miércoles, 31 de mayo de 2017

Amate

Muchos de los problemas que surgen a lo largo de nuestra vida son causados por lo poco que nos amamos a nosotros mismos, cuando la verdadera naturaleza del ser humano es la de que somos seres totalmente completos y capaces.
Nuestro bienestar viene dado por tener una buena estima sobre nosotros mismos. Nosotros somos más que nuestras circunstancias y más de lo que proyectamos al mundo. Lo que percibimos de nosotros y lo validamos como algo real, es lo que mostramos. Si nos consideramos personas valiosas y gozamos de una buena autoestima, el resto nos considerará de la misma forma, pero, sin embargo, si nosotros creemos que no somos válidos, que algo anda mal dentro de nosotros, que los demás son mejores y necesitamos la aprobación del resto a cada paso que damos, nuestra autoestima está por los suelos y los demás nos verán tal y como pensamos que somos.
El problema de no amarnos es que atraemos a nosotros todas esas circunstancias y personas que no nos gustan, somos como imanes y atraemos lo que somos. Qué fácil sería cambiar la ecuación y sentir que nos amamos más que a nada en el mundo ¿Qué tan diferente seria nuestra vida? ¿Qué clase de personas y circunstancias atraeríamos? Ciertamente, tenemos mucho por ganar si el amor que sentimos por nosotros mismos fuera algo sano y natural.
El amarnos y respetarnos  nos da el poder de sentirnos mejor con nosotros y por consecuencia con el resto, somos más conscientes a la hora de tomar decisiones que nos construyan como persona y somos más eficientes a la hora de enfrentarnos a los retos y desafíos que la vida nos pone enfrente.
Cada uno de nosotros al nacer se nos da el privilegio de ser especiales, únicos, brillantes, genuinos, maravillosos y se nos conceden todos los recursos internos para sentirnos gloriosos y capaces de todo. La cuestión aquí es ¿Por qué olvidamos lo grandes que somos? Y digo olvidamos porque internamente todo ese potencial sigue dentro de nosotros esperando salir de nuevo a la luz. Lo olvidamos porque lo enterramos tan profundamente que nos es imposible verlo. Llenamos nuestros pensamientos de cosas negativas sobre nosotros, ya que muy probablemente en nuestra niñez empezamos a escuchar comentarios negativos sobre nosotros, y lo peor de esto es que nos lo creímos! Sí, dimos por válido todo aquello que otras personas pudieran opinar y con el paso de los años hemos ido buscando la evidencia de que eso que nos decían era verdad.
Hoy en día existen miles de estudios sobre cómo afectan las creencias de negativas sobre nuestra vida. Si yo creo que soy estúpida porque de pequeña en un evento, (que quizá si lo pensáramos hoy a nuestra edad no lo daríamos importancia), mi manera de entenderlo era que yo era una completa estúpida, a lo largo de mi vida cada vez que algo no salga como yo quiero diré sobre mí que es porque soy una estúpida y reforzare esa creencia que hace muchos años creé sobre mí, y ya de paso me escudare tras ella cada vez que no tenga buenos resultados, sean del tipo que sea, en temas de trabajo, en relaciones, con la familia… Y de lo que no soy consciente, es que mi vida la esta dominando una niña con 5 o 7 años.
Lo primero y fundamental para empezar a amarnos y reconectar con el ser tan maravilloso que somos es pararnos por un momento y decir:” ¿Cuáles son todas esas creencias negativas que tengo sobre mí? ¿Me sirven hoy en día para tener una buena valoración de mí? ¿Esas creencias me van a ayudar a ser la gran persona que quiero mostrar al mundo? No, claro que no nos sirven. Pues comencemos a cambiarlas una por una ¿Qué es lo que quiero creer a partir de ahora sobre mí? ¿Cuáles son esas nuevas creencias que me van a impulsar a elevar mi autoestima? Este es un gran ejercicio para reflexionar sobre lo que realmente somos y no sobre lo que creemos ser.
Como ya sabemos muchos, la mejor manera de implementar en nuestro cerebro una nueva creencia sobre nosotros, es convertirlo en un hábito, y un hábito lo hacemos real a través de afirmaciones positivas y repetirlas varias veces al día durante al menos un mes hasta que lo sintamos como algo real. También es importante que empecemos a actuar “como si”…es decir, como si ya fuésemos todo eso que nos estamos diciendo.
No me cansaré de repetir la importancia de amarnos, de sentirnos valiosos y especiales, porque es una realidad y una verdad como un templo.
No te imaginas las cosas tan grandes que eres, tú quizá no seas consciente o no lo quieras ver, pero yo sé que lo eres, yo creo en la magnificencia de las personas y en el poder que tienen para tener una vida plena y llena de dicha. Pero todo parte de ti y de lo que tú quieras creer al respecto.

Cualquier cosa que quieras crear en tu vida parte de tu interior y si ese interior está sano, se siente amado y sabe que puede contar contigo pase lo que pase, conseguirás todo lo que deseas.
Amate a ti mismo y veras como te aman los demás.


por Anabel Encinas

No hay comentarios:

Publicar un comentario