Los colores que percibimos en realidad son luz
que tiene el mismo espectro electro magnético que las ondas de radio,
televisión, microondas o los rayos X. El físico y matemático inglés, Isaac Newton demostró que la luz viaja en ondas y que si se proyecta un rayo de luz a través de un prisma, las diferentes longitudes de onda se refractan en ángulos distintos haciendo visible un abanico de colores.
Por otro lado, cuando la luz entra en contacto
con un objeto, este absorbe únicamente la longitud de onda que coincide
con su estructura atómica y refleja el resto, que es lo que nosotros
percibimos. Además no sólo vemos con nuestros ojos, en realidad vemos con nuestro cerebro que
interpreta los impulsos del mundo exterior en una experiencia clara e
inteligible para nosotros ayudándonos a navegar el mundo.
La psicología del color afirma que los colores de
nuestro entorno tienen un efecto en nuestra concentración, estado de
ánimo, el balance del sistema nervioso autónomo, las funciones sexuales y
reproductivas, los patrones de sueño, el apetito, metabolismo y
temperatura corporal entre otras cosas. Pero ¿cómo es esto posible?
Básicamente cuando la luz entra en contacto con el ojo humano, pasan por
la retina donde se convierten en impulsos eléctricos que pasan el
hipotálamo que es la parte del cerebro que controla la secreción de
hormonas y el sistema endocrino. En otras palabras el hipotálamo, junto con la pituitaria, está a cargo de regular el reloj biológico del cuerpo.
El color es el código que utiliza la naturaleza
para enviar señales sin utilizar lenguaje. De hecho los científicos han
descubierto que el colores una de las primeras cosas que notamos y en
un contexto natural provee información valiosa sobre el entorno. Además
en el reino animal el color de los animales e insectos también juega un
papel en la reproducción ya que su función es atraer a posibles
consortes.
Es importante comprender que hay una diferencia
entre la psicología del color y el simbolismo de los colores. Las
asociaciones culturales que tenemos con respecto a los colores varían de
región en religión. Por ejemplo el verde es considerado de buena suerte
por los irlandeses, mientras que para los musulmanes es un color
sagrado asociado a la túnica de su profeta.
Para darte una idea de que cualidades asocia la
psicología del color a cada tono o pigmento hemos realizado la siguiente
lista:
1. Rojo
Sus acepciones positivas son valor, fuerza,
calidez, energía, dinamismo y pasión. Las negativas son resistencia,
agresividad y peligro.
2. Naranja
Sus acepciones positivas son seguridad,
abundancia, diversión e innovación. Las negativas son privación,
frivolidad e inmadurez.
3. Amarillo
Sus acepciones positivas son luminosidad,
confianza, amistad y creatividad. Las negativas son irracionalidad,
miedo, fragilidad y ansiedad.
4. Verde
Sus acepciones positivas son armonía, balance, frescura y paz. Las negativas son aburrimiento, estancamiento, agotamiento.
5. Azul
Sus acepciones positivas son inteligencia,
comunicación, confianza, efectividad y calma.Las negativas son frialdad
e indiferencia.
6. Violeta
Sus acepciones positivas son espiritualidad, sabiduría y realeza. Las negativas son introversión y decadencia.
7. Rosa
Sus acepciones positivas son delicadeza, femineidad y amor. Las negativas son inhibición y debilidad física.
8. Café
Sus acepciones positivas son seguridad,
confiabilidad y conexión con la tierra. Las negativas son falta de
sofisticación y humor.
9. Blanco
Sus acepciones positivas son pureza, ingenuidad, claridad y limpieza. Las negativas son elitismo, frialdad, distanciamiento.
10. Negro
Sus acepciones positivas son elegancia, seguridad y prestigio. Las negativas son opresión, muerte y oscuridad.
La psicología del color tiene usos en la publicidad, la decoración de
interiores de espacios públicos y privados, así como la industria de la
moda. Por ejemplo si se trata de una casa, se recomienda que el
comedor sea decorado en tonos de naranja que estimulan el apetito y la
vitalidad. Por otro lado si se trata de una oficina, un tono de azul es
más apropiado mientras que en las habitaciones un tono verde o violeta
puede ayudarnos a relajar nuestros nervios antes de dormir.
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