Una vez, un padre se sentó con sus tres hijos en el jardín y les preguntó: "Supongamos que pudieran por un mero deseo, tener cualquier cosa que su corazón deseara, ¿que escogerían?”
"Yo desearía ser hermosa” dijo su hija. “A todo mundo le gusta lo hermoso y a todo el mundo le gustaría yo”.
"Que tonta eres” respondió su hermano. “La belleza es una cosa pasajera. Mi deseo sería ser rico. El dinero regula al mundo y con él compraría todo lo que quisiera”."Yo desearía ser hermosa” dijo su hija. “A todo mundo le gusta lo hermoso y a todo el mundo le gustaría yo”.
El otro hermano, entonces dio su opinión: “Yo creo que eres tan tonto como nuestra hermana. La riqueza se pierde tan fácilmente como la belleza. Para mi, mi deseo sería tener sabiduría. Nadie me la podrá quitar".
El padre que había escuchado silenciosamente, se levantó y con una varita escribió un gran numero de ceros en la tierra y les dijo:
"Todas las cosas que han dicho, belleza, riqueza y sabiduría, no son nada para un hombre inteligente. Son como muchos ceros, pero pónganle un número antes de los ceros y los convertirán en un gran tesoro. La única cosa que realmente importa es la virtud. Por sí sola hará a las personas hermosas, ricas y sabias".
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