miércoles, 21 de noviembre de 2018

La Ley del Espejo: Lo que podemos aprender de nosotros mismos a partir de los demás



En el año 2006, el experto en coaching japonés Yoshinori Noguchi nos brinda una obra de autoayuda muy interesante llamada “La Ley del Espejo”. En esta corta y emotiva historia, él recrea el poder que esta ley tiene sobre nosotros si la aplicamos en el contacto con los demás. Es, de hecho, una importante herramienta y muy efectiva para llegar a conocer aquellas cosas de nosotros que no podemos ver a simple vista. Y nos enseña que poniendo atención y trabajando sobre nuestros propios conflictos podemos también fortalecer la manera en que nos relacionamos con los demás.
Ley del espejo: La realidad como reflejo del yoEstamos muy acostumbrados a señalar a los culpables de nuestra infelicidad. Es mi jefe que no me valora, es mi pareja que no me escucha, es mi hermano que me envidia, etc. Tú eres víctima de la influencia que ellos tienen sobre ti. Y esto va generándote un resentimiento que se acumula con el tiempo hasta explotar.

Pero eso es culpa de los demás.

¿O no?

Pues para Noguchi, cuando nos enfadamos, lo hacemos con nosotros mismos. Según el autor de la ley del espejo, hay cuatro razones por las que el enojo se manifiesta en nosotros.



Lo que el enojo nos dice de nosotros

La primera es la Igualdad. A veces las actitudes contra las que tanto reaccionamos son comportamientos que nosotros mismos poseemos. Nuestro inconsciente no reacciona bien al ver esa imagen reflejada en el espejo de la vida. El enojo es, así, una forma de defenderse y diferenciarse de eso que se está observando.

La segunda es la de la Contrariedad. El autor de la ley del espejo nos dice que al igual que se da la primera situación, la reacción contraria también nos señala nuestra propia imagen. Estamos tan acostumbrados a identificarnos con algunas actitudes que consideramos positivas, que nos enoja de manera exagerada la conducta contraria. Esto se da de esta manera porque cuestiona la identidad que nosotros mismos nos hemos construido, y eso dispara el mecanismo de defensa.
Además, la tercera razón según la ley del espejo tiene que ver con nuestra actitud frente a terceros. Esto se da cuando una actitud que una persona está teniendo con nosotros nos recuerda a la misma actitud cuando nosotros la tenemos con otra persona y eso nos disgusta. En este caso nos molesta que nos recuerden nuestra propia mala actitud.La cuarta razón es la Idealización. Como nos dice la ley del espejo, en este caso el enojo se despierta porque la imagen que el espejo nos devuelve no condice con la forma en que nos gustaría que las cosas sean. Eso nos decepciona, nos demuestra nuestra equivocación y nos obliga a lidiar con la frustración de no llegar a cumplir con nuestras expectativas. Nos rehusamos a aceptar la realidad.

La importancia del perdón

La ley del espejo nos habla de la importancia de perdonar a aquellas personas a las que guardamos rencores a lo largo de nuestra vida. Aquél que no puede perdonar vive atado al pasado, y con el corazón lleno de ira hacia otra persona. De esa forma, nunca conseguirá la paz interior.

De esta manera, perdonar se vuelve también un acto de amor con uno mismo.

Nos libera cuando comprendemos y aceptamos nuestras heridas. Debemos, por lo tanto, comenzar con perdonarnos a nosotros mismos.

Sólo de esa manera alcanzaremos la felicidad.

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