lunes, 25 de febrero de 2013

NADA ES POR AZAR

Algunas veces te pasan cosas
que parecen horribles,
dolorosas e injustas,
pero luego comprendes
que si no las hubieras superado,
nunca hubieses realizado tu potencial,
tu fuerza o el poder de tu corazón.

Todo pasa por una razón en la vida.
Enfermedades, heridas, ausencias,
amores que se quiebran,
momentos perdidos
de grandeza o puras tonterías.

Todo ocurre para probar los límites de tu alma.
Sin estas pequeñas pruebas
la vida sería como una carretera
recién asfaltada, suave y lisa,
pero que no conduce a ninguna parte.

Aún se puede aprender de las malas experiencias.
Es más, quizá sean
las más significativas en nuestras vidas.

Si alguien te hiere o te traiciona,
dale las gracias
porque te ha dado la oportunidad de perdonar,
y a tener más cuidado de escoger
a quién le abres tu corazón.

Si alguien te ama, ámalo tu también,
no porque te ame
sino porque te ha enseñado a amar
y a ver las cosas pequeñas de la vida.

Permítete enamorarte,
liberarte y poner la vista en un lugar bien alto.

Repítete a ti mismo
que eres un individuo magnífico y
¡CRÉELO!.

Si no crees en ti mismo, nadie lo hará.
Crea tu propia vida y
¡VÍVELA!.

arriésgate a ser lo que eres.

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