lunes, 29 de febrero de 2016

13 LECCIONES DE VIDA QUE TODOS DEBERÍAMOS APRENDER

Una de las cosas más importantes que todos deberíamos aprender en la vida es a amarnos a nosotros mismos. No simplemente amarnos, sino aceptarnos sin condiciones. Esto no significa ser egocentrista, significa perdonarte a ti mismo cuando cometes un error (después de todo eres humano), significa que debes apreciarte por las cosas buenas que tienes, y ser capaz de amar a otros con todo tu corazón, porque tu corazón sabe lo que es el verdadero amor. Estos 13 ejercicios mentales te conducirán por el camino del verdadero amor propio.
1. Recuérdate las cosas que amas de ti

Muchos permiten que sus errores gobiernen sus vidas en lugar de sus triunfos. La primera cosa que debes recordar es lo especial que eres. Cuando conoces tu valor, el mundo es capaz de reconocerlo. Recuerda que tú eres un espejo del mundo que te rodea – cuando estas molesto por el error de alguien más, es porque internamente estás reconociendo ese error en ti mismo. Lo mismo ocurre del modo contrario, tu amor por otros refleja el amor que sientes por ti mismo. Así que recuérdate a menudo todas aquellas cosas maravillosas que has logrado y que eres, y te aseguro que el mundo también lo hará.
2. Puedes hacer planes a futuro, pero debes vivir el ahora

Hay un curioso dicho que dice ''La gente hace planes y Dios se ríe''. Incluso si intentas planificar cada paso de tu vida antes de tiempo, siempre hay sorpresas y oportunidades que puedes perder por no haberles puesto atención. Vive el momento, disfruta lo que tienes ahora porque eso puede desaparecer mañana.
3. La aprobación es importante, pero tú eres más importante

Tú no tienes porque ser uno más de la manada, y tú no necesitas permiso para ser quien realmente eres. Eres tu mismo, y si la gente a tu alrededor no puede aceptar eso, no es tu problema, es de ellos. No es ser egoista, es recordar que no es un crimen poner tus necesidades en primer lugar.
4. Aléjate de las influencias negativas


Si tienes personas en tu vida que constantemente te están llevando en la dirección contraria, o no te tratan con respeto, corta con ellos. Si quieres parar de fumar, no salgas con personas que te ofrecen cigarillos aún sabiéndolo. Las personas de tu vida deben apoyarte y apreciarte por lo que eres. Calidad por encima de cantidad.
5. Perdónate por los errores del pasado

Todos cometemos errores, algunos más grandes que otros. Pero lo más importante es ser capaz de perdonarte por ello. Recuerda que lo que hiciste en el pasado no define quien eres ahora, pero sí te llevaron a dónde estás, y te dejaron una valiosa lección. Necesitamos que recuerdes que nadie está exento de cometer errores cada día, así que sácales provecho para ser cada vez más sabios, cada vez más fuertes, cada vez mejores
6. Cambia lo que sabes que debe ser cambiado

Si hay algo que disfrutabas hacer pero ahora te consume toda tu energía, quizá es tiempo de parar de hacerlo. A veces nos apegamos a viejos hábitos por pura inercia, y terminas atrapado en el mismo lugar, sin progresar. Haz aquello que realmente te apasione y mantenga tu energía en alta frecuencia, y deja de hacer aquello que ya no te lleva a ningún lado. No tengas miedo de los cambios, al principio pueden ser duros, pero con el tiempo nada te dará más satisfacción.
7. Haz algo que te haga feliz al menos una vez al día


Puede que suene cursie, pero si lo piensas ¿Cuándo fue la última vez que tuviste un momento esclusivamente para ti? Entre el trabajo, la familia, las obligaciones, el pago de las facturas, y las demás responsabilidades económicas, perdemos la noción de lo que realmente nos hace felices, e incluso pasamos días, semanas y hasta meses sin hacer nada de lo que nos apasiona. Todos necesitamos tiempo para nosotros mismos, y para nuestras propias necesidades. Esto es lo que te da la energía para compartir con otros el resto de tu tiempo.
8. No tengas miedo a las nuevas cosas y oportunidades

En lugar de temerle a lo desconocido, abrázalo. Puedes descubrir mucho sobre ti y sobre tus imnumerables talentos ocultos.  El futuro está lleno de posibilidades, así que no desperdicies la tuya. La vida es aburrida si te quedas en la misma zona de confort haciendo las mismas actividades. Corre riesgos, y atrévete a ver los diferentes colores y sabores de la vida. ¡Te sentirás vivo!
9. Escúchate y no te mientas 

Una persona que habla con integridad tiene una presencia poderosa. Deja tu historieta para antes de dormir. Una vez seas honesto contigo mismo, podrás escuchar tus propios consejos. A menudo nos mentimos, rompemos promesas y nos desepcionamos. Es importante tratarte a ti mismo con el mismo respeto y compromiso con el que tratas a otros.
10. Cree en ti


Debes estar pensando que estamos de vuelta en lo cursie, pero no importa, ya que si tú no crees en ti mismo, evantualmente nadie lo hará. Las personas creen que te conoces lo suficientemente bien, y si tu mismo te pordebajeas y dudas de tus fortalezas, ese es el mensaje que le estás enviando a las personas que están a tu alrededor. Sostén tu cabeza en alto, no te sientas avergonzado sino orgulloso por ir a donde quieres sin temor al fracaso. Tienes el poder y las habilidades. Cree en ti y lograrás todos tus propósitos. 
11. En la historia de tu vida, tú eres el escritor, no el lector.

Muy a menudo parece que alguien más nos estuviera dictando el curso de lo que debría ser nuestra vida, como si alguien nos enviara directo a nuestras responsabilidades y nos digera cómo deberíamos reaccionar y actuar en una determinada situación. Pero recuerda que debes ser tú la única persona que diriga tu vida. Tú debes ser quien tenga el timón de tus decisiones y acciones y quien luche firmemente por conseguir aquello que quiere. Recuerda todos los días que la historia del libro de tu vida la escribes tú.
 
12. Estar presente en tu vida, no tendrás otra oportunidad

Vivir en el presente no es lo mismo que estar presente. Estar presente significa prestar atención a las cosas que pasan, y apreciar el significado completo de las cosas que ocurren a tu alrededor. La vida es mucho más que los momentos que recuerdas. La vida es cada segundo de vida en que tienes la oportunidad de estar vivo, respirar. Así que de vez en cuando, levanta la cabeza, mira a tu alrededor y tratar de estar presente en ese momento, para sentirlo y amarlo, como un momento en el tiempo que le pertenece a tu historia de vida.
13. Siempre haz el esfuerzo de ser amable y afectuoso


No es necesario creer en el Karma de saber que las buenas acciones vienen de nuevo a usted. La bondad es su propia recompensa, sino que también viene de nuevo a usted, a veces dos veces veces. Sé bueno y compasivo, ser incluyente y agradecido. Y lo más importante, tratar de no juzgar antes de saber toda la historia. La gente apreciará que sobre usted y confiar en usted, mientras usted aprenderá a apreciar esa parte de sí mismo que la gente pueda confiar.

viernes, 26 de febrero de 2016

La magia de los Inciensos y el significado según sus Olores.

Utilizados para aromatizar y crear “buenas vibras”, estas delicadas varitas han sido elementos protagonistas de diversas religiones y culturas desde la Edad Antigua, y pueden ser de gran ayuda en la meditación y el contacto con el místico. Conozca sus tipos y propiedades.

AMBAR: Afrodisíaco para ambos sexos, da energía y fuerza física. Prosperidad.
Mejora las situaciones en general. Cambia las energías positivas por negativas.
Para conseguir serenidad. Potencia la atracción de la persona que deseamos y asegura su fidelidad. Elimina obstáculos, roces, resentimientos y rencores de las personas con las que convivimos.

ALMIZCLE: Limpieza y purificación.

ALOE VERA: Para concretar proyectos. Armoniza el ambiente laboral.

BENJUI: Limpia energías negativas.

BERGAMOTA: Antidepresivo. Reanima y estimula en el proceso de auto superación.

CANELA: Ayuda a aclarar ideas, es bueno para la meditación. Afrodisíaco.
Protección. Para curar. Otorga energía al cuerpo. Da seguridad. Aumenta la capacidad para penetrar en nuestra conciencia psíquica. Para mejorar nuestra economía. Atrae el dinero y clientela para el negocio.

CANABIS: Produce buen humor, relax y una mente creativa.

CLAVEL: Refuerza el conocimiento y favorece a los iniciados, es un potente afrodisíaco, transmite felicidad.

CLAVO: Atrae el dinero y clientela para el negocio

CHANDAN: Consolida las relaciones comerciales. Atrae la suerte en el negocio.

COCO: Estimulación del placer sexual. Afrodisíaco placentero.

CEREZA: Aroma dulce que estimula el amor.

EUCALIPTO: Alivia todo tipo de alergias y estimula la fortaleza física y mental, especialmente la agudeza y el ingenio. Además, su potencial balsámico ayuda a fortalecer la salud en el aspecto mágico.

GINSENG: Sirve para potenciar la capacidad y fuerza para trabajar. Ayuda a incrementar el vigor sexual y la vitalidad.

INCIENSO NATURAL: Sirve prácticamente para todo y está relacionado a nivel mundano como al espiritual, por lo que puede utilizarse para todo lo que se desee.

Es el incienso del poder, el que atrae y reparte energías, el que engrandece y da triunfos y el que atrae con fuerza el amor y la fortuna. Favorece ampliamente el crecimiento personal, el don de mando, la capacidad de triunfo y el esfuerzo por llegar a la cima en todos los planos, desde el material al espiritual, ya que dentro de la esencia de este incienso se encuentra la aspiración a Dios, la aspiración a la divinidad. Depura el egoísmo, la falta de generosidad, el endiosamiento, la necedad, la falta de amplitud de miras, el abuso o exceso de autoridad, la ambición desmedida, la falta de energía y el exceso de oportunismo. El incienso natural es un gran equilibrador de pasiones y ambiciones humanas, por eso no es nada extraño su uso dentro de un amplio espectro de religiones. El incienso natural es el depurador por excelencia.

JAZMIN: Combate la depresión, da optimismo, animosidad. Su suave aroma atrae la buena suerte. Otorga concentración e inspiración. Para la unión de la pareja.

LAVANDA: Descarga, limpia, aleja el miedo. Remueve las malas vibras en el trabajo e impulsa prósperamente la actividad comercial.

LIMON: Estimulante mental, limpia y refresca. Purificación. Alivia el estrés y calma los nervios. Atrae alegría. Estimulante general. Para conservar la salud. Favorece las energías positivas. Limpieza y protección de la casa y del trabajo. Sabiduría ancestral para todo proyecto.

LOTUS(flor de loto): Atrae la abundancia, favorece la realización de negocios. Libera de la depresión y da fuerzas de Ánimo.

MADRESELVA: Especial uso mágico indicado para revertir problemas de dinero, y para fortalecer la economía hogareña.
Además es útil para aquellos que necesitan bajar de peso.

MANZANA: Salud física y mental, genera bienestar y alivio a cualquier dolor físico.

MANDARINA: Atrae el amor y facilita el entendimiento de la pareja.

MAGNOLIA: Salud psíquica y la actividad mental, también ayuda al desarrollo espiritual. Supera los quiebres familiares, emocionales y laborales.

MENTA: Aleja la soledad interior, depura ambientes cargados.

MIRRA: Protector universal. Protección contra todo mal o daño que vayas a recibir. Meditación. Limpieza de personas y lugares. Potencia los rituales. Contra el mal de ojo, los hechizos y la brujería. Aleja energías negativas y malos espíritus.


MUSK: Afrodisíaco. Brinda mucha suerte en todo tipo de actividad o relación.

NIGHT QUEEN (reina de la noche): Generosidad, simpatía, atractivo para el sexo opuesto, especial para el amor. Realza la elegancia y el glamour en las mujeres. Imprescindible para una cita amorosa.

OPIUM: Atrae pareja, anti-soledad, para obtener o perdurar la unión de la pareja.

PATCHOULI (pachulí): Abundancia y prosperidad en todas las etapas de la vida. Por la mañana energiza, por la noche actúa como afrodisíaco.

PINO: Purifica y otorga frescura y limpieza. Energizante.

ROSA ROJA: Produce sensación de paz, sirve para el amor. Afrodisíaca.
Amor. Alivia los problemas sexuales de las mujeres. Resuelve los casos de impotencia psicológica de los hombres. Inspira sentimientos de paz y felicidad. Nos ayuda a sentirnos bien en nuestro cuerpo eliminando las dudas sobre nuestro aspecto y atractivo. Para calmar las disputas domésticas.

ROSA BLANCA: Estimula el amor en el hogar y la pareja. Armonía emocional.

ROSA AMARILLA: Elimina las penas y los recuerdos tristes. Ayuda a superar perdidas de amor.

ROMERO: Para la buena suerte. Protección y limpieza, destruye maleficios. Limpieza de personas y casas. Para potenciar las propiedades mágicas. Afianza la seguridad en uno mismo. Contra el odio y el temor. Para conseguir una relación amorosa. Aclara la mente. Aumenta la memoria (excelente para exámenes y estudios).

RUDA: Relajante. Libra del insomnio despierta poderes psíquicos y mentales.

SANDALO: Relaja el cuerpo y tranquiliza la mente, otorgando suerte y fortuna. Paz interior. Brinda éxito en todo por medio de la perseverancia. Excelente para la meditación y relajación.

SIETE PODERES: Para el amor, salud dinero, suerte en general.

TOMILLO: Garantiza un sueño tranquilo y reparador, además de estimular la mente positiva.

VAINILLA: Su aroma es especial para encantar y seducir. Afrodisíaco. Revitaliza el cuerpo. Activa los sentidos. Muy buena para los esfuerzos físicos y los rituales mágicos.

VETIVER: Especialmente para la protección, además sirve para crear estados de ánimo equilibrados, muy bueno para la meditación.

VIOLETA: Propicia la unión permanente de la pareja, sirve para la relajación profunda. Contrarrestar la envidia. Alivia el cansancio y el estrés.

YLANG-YLANG: Especial para los nervios y la tensión

jueves, 25 de febrero de 2016

EL CÚRALO TODO

El Cúralo Todo



Te voy a hablar en palabras muy “sencillas”, lo cual significa que lo vas a comprender y aprender en menos de un minuto, o sea, en el tiempo que tardas en leer esto, y te advierto que esta medido por el reloj. Además, te advierto que te va a encantar y vas a desear enseñárselo a todo el mundo para que sea feliz.
En el lenguaje Metafísico autentico lo llamamos El Latido Universal, pero llámalo tú  “El Cúralo Todo”, porque vas a notar que te cura el mal que te está afligiendo, bien sea enfermedad o problemas, situación, circunstancias o lo que sea, lo cura todo y no solamente a ti sino a todo aquello que mires en otro, como un defecto, un vicio, etc. No importa que se trate, no importa lo que ande mal, “El Cúralo Todo” todo lo arregla.
Bueno ahora vas a mirar el reloj para que sepas en cuanto tiempo aprendes el tratamiento o en cuanto tiempo lo haces. Es un tratamiento y lo llamaremos el “remedio” o la medicina, como tú prefieras.
Vamos pues:
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En el mismo instante en que tú te sientas mal; o en el mismo instante en el que se te manifieste un problema; o en el mismo instante en que lo veas en otro … toca el pulso. Esto se hace colocando la yema de tus dedos pulgar sobre la muñeca del brazo opuesto tal como lo hace el médico, hasta que sientas el latido de tu corazón. Quédate unos momentos gozándolos  porque es agradable. Este es el primer paso.
El Segundo paso es pensar un poquito; Bien  ¿Y de dónde viene de mí ese latido? ¿Qué lo produce? trata de contestarte esas dos preguntas tú mismo,  porque fíjate que tú no estás atado a ningún otro ser, ni estas enchufado a la electricidad, ni estas sembrado en el jardín. Eres libre e independiente y si estuvieras suspendido en el espacio, siempre seguirías sintiendo el latido de tu corazón.
El tercer paso es decir en alta voz :
“Padre nuestro te invoco a la acción”  (tres veces)  y ahora dices: “Gracias, Padre, porque me has oído”
Y ahora te vas, no pienses más en la enfermedad o en el problema. Repite el remedio “El Cúralo Todo” tres veces tal y como te lo ordena el médico, ya tu sabes cuánto tiempo te toma. Espero que no se te olvide chequear el reloj.
No me creas… Solo ensayalo.  No pierdes nada. Si, ya se… me vas a decir que cuantos se toman el pulso al sentirse mal y no se les quita lo que les molesta. Es autentico. Pero nadie goza tomándose el pulso primeramente. Por lo general, lo hacen con gran temor de encontrar que lo tienen demasiado rápido.
Segundo: al instante declaran con gran convicción  ” estoy enfermo” “estoy malísimo”, eso es lo que llamamos un decreto, y si lo estoy decretando,  no tiene más remedio que manifestarse.
 Cuarto y último:   Lo que si se le ocurre es invocar al médico y llenarse el cuerpo de cosas química.
La gran diferencia consiste en mantenerse tranquilo, pensar en las cosas buenas y positivas como la vida, la salud, etc… Y hacer la invocación.
A las personas más adelantadas, quienes ya conocen la maravilla Metafísica, le recomendamos que piensen que ese latido significa vida, salud, fuerza, equilibrio, armonía, paz, etc… Y que todo el mundo está recibiendo las mismas condiciones. Por eso agregamos las gracias.


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Nota: este ejercicio no sustituye, ni médicos, ni tratamientos médicos. Vivimos en este planeta tierra y convivimos con circunstancias que nos hacen enfermar. Continua tu tratamiento, ve a tu médico, pero hazlo al mismo tiempo, tu cuerpo recuperará el equilibrio más rápidamente.
Conny Mendez

miércoles, 24 de febrero de 2016

¡LA LUZ MANDA AQUI!



A VECES UNO ES DEMASIADO BUENO, DEMASIADO HUMILDE, DEMASIADO COMPRENSIVO..


Y ALGUNAS PERSONAS SE CONFUNDEN Y CREEN QUE ESTAS SON CARACTERÍSTICAS DE UN SER DEBIL Y DESORIENTADO.

HASTA QUE UN DIA, UNO, CANSADO DE LA IGNORANCIA ESPIRITUAL Y DE LA DESCONSIDERACIÓN, DICE BASTA, ASUME SU MAJESTAD ESPIRITUAL, LLAMA A LA LUZ PARA QUE INTERVENGA Y POR FIN DECRETA A LOS CUATRO VIENTOS LAS CUATRO PALABRAS MÁGICAS…


¡LA LUZ MANDA AQUI!

Y LA LUZ INTERVIENE, Y PONE LAS COSAS EN SU LUGAR.

NO PIERDAS TIEMPO PIDIENDO NI DANDO EXPLICACIONES.

PONTE FIRME, ASUME TU AUTOESTIMA ESPIRITUAL Y ¡LLAMA A LA LUZ…!

Y DECRETA DESDE EL FONDO DE TU CORAZÓN CON VOZ FIRME, UNA Y OTRA VEZ…


¡LA LUZ MANDA AQUI!

Y DEJA TODO EN SUS MANOS.

Hania Czajkowski

martes, 23 de febrero de 2016

CÓMO SER FELIZ EN 8 SENCILLOS PASOS.

¿Sabías que el dinero aporta solo un 10 % a tu felicidad? No hay reglas para ser feliz, pero depende un 40 % de ti, mientras que el dinero y otros bienes materiales ocupan solo un 10 %.  Por tanto, ese 40 % nos dice que podemos aprender a ser felices trabajando ciertas cuestiones a diario.

¿Esto quiere decir que tenemos la felicidad asegurada? No. La felicidad no se consigue si no se construye y se ejercita cada día como si de un deporte se tratara.
En resumidas cuentas, hay que dejar claro que la felicidad no depende del dinero, del estatus social y títulos universitarios, ni tampoco de la belleza. Lo que sí afecta a nuestra felicidad son las relaciones sociales, la fe y las actividades (ya sean en tu tiempo libre o las relacionadas con tu profesión).

Consejos para aprender a ser feliz

1. Ser agradecido en cada detalle

No esperes que alguien te de las gracias por algo, adelántate siempre y por mínimo que sea el detalle, da las gracias. Ese acto de gratitud significa que estás viviendo el ahora y que eres consciente en cada cosa que haces.
Anota al menos 5 cosas buenas que te pasan al día. ¿Ves lo afortunado que eres? Esto te ayudará a afrontar las cosas con más energía y más predisposición para enfrentarse a las obligaciones diarias.

2.  Ser positivo, aunque las circunstancias no acompañen

Aunque estés en medio de una crisis, no dejes que eso pueda contigo. Las personas más optimistas ven la crisis como una oportunidad para buscar nuevas alternativas de empleo, lo ven como un reto. Y eso es justo lo que tú tienes que hacer para ser feliz.

3.  Cuida las relaciones

La felicidad actúa como un virus, se propaga. La felicidad de la gente depende en gran medida de la felicidad de las personas que te rodean. Por eso, es muy importante saber elegir a las personas adecuadas y evitar rodearte de gente tóxica, que solo te chupan toda la energía.

4.  Sé amable

Actúa como te gustaría que te trataran a ti. No cuesta mucho ser simpático y amable, saca la mejor de tus sonrisas y piensa si merece la pena no dar los buenos días a alguien conocido que ves por la calle o dar las gracias por algo, por muy simple que sea.

5.  Creer en algo

Es tan importante creer en una religión, lo que te ayuda a tener algo en lo que apoyarte, como creer en nosotros mismos. Esto nos ayuda a cumplir los objetivos que te planteas y a ser feliz. Por lo que la seguridad y la confianza en uno mismo afecta a nuestra felicidad.

6.  Saborear las cosa buenas que te pasan

Si has conseguido una pequeña victoria, celébralo, reconoce tu éxito y disfrútalo. La vida pasa demasiado rápida para no saborear las cosas buenas que nos ocurren.

7.  Hacer ejercicio

Cuando hacemos deporte el cuerpo genera unas endorfinas, unas especies de proteínas que actúan como neurotransmisores de placer, y esto crean una sensación de bienestar.
Además del deporte se generan endorfinas: riendo, haciendo ejercicios de relajación, descansando o durmiendo, en contacto con la naturaleza, escuchando música, recordando algo agradable o tomando café.

8.  No te compliques

¿Qué necesidad hay de complicarse la vida? Cuando complicamos algo, el estrés y la ansiedad se pegan como un imán a nosotros, llevándonos a estar más tristes y serios.
Así que si puedes simplificar las cosas, hazlo, verás cómo desaparece toda la energía negativa.
Edith Gomez - www.gananci.com

lunes, 22 de febrero de 2016

5 HERIDAS EMOCIONALES DE LA INFANCIA QUE PERSISTEN CUANDO SOMOS ADULTOS

Es bastante común, por desgracia, que nuestra salud emocional esté dañada desde la infancia. A menudo no somos conscientes de qué es lo que nos bloquea, lo que nos da vértigo o lo que nos provoca temor.
En gran parte de estos casos, el origen está en lo aprendido cuando éramos niños,esas heridas que nos han ocasionado nuestras primeras experiencias con el mundo y que no hemos podido sanar.
Las heridas emocionales son experiencias dolorosas de la niñez que conforman nuestra personalidad adulta, quiénes somos y cómo afrontaremos las adversidades.
Debemos de hacernos conscientes de ellas y, por tanto, evitar maquillarlas, pues, cuanto más tiempo esperemos a sanarlas, más profundas se harán. El miedo a revivir el sufrimiento que nos causaron hace que nos pongamos cientos de máscaras que solo dificultarán nuestro movimiento por la vida. Eso es, precisamente, lo que tenemos que evitar.
Traición, humillación, desconfianza, abandono, injusticia… Son algunas de las heridas que Lisa Bourbeau nos señala en su libro Las cinco heridas que impiden ser uno mismo. Veamos a continuación cómo podemos identificarlas:

1. El miedo al abandono

El desamparo es el peor enemigo de quien vivió el abandono en su infancia. Imagínense lo doloroso que tiene que ser para un niño sentir el miedo de estar solo, aislado y desprotegido ante un mundo que no conoce.
Como consecuencia, cuando el niño desamparado sea adulto, intentará prevenir el hecho de volver a sufrir el abandono. Por lo tanto, quien lo haya padecido, tenderá a abandonar tanto a sus parejas como a sus proyectos de forma temprana.Esto responde, única y exclusivamente, al temor que le ocasiona revivir aquel sufrimiento.
Es muy común que estas personas hablen o piensen de esta forma: “Te dejo antes de que tú me dejes a mí”, “nadie me apoya, no estoy dispuesto a soportar esto”, “si te vas, no vuelvas…”.
Estas personas tendrán que trabajar su miedo a la soledad, su temor a ser abandonados y su rechazo al contacto físico (abrazos, besos, contactos sexuales…). Esta herida no es fácil de curar, pero un buen comienzo para cicatrizarla es afrontar el temor a quedarse solos hasta que fluya un diálogo interior positivo y esperanzador.

2. El miedo al rechazo

Esta herida impide que aceptemos nuestros sentimientos, nuestros pensamientos y nuestras vivencias.
Su aparición en la niñez está ocasionada por el rechazo de los progenitores, de la familia o de los iguales. El dolor que se genera por esta herida impide una construcción adecuada de la autoestima y del amor propio de la persona que lo padece.
Genera pensamientos de rechazo, de no ser deseado y de descalificación hacia uno mismo. 
Ese niño rechazado no se siente merecedor de afecto ni de comprensión y lo que le hace aislarse por temor a volver a experimentar este sufrimiento.
Es probable que el adulto que fue un niño rechazado sea una persona huidiza. Por esta razón, se deben trabajar los miedos internos que generen situaciones de pánico.
Si es tu caso, ocúpate de tu lugar, de arriesgar y de tomar decisiones por ti mismo. Cada vez te molestará menos que la gente se aleje y no te tomarás como algo personal que se olviden de ti en algún momento. Tú eres la única persona que necesitas para vivir.

3. La humillación

Esta herida se genera cuando sentimos que los demás nos desaprueban y nos critican. Podemos crear estos problemas en nuestros niños diciéndoles que son torpes, malos o unos pesados, así como aireando sus problemas ante los demás (algo que es, tristemente, muy común). Esto, sin duda, destruye la autoestima infantil y, por tanto, dificulta la posibilidad de cultivar un amor propio saludable.
El tipo de personalidad que se genera con frecuencia es una personalidad dependiente. Además, podemos haber aprendido a ser “tiranos” y egoístas como un mecanismo de defensa, e incluso a humillar a los demás como escudo protector.
Haber sufrido este tipo de experiencias requiere que trabajemos nuestra independencia, nuestra libertad, la comprensión de nuestras necesidades y temores, así como nuestras prioridades.

4. La traición o el miedo a confiar

Esta herida se abre cuando personas cercanas al niño no cumplen sus promesas, haciendo que se sienta traicionado y engañado. Como consecuencia, se genera una desconfianza que se puede transformar en envidia y en otros sentimientos negativos, por no sentirse merecedor de lo prometido y de lo que otros tienen.
Padecer estos problemas en la infancia construye personalidades controladoras y perfeccionistas. Son personas que quieren tenerlo todo atado y reatado, sin dejar nada al azar.
Si has padecido estos problemas en la infancia, es probable que sientas lanecesidad de ejercer cierto control sobre los demás. Esto se justifica, frecuentemente, por la presencia de un carácter fuerte; sin embargo, digamos que obedece a un mecanismo de defensa, un escudo de protección ante el desengaño.
Estas personas suelen confirmar sus errores por su forma de actuar, haciendo así que se cumplan sus prejuicios. Tienen que trabajar la paciencia, la tolerancia y el saber vivir, así como aprender a estar solos y a delegar responsalilidades.

5. La injusticia

El sentimiento de injusticia entra en juego en hogares en los que los cuidadores principales son fríos y autoritarios. Una exigencia excesiva genera sentimientos de ineficacia y de inutilidad, tanto en la niñez como en la edad adulta.
Albert Einstein sintetizó esta idea muy bien con su archiconocida frase “Todos somos genios. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar un árbol, vivirá toda su vida creyendo que es estúpido”.
Como consecuencia, quien experimente este dolor, puede llegar a ser una persona rígida que no admita medias tintas en ningún orden de su vida. Suelen ser personas que intentan ser muy importantes y alcanzar un gran poder.
Es probable que se haya creado un fanatismo por el orden, el perfeccionismo o, incluso, por el caos. La cuestión es que son personas que radicalizan sus ideas y, por ello, tienen dificultades para tomar decisiones con seguridad.
Para hacer frente a estos problemas hay que trabajar la suspicacia y la rigidez mental, con objeto de generar una mayor flexibilidad y permitir la confianza en los demás.
Ahora que ya conocemos las cinco heridas del alma que pueden afectar a nuestro bienestar, a nuestra salud y a nuestra capacidad para desarrollarnos como personas, podemos comenzar a sanarlas.
El primer paso, como todo en la vida, es aceptar que las heridas están en nosotros, darnos permiso para enfadarnos y, sobre todo, darnos tiempo para superarlo.

jueves, 18 de febrero de 2016

QUIERES CAMBIAR EL MUNDO ? CAMBIA TÚ

Nadie es responsable de tu vida, mas que tu! 
 
Despierta! Cambia!


A veces sucede que no te das cuenta, que tu día de
 
hoy siempre está lleno de “críticas, quejas y 
 
lamentos” porque te la pasas diciendo que no te 
 
gusta tu vida, que ya estás cansado de no tener 
 
dinero, que hace mucho frío o mucho calor, que ya no 
 
soportas que tu pareja, tus hijos, y a veces hasta tus 
 
amigos y compañeros de trabajo, te maltraten y te 
 
falten al respeto. Que todo te duele y a cada rato te 
 
enfermas.

Y lo más grave de todo es que cada vez que se 
 
presenta una oportunidad real para cambiar las 
 
cosas. 
 
La evades, la ignoras, e inventas cualquier pretexto 
 
precisamente para “no hacerlo” como si te gustara 
 
seguir sufriendo y pasándola mal!

Por eso ya reacciona y si realmente quieres cambiar 
 
tu vida cambia tu actitud y empieza por dejar de 
 
concentrarte en los problemas y mejor enfócate en 
 
las soluciones!

Busca en cada oportunidad una “alternativa” para 
 
cambiar lo que no te gusta! Recuerda que si tu 
 
cambias, todo cambia!!!

Así que ya lo sabes, “ya deja de quejarte y empieza 
 
ocuparte” y entonces sí, tu vida será diferente, 
 
y te sentirás mas libre y feliz! Atrévete, haz que 
 
suceda!

miércoles, 17 de febrero de 2016

EL REAL SER, LA VERDAD EN NOSOTROS

Desde que el espíritu toma este cuerpo físico comienza a padecer por los deseos de la carne, hasta que el humano no logre emanciparse y trascender la materia, va a padecer perdido en ella, el alejarse de lo divino.
Mientras más enredos con lo material más nos alejamos de la dicha del espíritu.
Mientras más distracciones mundanas mas alejados de nuestro real ser estamos.
Comprendiendo esto, es necesario dejar de vivir para alimentar los sentidos, dejando de vivir para estemundo comenzamos a vivir para nuestro real ser (dios en nosotros) y por ende hacemos la voluntad de dios.

Para hacer la voluntad de nuestro ser debemos dejar de hacer la voluntad de nuestra falsa personalidad, fiel vehículo del ego.


Al cesar el enfoque de los sentidos en lo externo, comienza el enfoque hacia lo interno, el ser.
Allí comienza el nacimiento segundo.


Cuando dios se siente reconocido como prioridad, porque éste, su hijo lo sigue fielmente, dios lo libera de la materia entregándole la dicha sin fin del espíritu, torrente de sabiduría y amor.


Cuando éste, su hijo pródigo se libera de la materia, siente descender el espíritu inmaculado de dios que, al entrar por la coronilla, descorre el velo mundano que el humano tiene y su mente se convierte en mente cristo, ésta pasa a estar al servicio del corazón que, conectado a lo divino tiene la sabiduría inefable de todo lo que fue y lo que será, este es un hombre nuevo, un ser divino, esta es la resurrección, para esto hay que dejar de vivir para uno ( la falsa personalidad ) y vivir para dios, esto implica renuncia total, pero renuncia consciente por amor a dios.


Cuando el humano renuncia a su vida por amor a él, su creador lo recompensa con vida eterna


Dios camina con nosotros

Tenemos que dejar de vivir para alimentar los sentidos, dejar de satisfacer nuestros deseos, pasiones, anhelos materiales, hay que renunciar a alimentar al ego en todas sus facetas, pues éste nos aleja de lo divino.
Cuando el humano derriba bibliotecas de teorías que endiosan a la mente (fuimos entrenados para eso desde chicos) y renuncia al orgullo de retención de información de su intelecto, dios lo premia con dicha y libertad suprema.
El humano suele buscar en los placeres del mundo algo que se acerque a la dicha y libertad del espíritu, buscan en el camino corto de los placeres lo que alguna vez buscaron en el espíritu, esa disconformidad inconsciente intenta ser saciada con lo mas fácil, el camino corto.

El camino directo es largo y requiere sumos esfuerzos, es el que nos toca transitar para libertarnos de la materia, para cumplir el objetivo al que todo ser humano vino a este planeta, trascender y evolucionar para hacernos uno con el padre.


cuando volvemos a unirnos con la única ley que nos gobierna en los mundos superiores, la ley del amor, llegamos a la dicha suprema que todo hombre pueda aspirar en la tierra, para eso hay que arrepentirse.

Cuando uno se arrepiente el que sufre es el orgullo propio pero hay que arrastrarse para elevarse, hay que bajar para subir, hay que reconocerse derrotado para ganarse, pues sino el orgullo y el engreimiento propio no muere, mientras me creo grande no dejo ser grande al que verdaderamente lo es, el ser, la verdad en nosotros.

Si reconocemos a nuestro verdadero ser, el inmaculado que llevamos dentro, esa conexión con lo divino digna de toda perfección ,el que no se equivoca, nuestro gurú interno y lo hacemos carne en nosotros, estamos marchando por el camino directo que nos llevará a la liberación final.


Si supieran la dicha, felicidad, libertad y amor que os espera, dejarían en este momento esos fugaces placeres que a nada llevan.


Autor: Germán Cáceres, redactor de la gran familia de hermandadblanca.org

martes, 16 de febrero de 2016

LA MENTE NO SABE VIVIR EN TIEMPO PRESENTE

La mente no sabe vivir en tiempo presente, porque está demasiado ocupada para percibirlo. O busca en los archivos del dolor, o estará planeando el futuro dentro de los parámetros de lo que ya se vivió…Los pensamientos proyectados al futuro nos paralizaran de miedo, porque se enfrentan con la incertidumbre. Y el miedo es un mal consejero. Si lo aceptamos como huésped atraerá precisamente aquello que más tememos.

Permitir que el pasado se disipe con el convencimiento de que siempre hicimos lo mejor que pudimos. El futuro dejara de amenazarnos si sentimos que siempre estamos bajo el cuidado de la provisión divina, que es perfecta. Pertenecemos a lo que nos mantiene vivos, plenos, conscientes y felices.

Experimentar conscientemente cada sensación de nuestro cuerpo, de nuestros sentidos, interrumpe aunque sea por momentos ese diálogo interno que nos desgasta y nos separa de nuestra esencia.

Hay un pasaje de un libro de Anthony de Mello que a través de esta historia nos recrea perfectamente lo que significa vivir el AHORA…
Un hombre se acercó a un anciano y le dijo así:
“Me han dicho que tú eres sabio… Por favor, dime qué cosas puede hacer un sabio que no están al alcance de las demás personas.”

El anciano le contestó: “Cuando como, simplemente como; duermo cuando estoy durmiendo, y cuando hablo contigo, sólo hablo contigo.”

“Pero eso también lo puedo hacer yo y no por eso soy sabio”, le contestó el hombre, sorprendido.

“Yo no lo creo así”, le replicó el anciano. “Pues cuando duermes, recuerdas los problemas que tuviste durante el día o imaginas los que puedes tener al levantarte. Cuando comes, estás planeando lo que vas a hacer más tarde. Y mientras hablas conmigo piensas qué vas a preguntarme o cómo vas a responderme, antes de que yo termine de hablar.”

El secreto es estar consciente de lo que hacemos en el momento presente y así disfrutar cada instante del milagro de la vida.
Silvia Aybar Ezquerra

lunes, 15 de febrero de 2016

Las 13 oportunidades que cada uno de nosotros deberíamos darnos por lo menos una vez en la vida.

Las 13 oportunidades que cada uno de nosotros deberíamos darnos por lo menos una vez en la vida, desde la inocencia, desde el descubrir por primera vez qué se siente, como un regalo. Aquí las tienes.




1. La oportunidad de amar desde lo más íntimo de tus entrañas con plena conciencia del sentimiento que está a punto de hacer explotar tu corazón. ¿Has sentido esa sensación de efervescencia que te ilumina por dentro y que te lleva a vivir una experiencia de orgasmo espiritual permanente? Es similar a una sonrisa perpetua que es capaz de fulminar de un plumazo toda sensación de inseguridad, melancolía, preocupación. Un éxtasis de gozo que te sale por los poros de la piel cuando pareces expandir tu corazón a través de cada uno de ellos. Cuando consigues convertir tu corazón en el capitán indiscutible de tu vida. Cuando descubres que ése es el verdadero secreto por el cual estás vivo.





2. La oportunidad de perdonar más allá del daño que se te ha ocasionado de una u otra manera y soltar la horrorosa carga de lástima, dolor y frustración que sentimos por nosotros mismos. Soltar también todo el cúmulo de violencia, culpa y tensión que albergamos hacia aquello que nos ha herido. Dejar de identificarte con la carga del dolor habiendo realizado un ejercicio real de compasión que te permita transformar ese dolor en un aprendizaje esencial de tu vida como una parte necesaria de tu camino. Perdonar más allá de los límites del ego, comprendiendo la magnitud de las experiencias vividas con una visión de verdadera objetividad.


 


3 . La oportunidad de llorar. Por lo que sea. Llora con rabia, con intensidad, por aquello que sea injusto, por lo que te dé una pena espantosa, por aquello por lo que te sientas impotente. Llora y no reprimas; descárgate de toda sensación que te ahogue, que te asfixie, que te pudra por dentro. Llora y alivia tu alma, tu interior, tu mente de lo que has ido almacenando a lo largo de tu vida. Llora y permite descansar a tu interior antes de que te rompas en un millón de añicos.





4. La oportunidad de expresarte con total honestidad, con una sinceridad tan especial, que seas capaz de cautivar mostrando tu voluntad por mostrarte tal y como eres. Porque no tienes nada que esconder; porque eres natural; porque que seas como eres es una cuestión personal y no le atañe a nadie más que a ti mismo. Porque es la manera que tienes de relacionarte contigo mismo y tienes un absoluto respeto por tu naturaleza, por lo que sientes, por lo que piensas, por quien eres.


 


5. La oportunidad de bailar como nunca, como si nadie te viese, como si nada ni nadie pudiese pararte. Muévete rítmicamente o disfruta enloqueciendo sin ningún tipo de control, como si fuese la última vez que pudieses disfrutar de tus pies, de tus piernas de tus caderas. Siente cómo te fusionas con la fuerza, el ritmo, la vibración, el tono, el sonido de la música, cómo todo tu cuerpo siente el chispazo del ritmo y responde al estímulo de manera precisa; cómo haces el amor con la música. Y hablando de hacer el amor…. la sexta oportunidad.


 


6. La oportunidad de hacer el amor como si fueses uno con tu pareja. Ese instante en el que cuerpos y almas son uno y se genera una magia indescriptible sólo perceptible en la atmósfera de perfecta intimidad donde os halláis. Un momento de fusión que transforma el mundo por momentos, que permite que todo cobre un sentido diferente para el ser humano. Una sensación de trascendencia, de plenitud, de éxtasis existencial. Una sensación que, en realidad, es indescriptible.



 



7. La oportunidad de reír hasta hacer de la carcajada un fiel compañero de viaje en esos momentos de verdadera conexión contigo mismo. Tener la habilidad de romper la cadena del drama, los pensamientos recurrentes de autosabotaje generando un instante de genialidad que te lleva a diluir los problemas de manera espontánea. Reír hasta llorar, reír hasta que ya no puedas más, reír hasta sentir que todo tu cuerpo se estremece y se relaja soltando toda la tensión acumulada a lo largo de tu vida.


 


8. La oportunidad de darte las gracias en cada una de las  dimensiones de tu Ser, sobretodo a tu cuerpo físico. ¿Alguna vez le has dado las gracias a tus pies, a tus tobillos, a tus rodillas y tus caderas y toda su musculatura por permitirte que puedas desplazarte hacia donde tú quieres? ¿Alguna vez le has dado gracias a tu espalda por mantenerte recto y firme en tu vida? ¿Alguna vez has agradecido a cada uno de tus órganos vitales la función que realizan y que te han permitido mantenerte vivo hasta el día de hoy? Ya que ellos tienen el detalle de funcionar por sí mismos cada día para ti, qué menos que tenerles en consideración y mimarlos un poquito. 


 


9. La oportunidad de disfrutar de cada viaje intensamente, empapándote de los mejores recuerdos y grabando a fuego en tu memoria todo lo que vives. Todo ello es crecimiento, es experiencia, es un regalo que la vida te ofrece y que debes aprovechar para sentir que realmente has vivido cada viaje como una parte esencial de ti mismo. 


 


10. La oportunidad de ayudar a la persona que lo necesita de verdad. Echar una mano, facilitarle una posibilidad de crecimiento, de cambio. Tener un pequeño detalle, un guiño para que la persona pueda sentirse un poco aliviada y acompañada y entendida en sus procesos de vida, independientemente de lo que esté viviendo. Conectar con ese proceso tan humano, tan esencial, que es lo que precisamente te recuerda el humano que eres.



 



11. La oportunidad de observar más allá de lo visible, más allá de las apariencias. Atreverse a ver un poco más profundo de  lo que habitualmente sueles mirar. Quizá descubras que lo que pensabas que habías superado todavía no se ha disuelto. Quizá vuelvas a sintonizar con el amor o el respeto que le profesas a una persona aunque os hayáis mantenido en la distancia durante algunos años y no os habléis. Quizá, en algún rinconcito de ti mismo, puedas darte la oportunidad de pensar en que aquello que sucedió no fue nada personal y simplemente se tuvo que dar de aquella manera para que hoy seas quien eres. 



 


12. La oportunidad de soñar con lo imposible más allá de juzgarte por ello. Recuperar la capacidad de fascinarte, de sorprenderte, de recuperar la ilusión por las pequeñas y grandes cosas. De percibir una nueva realidad alternativa al leer un libro, al sentir un nuevo personaje y su historia y emocionarte con ello. Huir del conformismo, de la rutina existencial que te apaga cada día. Permanecer en un estado de asombro ante lo nuevo y dejarse hechizar por lo que despierta esa admiración, esa caricia al alma. 

 


13. La oportunidad de volver a ser un niño inocente que juega, que se entretiene con cualquier cosa que le hace gracia; un niño que lo único que quiere es que papá y mamá le cuiden, le hagan caso, le traten con amor, que le protejan. Tener de nuevo la experiencia de sentir que no tienes ningún frente que atender en tu vida y que tu universo se reduce a lo que disfrutas en el eterno presente en el que vives. Es curioso observar cómo al fin y al cabo, éste último es el verdadero secreto de la felicidad: no perder nunca la conexión con nuestro yo más puro, más sagrado. La conexión con esa parte de ti que no es mental sino que es natural. 

Texto: Fernando Ángel Coronado

viernes, 12 de febrero de 2016

DIOS EN TI - LA MAESTRÍA DEL AMOR . Dr. MIGUEL RUIZ

Eres la fuerza que juega con tu mente y utiliza tu cuerpo como si fuese su juguete favorito para jugar y divertirse. Esa es la razón por la que estás aquí: para jugar y divertirte. Nacemos con el derecho a ser felices, con el derecho a disfrutar de la vida. No estamos aquí para sufrir. Quien quiera sufrir goza de libertad para hacerlo, pero no hay razón para sufrir.
Entonces, ¿por qué sufrimos? Pues porque el mundo entero sufre y pensamos que el sufrimiento es algo normal, y para corroborarlo, creamos un sistema de creencias que apoye esa «verdad». Nuestras religiones nos dicen que hemos venido aquí a sufrir, que la vida es un valle de lágrimas. Sufre hoy, sé paciente, y cuando te mueras, tendrás tu recompensa. Suena bien, pero no es verdad.
Escogemos sufrir porque hemos aprendido a sufrir. Y si continuamos haciendo las mismas elecciones, continuaremos sufriendo. El Sueño del Planeta lleva consigo el sueño de la humanidad, la evolución de los seres humanos, y el sufrimiento es el resultado de esa evolución. Los seres humanos sufrimos porque sabemos, sabemos en qué consisten todas esas creencias, conocemos todas esas mentiras, y como somos incapaces de satisfacer tanta mentira, sufrimos.
No es verdad que tras la muerte se viva en el cielo o en el infierno. Se vive en el infierno o en el cielo, ahora. El cielo y el infierno sólo existen a un nivel mental. Si sufrimos ahora, cuando muramos seguiremos sufriendo, porque la mente no se muere con el cerebro. El sueño continúa, y cuando nuestro sueño tiene lugar en el infierno, nuestro cerebro muere y seguimos soñando en el mismo infierno. La única diferencia entre estar muerto y estar dormido es que, cuando dormimos, nos despertamos porque tenemos un cerebro. Cuando morimos, no podemos despertar porque el cerebro ha dejado de funcionar, pero el sueño está ahí.
El cielo o el infierno están aquí y ahora. No necesitas esperar a morirte. Cuando te responsabilizas de tu vida y de tus actos, tienes el futuro en tus manos, y entonces, puedes vivir en el cielo mientras el cuerpo aún está vivo.
El sueño que la mayoría de los seres humanos crean en este planeta es, obviamente, el del infierno. Esto no es correcto ni incorrecto, ni bueno ni malo, y no hay nadie a quien echarle las culpas. ¿Podemos culpar a nuestros padres? No. Cuando eras pequeño y te programaron lo hicieron lo mejor que pudieron. Si tienes hijos, seguro que tampoco sabes qué otra cosa hacer. Que cobres conciencia no significa que tengas que culpar a nadie más o que tengas que cargar con las culpas por lo que hiciste. ¿Cómo podemos culparnos por tener una enfermedad mental que es muy contagiosa?
Sabes, todo lo que existe es perfecto. Eres perfecto tal y como eres. Esa es la verdad. Eres un maestro. Aunque seas un maestro del enfado y de los celos, tu enfado y tus celos son perfectos. Aunque tengas un gran conflicto en tu vida, es perfecto, es hermoso. Es posible ver una película como Lo que el viento se llevó y llorar por toda esa desdicha. ¿Quién dice que el infierno no es hermoso? El infierno puede ser una fuente de inspiración. Incluso el infierno es perfecto, porque sólo existe la perfección. Incluso aunque sueñes el infierno en tu vida, eres perfecto siendo sencillamente como eres.
Nuestra creencia de que no somos perfectos se debe al conocimiento. El conocimiento no es más que una descripción del sueño. El sueño no es real, de modo que el conocimiento tampoco lo es. Provenga de donde provenga, sólo es real desde una determinada percepción, y una vez que la cambias, deja de serlo. Con este conocimiento nunca llegaremos a descubrir quienes somos. Finalmente, eso es lo que buscamos: encontrarnos a nosotros mismos, ser nosotros mismos y vivir nuestra propia vida en lugar de vivir la del Parásito: la vida para la que fuimos programados.
No es el conocimiento el que nos conducirá hasta nosotros mismos, sino la sabiduría. Tenemos que distinguir entre conocimiento y sabiduría, porque no son la misma cosa. El conocimiento lo utilizamos sobre todo para comunicarnos con los demás y ponernos de acuerdo en lo que percibimos. El conocimiento es la única herramienta que los seres humanos tenemos para comunicarnos, ya que difícilmente nos comunicamos de corazón a corazón. Por lo tanto, lo importante es la manera que tenemos de utilizar ese conocimiento, ya que puede hacer que nos convirtamos en su esclavo y dejemos de ser libres.
La sabiduría no tiene nada que ver con el conocimiento; tiene que ver con la libertad. Cuando eres sabio, eres libre de utilizar tu propia mente y de dirigir tu propia vida. Una mente sana está libre del Parásito; goza de la misma libertad que tenía antes de la domesticación. Cuando sanas tu mente, cuando te liberas del sueño, ya no eres inocente, sino sabio. En muchos aspectos vuelves a ser de nuevo como un niño, salvo por un detalle que cambia mucho las cosas: un niño es inocente y por eso puede hundirse en el sufrimiento y la infelicidad. Quien trasciende el sueño es sabio; esa es la razón por la que no vuelve a hundirse más: porque ahora sabe y cuenta con el conocimiento del sueño.
No es necesario acumular conocimiento para convertirse en sabio; cualquier persona puede conseguirlo. Cualquiera. Cuando te haces sabio, la vida se convierte en algo fácil, porque te transformas en quien realmente eres. Es difícil intentar convertirse en lo que uno no es, intentar convencerse a uno mismo y a todos los demás de que se es lo que no se es. Cuando intentas ser lo que no eres desperdicias todas tus energías. Ser quien eres no requiere el menor esfuerzo.
Al convertirte en sabio, no necesitas utilizar todas esas imágenes que creaste; no necesitas fingir que eres diferente de lo que realmente eres. Te aceptas a ti mismo tal cual. y esa aceptación completa se convierte en la aceptación completa de todos los demás. Ya no intentas cambiar a otras personas o imponer tu punto de vista. Respetas las creencias de los demás. Aceptas tu cuerpo y tu propia humanidad con todos tus instintos. No hay nada malo en ser un animal. Somos animales y los animales siempre siguen su instinto. Somos seres humanos y, debido, a nuestra gran inteligencia, aprendemos a reprimir nuestros instintos; no escuchamos lo que proviene del corazón. Esa es la razón por la que actuamos en contra de nuestro propio cuerpo, intentando reprimir sus necesidades o negando su existencia. Esto no es sabiduría.
Cuando te conviertes en sabio, respetas tu cuerpo, respetas tu mente, respetas tu alma. Cuando te conviertes en sabio, controlas tu vida con el corazón, no con la cabeza. Dejas de sabotearte a ti mismo, de sabotear tu felicidad o tu amor. Dejas de cargar con toda esa culpa y esos reproches; dejas de juzgarte y de juzgar a los demás. A partir de ese momento, todas las creencias que te hacen infeliz, que te empujan a pelearte con la vida y que la convierten en algo difícil, simplemente desaparecen.
Renuncia a todas esas ideas sobre ser lo que no eres y conviértete en lo que realmente eres. Cuando te entregas a tu naturaleza, a lo que realmente eres, entonces, dejas de sufrir. Cuando te entregas a tu verdadero yo, te entregas a la Vida, te entregas a Dios. Y una vez que te entregas, ya no hay forcejeo, ya no hay resistencia, ya no hay sufrimiento.
Cuando eres sabio, siempre optas por la opción fácil, que es ser tú mismo, seas lo que seas. El sufrimiento no es otra cosa que la resistencia a Dios. Cuanto más te resistes, más sufres. Así de sencillo.
Imagínate que, de la noche a la mañana, te despiertas del sueño y estás completamente sano. Ya no tienes heridas, ya no tienes veneno emocional. Imagínate la libertad que experimentarás. Dondequiera que vayas todo te hará feliz por el mero hecho de estar vivo. ¿Por qué? Pues porque un ser humano sano no tiene miedo de expresar el amor. No tienes miedo de estar vivo y tampoco de amar. Imagínate cómo vivirías tu vida, cómo te relacionarías con la gente que te rodea si no tuvieses esas heridas y ese veneno en tu cuerpo emocional.
En las escuelas místicas de todo el mundo, a este proceso lo denominan el despertar. Es como si un día te despertaras y ya no tuvieses heridas emocionales. Pues bien, cuando ya no tienes esas heridas en el cuerpo emocional, las limitaciones desaparecen y empiezas a ver todas las cosas tal como son y no según tu sistema de creencias.
Desde el momento en que abres los ojos sin esas heridas, te conviertes en un escéptico: no aumentas tu importancia personal diciéndole a todo el mundo lo inteligente que eres o burlándote de otras personas que creen en todas esas mentiras. No, en el momento en que te despiertas, te conviertes en un escéptico porque ves claramente que el sueño no es verdad. Abres los ojos, estás despierto y todo te resulta obvio.
Cuando te despiertas, cruzas una línea que no tiene retorno y nunca más vuelves a ver el mundo de la misma manera. Todavía estás soñando -no se puede evitar el sueño porque soñar es una función de la mente-, pero la diferencia estriba en que sabes que se trata de un sueño. Y una vez que lo sabes, puedes disfrutarlo o sufrirlo. Eso depende de ti.
El despertar es como hallarse en medio de una fiesta en la que hay miles de personas y todas están borrachas excepto tú. Eres el único que se mantiene sobrio. Pues bien, eso es el despertar, ya que la mayoría de los seres humanos ven el mundo a través de sus heridas emocionales, a través de su veneno emocional. No son conscientes de que están viviendo en el sueño del infierno. No son conscientes de que están viviendo en un sueño, del mismo modo que los peces que nadan en el agua no son conscientes de que viven en el agua.
Cuando despiertes y descubras que eres la única persona sobria en una fiesta en la que todos los demás están embriagados, siente compasión por ellos porque, antes, tú estabas en sus mismas circunstancias. No juzgues, ni tan siquiera a la gente que está en el infierno, porque también estuviste en él.
Al despertar, tu corazón se transforma en una expresión del Espíritu, del Amor, en una expresión de la Vida. El despertar tiene lugar cuando cobras conciencia de que tú eres Vida. Y cuando cobras conciencia de que eres la fuerza que denominamos Vida, todo es posible. Los milagros se suceden sin cesar, porque es el corazón el que obra esos milagros. El corazón está en comunión directa con el alma humana, y aun cuando la cabeza oponga resistencia, cuando el corazón habla, algo cambia en tu interior; tu corazón se abre a otro corazón, y te es posible experimentar el verdadero amor.
Existe una vieja historia de India que nos habla de la soledad de Dios: Brahma. No existía nada más que Brahma, y por esa razón estaba muy aburrido. Brahma decidió jugar a un juego, pero no tenía a nadie con quien jugar. De modo que creó a una hermosa diosa, Maya, con el único propósito de divertirse. Una vez que Maya existió y Brahma le explicó el propósito de su existencia, ella le dijo: «De acuerdo, juguemos al juego más maravilloso, pero tú harás lo que yo te diga». Brahma aceptó y, siguiendo las instrucciones de Maya, creó todo el universo. Creó el Sol y las estrellas, la Luna y los planetas. Después, la vida en la Tierra: los animales, los océanos, la atmósfera, todo.
Entonces Maya le dijo: «Qué bello es este mundo de ilusión que has creado. Ahora quiero que crees un tipo de animal que sea tan inteligente y goce de tal conciencia que esté capacitado para apreciar tu creación». Finalmente, Brahma creó a los seres humanos, y una vez que acabó con la creación, le preguntó a Maya cuándo iba a empezar el juego.
«Lo empezaremos de inmediato», dijo ella. Cogió a Brahma y lo cortó en miles de pedacitos diminutos. Puso un trocito en el interior de cada ser humano y dijo: «¡Ahora empieza el juego! ¡Voy a hacer que olvides quién eres y tendrás que encontrarte a ti mismo!». Maya creó el sueño y, hoy, Brahma todavía está intentando recordar quién es. Brahma está ahí, en tu interior, y Maya te impide que recuerdes quién eres.
Cuando te despiertas del sueño, te conviertes de nuevo en Brahma y reclamas tu divinidad. Ahora, si el Brahma que está en tu interior te dice: «De acuerdo. Estoy despierto, ¿qué ocurre con el resto de mí?», como conoces el juego de Maya, comparte la verdad con otras personas para que despierten también. Uno se divierte más cuando hay dos personas sobrias en la fiesta. Y si son tres, mejor que mejor. Empieza por ti. Después, empezarán a cambiar más y más personas, hasta que todo el sueño, toda la gente que está en la fiesta, esté sobria.
Las enseñanzas que nos llegan de India, de los toltecas, de los cristianos, de los griegos -de distintas sociedades de todo el mundo- provienen de la misma verdad. Todas nos hablan de reclamar la propia divinidad y encontrar a Dios en nuestro interior. Hablan de abrir el corazón por completo y convertirse en un sabio. ¿Eres capaz de imaginarte cómo sería el mundo si todos los seres humanos abriesen su corazón y descubriesen el amor en su interior? Podemos hacerlo. Cada uno puede hacerlo a su manera. No se trata de seguir una idea impuesta; se trata de encontrarte a ti mismo y de expresarte a tu manera. Esa es la razón por la cual tu vida es un arte. Tolteca significa «artista del espíritu». Los toltecas son los que pueden expresarse con el corazón, los que aman incondicionalmente.
Estás vivo por el poder de Dios, que es el poder de la Vida. Eres la fuerza que es la Vida, pero como sabes pensar al nivel de la mente, te olvidas de quién eres en realidad. Y cuando esto sucede, resulta fácil ver a otra persona y decir: «Oh, ahí está Dios. Dios se responsabilizará de todo; Dios me salvará». No. Dios sólo ha venido a decirte -a decirle al Dios que se encuentra en tu interior- que seas consciente, que elijas, que tengas valor para avanzar a través de todos tus miedos y cambiarlos a fin de no temer más al amor. El miedo al amor es uno de los mayores miedos que padecen los seres humanos. ¿Por qué? Pues porque, en el Sueño del Planeta, un corazón roto significa «Pobre de mí».
Tal vez te preguntes: «Si realmente somos la Vida o Dios, ¿por qué no lo sabemos?». Pues porque estamos programados para no saberlo.
Nos enseñan: «Eres un ser humano; estas son tus limitaciones». Entonces, nuestros propios miedos limitan nuestras posibilidades. Eres lo que crees que eres. Los seres humanos son magos poderosos. Cuando te crees que eres lo que eres, eso es lo que eres. Y puedes hacerlo porque eres Vida, Dios, Intento. Tienes el poder de convertirte en lo que eres ahora mismo. Pero no es la mente racional la que controla tu poder, sino lo que tú crees.
Como ves, todo son creencias. Lo que creemos es lo que dirige nuestra existencia, lo que dirige nuestra vida. Construimos un sistema de creencias que es como una caja en cuyo interior nos instalamos; no podemos escapar porque creemos que no podemos hacerlo. Y esta es la situación en la que nos encontramos. Los seres humanos crean sus propias restricciones, sus propias limitaciones. Decidimos lo que es humanamente posible y lo que es imposible, y, después, sólo porque así lo creemos, se convierte en nuestra verdad.
Las profecías de los toltecas han previsto el inicio de un nuevo mundo, de una nueva humanidad donde los seres humanos se responsabilizan de sus propias creencias, de sus propias vidas. Se acerca el momento en el que te convertirás en tu propio gurú. No necesitas que otros te digan cuál es la voluntad de Dios. Ahora Dios y tú estáis cara a cara, sin intermediario alguno. Buscabas a Dios y lo has encontrado en tu interior. Dios ya no está fuera de ti.
Cuando sabes que el poder que es la Vida reside en tu interior, aceptas tu propia divinidad, y aun así, eres humilde porque ves la misma divinidad en todas las personas. Ves cuán fácil es comprender a Dios, porque todo es una manifestación de Él. El cuerpo morirá, la mente también se disolverá, pero tú no. Eres inmortal; existes durante billones de años en distintas manifestaciones, porque eres Vida y la Vida no puede morir. Estás en los árboles, en las mariposas, en los peces, en el aire, en la luna, en el sol. Dondequiera que vayas, estás ahí, esperándote a ti mismo.
Tu cuerpo es un templo, un templo vivo en el que reside Dios. Tu mente es un templo vivo en el que reside Dios. Dios vive en tu interior, Dios es la Vida. La prueba de que Dios reside en tu interior es que estás vivo. Tu vida es la prueba.
Por supuesto, en tu mente hay basura y veneno emocional, pero Dios también está ahí.
No tienes que hacer nada para alcanzar a Dios, para alcanzar la iluminación, para alcanzar el despertar. No hay nadie que pueda llevarte hasta Dios. Quien diga que te llevará hasta él es un mentiroso, porque ya estás en él. Sólo existe un ser vivo, y lo quieras o no, te resistas o no, sin hacer ningún esfuerzo, ya estás con Dios.
Por lo tanto, lo único que queda es disfrutar de la vida, estar vivo, sanar el cuerpo emocional para crear una nueva vida que te permita compartir abiertamente todo el amor que está en tu interior.
El mundo entero puede amarte, pero ese amor no te hará feliz. La felicidad proviene del amor que emana de tu interior. Ese es el amor que realmente cuenta, no el amor que los demás sienten por ti. Tu amor por los demás es tu mitad; la otra mitad puede ser un árbol, un perro, una nube. Tú eres una mitad; la otra mitad es lo que percibes. La mitad que te corresponde es la del soñador, y, el sueño, es la otra mitad.
Siempre serás libre para amar. Si eliges comprometerte en una relación y tu pareja juega al mismo juego, ¡qué regalo! Cuando la relación abandone del todo el infierno, os amaréis tanto a vosotros mismos que no os necesitaréis el uno al otro en absoluto. Os uniréis por propia voluntad y crearéis belleza. Y esa creación mutua es el sueño del cielo.
Ya eres un maestro del miedo y del auto-rechazo. Ahora lo que tienes que hacer es recuperar el amor hacia ti mismo, ya que con ese amor por ti mismo te volverás tan fuerte y poderoso que transformarás tu sueño personal de miedo en un sueño de amor, y sustituirás el sufrimiento por la felicidad. Entonces, como el sol, emitirás luz y amor en todo momento, sin condiciones. Cuando amas incondicionalmente, tú el ser humano y tú el Dios estás en sintonía con el Espíritu de la Vida que se mueve a través de ti. La vida no es más que un sueño, y si creas tu vida con amor, tu sueño se convierte en una obra de arte.
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