Es frecuente que las personas con tendencias espirituales crean que "no deberían" enojarse.
Ciertamente todos nos esforzamos por llegar al
momento en que ya no culpemos a nadie por nuestros
sentimientos; pero mientras no hayamos llegado a ese punto, es más saludable que reconozcamos qué
es lo que sentimos en un momento dado.
El cáncer es una enfermedad causada por un profundo resentimiento contenido durante
muchísimo tiempo, hasta que literalmente va carcom
iendo el cuerpo. En la infancia sucede algo que
destruye nuestro sentimiento de confianza. Esta es una experiencia que jamás se olvida, v el individuo
vive compadeciéndose de sí mismo y se le hace
difícil cultivar y mantener durante mucho tiempo
relaciones significativas. Con un sistema de creencias así, la vida se muestra como una serie de
decepciones. Un sentimiento de desesperanza, desvalimiento y pérdida se adueña de nuestro
pensamiento, y nada nos cuesta culpar a otros de todos nuestros problemas. La gente que tiene cáncer,
además, es muy autocrítica. Para mí, la clave de la curación del cáncer está en amarse y aceptarse.
El exceso de peso representa una necesidad de protección. Tratamos de protegernos de heridas,
agravios, críticas, abusos e insultos, de la sexualidad y de las insinuaciones sexuales de un miedo
general a la vida, y también de miedos específicos.
Yo tengo tendencia a ser gorda, y, sin embargo, con los años me he dado cuenta de que cuando
me siento insegura e incómoda suelo aumentar uno o dos kilos. Cuando la amenaza desaparece, el
exceso de peso se va también, sin que yo haya hecho nada por eliminarlo.
Luchar contra la obesidad es perder tiempo y energía. Las dietas no funcionan, porque tan pronto
como se las interrumpe, el peso vuelve a aumentar. Amarse y aprobarse, confiar en el proceso de la
vida y depositar su segundad interna en el conocimiento del poder de su propia mente son los elementos
básicos de la mejor dieta que conozco. Póngase a di
eta de pensamientos negativos, y el problema del
peso se resolverá solo.
Demasiados padres y madres piensan que cualquier problema que tengan sus hijos se soluciona
atiborrándolos de comida. Estos niños, cuando crecen, cada vez que tienen un problema se quedan
hipnotizados ante el frigorífico abierto, diciéndose: "No sé bien qué es lo que quiero".
Para mí, cualquier clase de dolor es una indicación de culpa. La culpa siempre busca el castigo, y
el castigo crea dolor. El dolor crónico proviene de una culpa crónica, con frecuencia tan profundamente
sepultada que ya ni siquiera tenemos la menor conciencia de ella.
El sentimiento de culpa es una emoción totalmente inútil, que jamás hace que nadie se sienta
mejor ni modifica para nada una situación.
Su "sentencia" ya se ha cumplido, de manera que déjese salir de prisión. Perdonar no es más que
soltar, dejar partir...
Las embolias las provocan coágulos de sangre, una congestión en el torrente sanguíneo que al
llegar al cerebro interrumpe el aprovisionamiento de sangre a una zona cerebral.
El cerebro es el ordenador del cuerpo. La sangre es júbilo. Las venas y las arterias son canales
por donde circula esa alegría. Todo funciona bajo la ley y la acción del amor. Hay amor en cada chispa
de inteligencia que brilla en el Universo. Es imposible
trabajar y funcionar bien sin sentir amor y júbilo.
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Louise L. Hay
Usted puede sanar su vida
El pensamiento negativo produce atascos en el cerebro, y así no queda margen para que el amor
y el júbilo fluyan libre y abiertamente.
La risa sólo puede fluir de un modo natural, y lo mismo pasa con el amor y el júbilo. La vida no es
hosca y ceñuda, a menos que nosotros la hagamos
así, a menos que decidamos verla así. Podemos
encontrar un desastre total en una mínima molestia, y un pequeño motivo de júbilo en la mayor de las
tragedias. De nosotros depende.
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