto.
 
“Así, el ambiente que nos rodea está conectado con nosotros y refleja nuestra mente: cuando ese entorno es desordenado, nuestra mente también. Si mantenemos hermosa nuestra casa, nuestra mente estará muy clara y tranquila”, añade.
 
“Darse cuenta de que todo es interdependiente, es la lección espiritual primordial que puede extraerse de la realización de la limpieza doméstica”, explica a Efe.
 
DECÁLOGO DE LA LIMPIEZA CONSCIENTE
 
No hay que dedicar mucho tiempo, ni hacer grandes esfuerzos para limpiar y ordenar, pero hay que cultivar el hábito de hacerlo cada día, señala Keisuke Matsumoto, quien brinda un decálogo de recomendaciones y claves para encontrar la armonía y la serenidad, realizando las tareas domésticas de forma atenta, y eliminando las impurezas que nublan nuestra alma:
 
1.- Quienes no cuidan los objetos, tampoco cuidan de las personas. Cualquier objeto ha sido creado con esfuerzo y dedicación. Cuando limpiemos o pongamos orden, debemos tratar las cosas con cuidado.
 
2.-  Tengamos gratitud hacia las cosas que nos han sido útiles y, cuando realmente no las necesitemos, hagámoslas resplandecer con una nueva luz dándoselas a quien pueda hacer buen uso de ellas.
 
3.-  La limpieza debe hacerse a primera hora de la mañana. Si empezamos en silencio, rodeados por la calma, cuando la vegetación y las personas de alrededor aún duermen, nuestro corazón se sentirá en paz y nuestra mente despejada.
 
4.-  Por la noche, antes de irnos a dormir, debemos recoger, guardar y ordenar las cosas que hemos utilizado y desordenado durante el día, para dejarlas tal y como estaban, y facilitar la limpieza al día siguiente.
 
5.-  Puede que al principio nos cueste, pero si conseguimos limpiar por la mañana y ordenar por la noche, notaremos como nuestro espíritu y cuerpo se mantienen despejados a lo largo del día y podremos disfrutar de una espléndida jornada.
 
6.-  Antes de limpiar, hay que abrir las ventanas y ventilar para purificar el aire. Sentir en la piel la frescura del aire que entra, hace que uno se sienta más despierto y puro y, si llenamos con éste los pulmones, las ganas de limpiar surgen de forma natural.
 
7.-  El aire que entra es templado y agradable en primavera y otoño, bochornoso en verano y gélido en invierno, pero sentir su benevolencia y su dureza en nuestra piel nos pone en contacto con nuestra fragilidad humana, la Naturaleza y la fuerza de la vida.
 

8.-  Para respetar la vida, evitando que proliferen los insectos y tener que matarlos innecesariamente, debemos recoger después de las comidas, tirar la basura orgánica, evitar que se acumule el agua en sitios y recipientes y podar bien la vegetación.
 
9.-  En vez de arrepentirnos del pasado o preocuparnos por el futuro, debemos vivir plenamente el ahora y esforzarnos por no arrepentirnos mañana. Aplicado a purificar el espíritu mediante la limpieza sería: “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”.
10.-  Repartir y rotar la limpieza ente todos los miembros de la familia ayuda a valorar lo que los demás hacen por nosotros. Comprender que nuestras existencias dependen unas de otras nos ayuda a trabajar en equipo y a hacer las cosas pensando en los otros.