viernes, 22 de septiembre de 2017

LA FELICIDAD ES UNA DECISIÓN


Posiblemente definir la felicidad sea algo un poco complejo. En mi opinión, el concepto de felicidad varia de una persona a otra, ser feliz podría ser el equivalente a paz y tranquilidad en todos los dominios y aspectos de la vida; es decir: paz y tranquilidad en la familia, en el amor, en las amistades, en el trabajo, en la salud. 
Igualmente es importante aprender a segregar la felicidad de la alegría, alcanzar nuestras metas y objetivos es alegría; sin embargo,  la misma forma parte de nuestra felicidad. Tener dinero no da la felicidad pero ayuda con esos instantes de alegría al permitirnos sentirnos bien por alcanzar nuestros sueños y ampliar nuestras posibilidades materiales.
Se puede ser feliz y estar triste porque cada uno de nosotros tomamos la decisión de ser felices independientemente de que tengamos o sintamos dolor.
Esto implica un trabajo de voluntad importante que nos lleva a trabajar constantemente en ese propósito en donde hay que aprender a ser agradecidos ¿gratitud? … pero ¿cómo podemos ser agradecidos cuando nos invade el dolor o la tristeza?
La gratitud es algo que se practica todos los días. Desde que te despiertas hasta que te acuestas. Agradecer lo bueno resulta fácil pero agradecer lo malo se complica un poco. Una de las maneras que me parece correcta y que al menos a mí me ha sido y sigue siendo útil para poder llegar ese cambio de observador es preguntarte ¿por qué me toca pasar por esto?  ¿qué debo aprender de esto? A veces las respuestas no aparecen ni llegan en ese momento pero el solo hecho de cuestionártelas de una manera reiterativa hará que en el algún momento tu mente haga el tan aclamado “clic”.
El tener fe hace que las cosas no sean fáciles, sino posibles. No hablo de la fe y la gratitud desde un punto religioso sino como aquello que me permite tener esperanza para poner voluntad y así poder aprender de ese dolor sin que se convierta en sufrimiento el cual es parte de la infelicidad.
La felicidad y la infelicidad existen y son sentimientos o estados permanentes, solo tú decides de cual lado quiere jugar.
Fuente: Diego Matus

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