Si estás ansioso, tenso
o preocupado por cualquier cosa en tu vida, comienza
ahora a descansar, a dejar ir y a permitir que Dios satisfaga tu
necesidad.
No importa lo que parezca que falta en tu vida —bien
sea una persona muy querida, un lugar especial, una actividad de gran
valor o un sentimiento de bienestar— ten la seguridad de que Dios
satisface tu necesidad ahora mismo.
Respira profundamente. Exhala
despacio y di en silencio: Dejo ir. Permito que Dios satisfaga mi
necesidad. Acepta la realidad de que la sabiduría de Dios está siempre
presente y disponible, lista para llenarte de comprensión, luz y vida
nuevas. Permite que Dios llene todo vacío que parezca separarte de los
deseos de tu corazón. ¡Deja ir! ¡Permite que Dios satisfaga tu
necesidad!
La luz, la sustancia de Dios y la actividad divina se
moverán en ti y por medio de ti a medida que dejas ir. El proceso
creativo de Dios aguarda tu aceptación de su acción productiva y
sanadora. Permite que tus pensamientos sean elevados. Permite que la
presencia de Dios disuelva tus temores y dudas y elimine cualquier duda.
Deja ir y permite que Dios en ti haga la obra.
Comienza ahora a
descansar del afán y el esfuerzo de cuestionar, planificar y razonar.
Toma unos momentos durante el día para calmar tu pensamiento y poner
toda tu atención en las palabras:Dejo ir. Permito que Dios satisfaga mi
necesidad.
Inmediatamente, experimentarás beneficios visibles y
tangibles, en lo externo y en lo interno. Sentirás fortaleza, fe y valor
renovados. Tus oraciones serán más efectivas y tu comprensión de la
presencia de Dios en ti será mas clara. Encontrarás que el amor de Dios
se encarga de lo que no puedas lograr. Al dejar ir, Dios satisfará libre
y abundantemente cada necesidad.
Dios siempre provee
conocimiento, guía, comprensión, fe, curación, provisión, o cualquier
otra cosa que necesites. Lo que quiera que tu experiencia de vida
parezca ser, tienes —en este mismo momento— una oportunidad de dejar ir
tu lucha personal y permitir que Dios se mueva en tu y por medio de ti
para satisfacer todas tus necesidades.
Durante el punto más
crítico de la vida de Jesús, cuando las mentes y los corazones de Sus
discípulos parecían totalmente vacíos de valor y fe, sus necesidades
fueron satisfechas. A medida que los discípulos veían el ejemplo
asombroso de la tierna entrega de Jesús, aprendieron acerca del poder
milagroso de dejar ir y dejar a Dios actuar. Sus ojos, mentes y
corazones se abrieron al mensaje de vida abundante y eterna y amor para
toda la humanidad.
El amor y la bondad de Dios siempre llenarán
toda necesidad en tus circunstancias, todo anhelo de tu corazón, todo
deseo de tu alma de paz y seguridad, y todo buen deseo de la expresión
de vida eterna y bienestar.
Aunque a veces parezca que estás
separado de lo que ha sido tu gran fuente de comodidad, seguridad o
provisión, recuerda: Dios siempre satisface tu necesidad. No importa
cuán grande parezca la separación entre tú y la solución a tu deseo más
anhelado, puedes confiar en Dios. Repítete una y otra vez, tan a menudo
como lo necesites: Dejo ir. Permito que Dios satisfaga mi necesidad.
Deja
ir. Permite que Dios satisfaga tu necesidad. Dios nunca deja un vacío.
Dios nunca te abandonará. La presencia divina de amor y sabiduría
siempre alimenta tu alma en su desenvolvimiento gradual del potencial
espiritual. El poder de Dios siempre obra en toda circunstancia. Al
dejar ir y confiar en Dios, todo es transformado —sí, todo— en una
bendición. Dios continuamente ilumina los lugares oscuros, suaviza lo
áspero, endereza lo torcido y llena lo vacío —con bondad amorosa y gozo
abundante.
Deja ir. Permite que Dios satisfaga tu necesidad.
Permite que el proceso creativo de Dios comience ahora a llenar cada
punto en tu vida que necesite el toque del amor divino y el poder
sanador. Dios está listo para hacer lo que no puedes hacer por ti mismo.
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