jueves, 3 de abril de 2014

NUESTROS HIJOS

Bastante frecuentemente, una de las relaciones más conflictivas y llenas de memorias, creencias y mandatos ancestrales y culturales, sin duda, es la relación con nuestros hijos.
Lo hemos “padecido” con nuestros padres, en el rol de hijos y lo “padecemos” con nuestros hijos, en el rol de padres.
“Es natural” dicen algunos… “Es un problema generacional” dicen otros…
La operatoria dentro de esta relación es muy frecuente y casi… tragicómica… Tanto padres como hijos, nos encontramos muchas veces, en situaciones tremendamente absurdas, en discusiones infructuosas… que literalmente… no conducen a ninguna parte.
El Dr Len dice… “Nuestros hijos, han venido a nuestras vidas para “sacudirnos”… han venido a modo de “recordatorio” para que recordemos que tenemos que devolvérselos a Dios. Nosotros tenemos que darles de comer, cuidar que no se enfermen, que no se lastimen en sus primeros pasos… y eso es todo! Ellos NO han venido para que les digamos QUE ES LO QUE TIENEN QUE HACER”.
Ellos no han venido para que les demos concejos, ni para que los manipulemos o nos dejemos manipular por ellos, ni para que los castiguemos, ni para que les “evitemos” el sufrimiento. Tampoco para que los carguemos con nuestras sofocantes expectativas. Ni para que volquemos en ellos todas nuestras frustraciones… ni para que ellos sean lo que nosotros quisimos ser y no pudimos… No han venido para que les elijamos la pareja, la carrera, ni para que les digamos cómo tiene que ser su vida. Ellos han venido para obtener sus propias experiencias, que les proporcionarán sus propias herramientas para recorrer su propio camino de vuelta a Casa. Tenemos que devolvérselos a Dios! Cómo??? Limpiando sobre el apego, sobre las expectativas que cargamos sobre ellos, sobre aquello que ellos hacen y nos perturba, limpiando juicios, sentencias y mandatos.
No importa lo que hagamos ó digamos a nuestros hijos. Ellos buscarán la forma (tal como lo hicimos una vez) de encontrar su propio camino. Podemos darles mil pistas y recomendaciones… podemos llenarlos de instrucciones… podemos atormentarlos con mandatos ancestrales… De TODOS modos, ellos encontrarán eso que han venido a buscar: Su propio camino de vuelta a Casa.
Mabel Katz, en su libro “El Camino Más Fácil”, nos dice: “Habla con ellos… mientras duermen… dile cuanto los amas… dile que estás muy agradecido que hayan llegado a tu vida…” Cuando hacemos eso… hablamos con su subconsciente… que siempre está escuchando y registrando todo lo que ocurre…Y simplemente entrégaselos a Dios!!!
No importa lo que hagas… ellos buscarán su camino. Puedes simplificarlo, entregándoselos a La Fuente que los creó perfectos ó enredarlo con mandatos, expectativas, pretensiones, juicios y presiones. Pero tarde o temprano ellos encontrarán su propio camino… y volverán a Casa.

La Paz comienza conmigo… y con nadie más!!! Este es el camino de la libertad.

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