lunes, 6 de abril de 2015

EL FLUJO DEL CORAZÓN

Cada uno de nosotros tiene mucho que aprender en lo referente a relacionarse con los demás. Debido a que nos conocen muy bien, nuestras parejas, nuestros hijos y nuestros amigos íntimos son, a menudo, nuestros maestros con mas recursos. A pesar de que esta parece una verdad evidente en determinados momentos suele resultarnos difícil ser buenos estudiantes.
Habitualmente nos tratamos con dureza, enjuiciando constantemente lo que hacemos y lo que decimos, y eso hace que nuestro espíritu retroceda confuso y temeroso.
Para poder expresar el bien, la verdad y la belleza que todos llevamos dentro tenemos que acordarnos de comunicarnos con nosotros mismos con amabilidad. Es muy importante que los susurros de nuestra mente no se conviertan en puñaladas en nuestro corazón.
Aprendamos a escucharnos a nosotros mismos y así podremos escuchar profundamente a los demás desde nuestro corazón.
Cuando practicamos el sagrado arte de escuchar, entrelazamos nuestras Almas y dejamos fluir el Amor... fluye a través de ti... fluye a través de mi...
Cuando el flujo del corazón esta sólidamente asentado se experimenta una capacidad completa al Amor.
Cuando bloqueamos el Amor que damos a otra persona y el que recibimos de ella, nos cortamos a nosotros mismos la energía que estamos recibiendo de nuestro Yo Divino.
Cuando restauramos la armonía en nosotros y reactivamos nuestra disposición para transmitir un aprecio incondicional la energía del amor entra de nuevo en tí desde nuestro mas elevado yo y, luego, sale hacia la otra persona en un estallido de Luz.
Un corazón cerrado no puede dar, no puede recibir, pero un corazón abierto es un conducto directo para que el Amado ame a través de nosotros y tener capacidad para amar incluso a la gente "difícil" de forma impersonal.
Para evitar que los hilos que vamos tejiendo, los hilos del Alma, se deshilachen, debemos expresar nuestra verdad y resolver los conflictos dentro de un marco afectivo.
Es fácil hablar de amar y de preocuparse por los demás, pero no lo es tanto ajustar nuestros actos a las palabras.
Nuestros actos comunican inevitablemente nuestro verdadero coeficiente de amor. Yo soy capaz de hacerlo de forma mucho mas fácil cuando recuerdo las Cuatro Nobles Verdades.
Podemos encontrar la sabiduría de las cuatro nobles verdades en muchas culturas, pero la que voy a compartir con vosotros es la de la Gran Rueda de la Vida, un antiguo símbolo circular que han utilizado culturas indígenas durante miles de años:
LAS CUATRO NOBLES VERDADES
-DA LA CARA y elige estar presente ante todo lo que te ofrezca la vida. Sé un buen modelo, practicando lo que predicas.
-PRESTA ATENCIÓN a lo que tiene corazón y sentido para tí y resuena dentro de tú Alma.
-DI LA VERDAD sin culparte ni juzgarte, sin culpar ni juzgar. Di lo que sientes y siente lo que dices "habla con la lengua del espiritu" o "guarda un noble silencio". Cuando tengas una posición de poder, decide permanecer callado.
-MANTENTE ABIERTO, PERO NO APEGADO AL RESULTADO. Preocupate a fondo, desde una posición objetiva. Rompe los viejos patrones de conducta. Practica el discernimiento.
Recuerda todo debe ser trazado con Amor, puedes elegir...
... hablar la lengua del espíritu o ...guardar noble silencio.
(El Libro del Alma)

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