Las piedras grandes se ponen primero. Hace algún tiempo leía acerca de un experto en temas de administración del tiempo. Un día este experto hablaba a un grupo de estudiantes y buscó decirles algo que se les quedara grabado por siempre.
Se paró frente a todos con una olla de cerámica con boca ancha y la colocó sobre la mesa, luego tomó una docena de piedras grandes y las fue colocando dentro de la olla. Cuando la olla estuvo llena y no cabía una piedra más, preguntó: ¿Está llena la olla?
Todos en la clase contestaron que sí.
Volvió a preguntar él: ¿de verdad? Entonces tomó un cubo con grava y empezó a vaciar su contenido en la olla hasta que ésta se fue colocando en los huecos que existían entre las piedras más grandes, hasta que ya no pudo entrar una más. Él preguntó entonces: ¿Está llena ahora?
Alguien del grupo contestó: Probablemente, no.
El hombre tomó enseguida una cubeta con arena y la vació dentro de la olla, de manera que la arena cubrió los huecos dejados por las piedras y la grava y ya no cupo más. Preguntó entonces: ¿Está llena ahora?
No, exclamó el grupo.
Excelente, les dijo a la vez que vaciaba una jarra con agua en el interior y ésta era absorbida por la arena.
¿Cuál es el punto de este ejemplo?
Un estudiante comentó:
El punto es que no importa qué tan llena esté tu agenda, si te esfuerzas habrá cabida para algo más.
No, -contestó el expositor.
El punto que nos ilustra esto es que si no colocas las piedras grandes en primer lugar, no podrás hacerlo después.
¿Qué son para ustedes las piedras grandes en su vida?
¿Un proyecto pendiente de lograr?
¿Tiempo de calidad con su familia?
¿Su fe en un Dios?
¿Sus finanzas?
¿Sus estudios?
¿Una causa justa?
Recuerden: Pongan las grandes piedras de su vida primero, ya que no podrán colocarlas después
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