viernes, 7 de febrero de 2014

PALABRAS MAGICAS


Siempre supimos que la gratitud es un pilar importante de la espiritualidad. Ahora, nuevos estudios señalan que desarrollar esta cualidad conscientemente puede hacernos personas más sanas y considerablemente más felices.

El profesor de Psicología de la Universidad de California Robert Emmons se puso a estudiar la gratitud hace algunos años de manera casual, cuando un colega le propuso que presentara un trabajo sobre el tema para un congreso de su especialidad. Lo que descubrió lo dejó tan boquiabierto que pronto se convirtió en su principal interés profesional… y personal. En el libro que resultó de sus estudios “¡Gracias! Cómo la nueva ciencia de la gratitud te puede hacer más feliz”, el doctor Emmons sostiene que “la gratitud es literalmente una de las pocas cosas que puede cambiar la vida de las personas de manera mensurable”, y reporta que ese incremento del bienestar y la satisfacción con la propia vida es de un 25%. Pero más allá de las estadísticas, sus investigaciones plantean una idea motivante: que hay quienes nacen con una actitud espontáneamente agradecida, y que todos los demás pueden aprenderla.
La gratitud como disciplina es una elección consciente. Puede comenzar con la práctica de llevar un "diario de gratitud” (donde todos los días se anotan las cosas que uno agradece de lo acontecido), pero eso es sólo el comienzo. La mejor manera de desarrollar gratitud es enfocarse en los aspectos positivos de la vida, tomándolos como dones o regalos. Estos regalos pueden ser pequeños placeres cotidianos, personas queridas, talentos o fortalezas personales, momentos de belleza espontánea, gestos de bondad. Puede que no pensemos habitualmente en estas cosas como regalos, pero así es como nosotros (los psicólogos de esta corriente) queremos que los piensen. Luego le pedimos a las personas que se tomen un momento para realmente saborear y percibir estos regalos, pensar en cuánto valen, y escribirlo sobre ellos. Cuando este tipo de percepción se practica en forma regular y consciente, produce un cambio en la forma de pensar y se vuelve permanente.

¿Cuál es la relación entre la gratitud y la salud?
La gente agradecida se ejercita más, duerme mejor, dicen tener más energía y vitalidad. Estas personas suelen sentirse agradecidos con sus cuerpos, por su habilidad de ver, oler, escuchar, por cada respiración, por la vida misma. La gratitud trae como viento de cola otras emociones positivas como alegría, contento y esperanza, que tienen beneficios físicos claros a través del sistema inmune. 
. Las personas agradecidas tienen menos chance de sentir emociones como envidia, enojo, arrepentimiento y otros estados anímicos estresantes. Y al enfocarse más en la benevolencia de los otros, las personas agradecidas se sienten más conectadas y nutridas por una red social de relaciones
sanas.


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