Dejar de ser víctima. Cuando
te victimizas estás hablando desde la carencia, desde lo que no tienes.
El cuento de Rafael Pombo, “La pobre viejecita” lo expresa claramente
al mostrarnos cómo ella lo tiene todo pero se siente sin nada, no tiene
comida pero come de todo, no tiene dónde vivir pero tiene una gran casa,
no tiene quién la cuide pero tiene muchos criados, no tiene donde
sentarse pero tiene muchas sillas, no tiene qué ponerse pero tiene
muchos vestidos, no tiene qué calzarse pero tiene muchos zapatos. Muchos
de nosotros nos convertimos en “pobres viejecitas”, creyendo que no
tenemos nada cuando lo tenemos todo, criticando constantemente al mundo
por no ofrecernos lo que nos merecemos, queriendo tener lo que ya
tenemos, necesitando lo que no necesitamos, sintiéndonos víctimas del
destino, de las circunstancias, de la humanidad, de la economía, de la
política, de los que sí tienen.
Mientras
este pensamiento continúe dentro de nosotros, nunca lograremos alcanzar
lo que queremos. Simplemente estamos rechazando la abundancia, la
felicidad, la paz, la vida. Nos convertimos en mártires de nuestros propios pensamientos puesto que los pensamientos de una víctima son de baja frecuencia.
Joe
Dispenza y Gregg Braden son algunos de los autores que explican desde
la física y la mecánica cuántica, cómo nuestro pensamiento crea la
realidad. Vivimos en un campo cuántico de infinitas posibilidades. El
mundo está hecho de átomos. Desde la física cuántica el átomo es nada,
pero tiene la potencialidad para ser cualquier cosa, es nuestro
pensamiento lo que vuelve un átomo en una estructura física específica.
Al examinar los átomos han descubierto que un electrón tiene la
posibilidad de aparecer y desaparecer. Después de investigaciones
realizadas por físicos cuánticos y otros profesionales, descubrieron que
la persona que observa está afectando al átomo. El pensamiento que la
persona dirige hacia él, es lo que hace que aparezca en un lugar
determinado el electrón. Si nuestra realidad no es otra cosa que un
conjunto de átomos organizados de una manera específica, entonces con
nuestro pensamiento estamos creando nuestra realidad. En metafísica
existe la expresión “en lo que piensas, en eso te conviertes”. Si tus
pensamientos son de carencia, entonces estarás creando una realidad de
pobreza para tu vida, si por el contrario tus pensamientos son positivos
y de abundancia, eso será lo que crees en tu realidad.
Muchos habrán
leído o visto videos sobre la ley de la atracción y habrán puesto en
práctica los ejercicios y recomendaciones sugeridas, pero aun así no han
logrado conseguir lo que desean. Entonces se volverán escépticos de
estas teorías. Pero existen varios elementos importantes para analizar y
que debemos tener en cuenta antes de aplicar la ley de la atracción en
nuestra vida.
Si
odias a los que tienen lo que tú no tienes, si sientes envidia por lo
que lograron, si los criticas, nunca conseguirás lo que quieres porque
con tu pensamiento estas diciendo que no quieres ser como ellos. Cuando
usas frases como “usted desde que consiguió plata se olvidó de los
pobres” estas afirmando que tú eres pobre y que volverse rico implica
ser mala persona. Si dices “con los años es normal ir perdiendo la
salud”, estás diciendo que debes enfermar a medida que pasan los días,
le estás ordenando a tu cuerpo que se enferme para que haga realidad tu
creencia y estas creando en ti la desesperanza, sabrás que es inevitable
llegar a viejo como una persona enferma.
Las
emociones se generan a partir de nuestros pensamientos, por lo tanto si
tu pensamiento es de baja frecuencia, tu emoción también lo será, lo
que lleva a crear una realidad de baja frecuencia. Existen unos niveles
de frecuencia para las emociones.
Lo primero que tienes que saber es que cada ser humano tiene un Plan y un Propósito en la vida,
que el Universo te ha dado facultades especiales para que puedas
cumplir con ese Plan. Si logras actuar en coherencia con ese Propósito
para el que fuiste creado verás que todos tus deseos entraran en lógica
con ese Plan y los conseguirás con facilidad. Pero antes de eso, muchos
tenemos que pasar por experiencias que pueden resultarnos dolorosas.
Esas experiencias no se crearon para sufrir sino para hacernos crecer,
para que reconozcamos las herramientas con las que fuimos dotados y que
nos van a permitir cumplir con nuestro Propósito en la vida. Quizá
lleguemos a creer que esas experiencias son difíciles, que nos tocó una
vida muy dura, pero nunca nos pondrán una prueba para la que no estemos
preparados, por eso todos tenemos diferentes experiencias y lo que para
unos parece sencillo para otros puede parecer complejo.
Cada
uno de nosotros cuenta con un guía interior, es aquel que nos conoce
mejor que nadie. Si quieres saber cuál es tu Propósito, debes conectarte
con este guía, si lo has estado ignorando durante mucho tiempo puede
que te tardes un poco en escuchar su respuesta pero algún día lo
sentirás, lo escucharás y sabrás cuál es el camino que debes elegir.
Recuerda que las cosas que provienen desde el ego no son duraderas
porque no están alineadas con el Plan de Dios y no ayudan al crecimiento
de la conciencia colectiva. No podemos subir solos, somos una red y
para que yo suba tengo que ayudar a los que están a mí alrededor para
que suban también.
Pide al Universo y si tu deseo está alineado con el Plan, obtendrás la respuesta que deseas. Desapégate
del resultado, porque cuando te apegas hay miedo en ti y como ya lo
dijimos, el miedo es una emoción que frena la posibilidad de conseguir
lo que deseas.
Autor: JP Ben-Avid
No hay comentarios:
Publicar un comentario