lunes, 23 de mayo de 2016

CADA MOMENTO ES UN REGALO TOTALMENTE GRATIS

David Steindl-Rast es para muchos un maestro espiritual. A los 89 años lleva 64 como monje en un monasterio de la orden de San Benito y en torno a su propuesta de vivir agradecidos se montó una organización que lleva ese nombre y tiene presencia en varios países, incluido la Argentina.
Nacido en Austria, estudió arte, antropología y psicología y es uno de los pioneros en el diálogo ecuménico e interreligioso. Vivió tres años con monjes budistas profundizando el estudio de al espiritiualidad zen. Durante su paso por Buenos Aires días pasados, reunió mil personas en Tecnópolis para una Celebración de la gratitud -que fue seguida por cuatro mil vía streaming- y otras tantas en la Feria del libro donde presentó junto a su hermano espiritual Anselm Grun, el libro-entrevista Lo que creemos. Espiritualidad para nuestra época.
-Hay quienes tienen reticencia a hablar de espiritualidad y prefieren referirse a la religiosidad. Usted, sin embargo, habla de espiritualidad, ¿en qué sentido?
-Hay mucha gente que prueba todo lo que encuentra en el mercado de lo espiritual, pero no se compromete con nada. A esta actitud a veces se la llama espiritualidad, pero no lo es. La espiritualidad básicamente significa estar vivos, estar abiertos al misterio que es la vida. El tesoro que encontramos en este misterio de la vida es Dios. Todos los seres humanos tenemos en común esta experiencia de apertura al misterio; como humanos somos animales religiosos. Las distintas tradiciones religiosas nacen de esta espiritualidad. Lo sepan o no todas estas tradiciones nos llevan a un mismo lugar de espiritualidad.
-¿Cómo es eso?
-Le doy una imagen. La espiritualidad humana es como el agua subterránea. Cada tradición crea un aljibe diferente, pero todos llegan al mismo lugar. Si en los diálogos religiosos se comparan los diferentes aljibes no se llega a ningún lado porque son todos distintos, pero si en lugar de habar de los aljibes se los usa para llegar hacia donde te quieren llevar, que es la espiritualidad, entonces se da la comunión.
-¿Cómo se inserta en este escenario la organización Vivir agradecidos inspirada en su propuesta?
-La gratitud de Vivir agradecidos esencialmente es para el campo común de la espiritualidad de todos los seres humano. Por eso cada religión dice que la gratitud es algo central. Por ejemplo en la tradición cristina la palabra misma eucaristía quiere decir acción de gracias e irradia toda la vida cristiana. Se podría decir entonces que la vida cristiana es un vivir agradecidos. Con otras palabras o maneras otras tradiciones hablan de lo mismo.
-¿A quién se está agradecido?
-Como cristianos agradecemos a Dios, un misterio al que Jesús llama padre, pero la gratitud no significa en primer lugar agradecer a alguien, sino vivir con la alegría de recibir un regalo totalmente gratuito. Identificarlo nos ayuda y beneficia para vivir. Otras tradiciones también son agradecidas y lo expresan de distintas maneras.
-¿De dónde viene esa alegría?
-Eso pasa cuando nos damos cuenta de que cada momento es un regalo totalmente gratis. No podemos hacer nada para que pase, llega, nos es dado. Nos mostramos agradecidos teniendo confianza en que el regalo que recibimos es bueno y haciendo algo con ese regalo. La mayoría de las veces ese hacer algo significa disfrutar la vida. A veces la oportunidad que ese momento nos trae es algo más difícil y no solo disfrutar: aprender, crecer, ayudar a otros, protestar ante injusticias.
-La renovación que propone una vuelta a la espiritualidad oriental fue históricamente y lo sigue siendo muy criticadapor algunos sectores católicos?
-Siempre hay grupos mas conservadores y otros más progresistas. Es importante tener a los conservadores porque a veces el auto necesita un freno y también se necesita a los progresistas porque el auto necesita un motor. Necesitamos las dos cosas.
-Desde el punto de vista católico ¿esto responde al pedido del Papa de buscar nuevas formas de llegar al corazón del hombre ?
-Sí. Creo que el agradecimiento es una de las cosas que está más cerca del corazón del Papa. Vivir agradecidos es una forma de mostrar misericordia y compasión, es un camino hacia la paz y una forma de apreciar todo por lo que te lleva a proteger el medio ambiente. Es una forma de ayudar a los pobres porque si estas agradecido por lo que tenes eso te lleva a compartir lo que tenés con los demás. De muchas maneras esto va en la dirección que indica el Papa.
-¿Puede decirnos brevemente en qué consiste el método contemplativo que usted propone?
-Hay una fórmula muy simple: detenerse, mirar y actuar. Hay que parar porque vivimos en un mundo en el que pasa todo muy rápido y tenemos que salir del automatismo al que nos lleva la vida y resurgir a la vida, estar vivos. Paramos para mirar qué nos ofrece la vida en este momento, cuál es el regalo -la oportunidad- que se está presentando en este momento. La mayoría de las veces probablemente será algo placentero, y otras veces se dan momentos u oportunidades más difíciles. Y cuando vemos la oportunidad tenemos que responder de alguna manera porque eso es la gratitud, hacer algo con el regalo. Necesitamos ser creativos en este mundo para hacer la paz, perdonar y sanar.

Para saber más

Vivir Agradecidos

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