Un loto se abre cuando el ser humano reconoce que muy internamente en su ser, el amor al servicio arde como una llama que todo lo consume, acalla entonces los temores de su cuerpo, las necesidades de su alma, los anhelos de afectos humanos, las carencias de su personalidad y se entrega sin límites a sus hermanos. Esta es la Llama del Amor, el Loto del Servicio.
Un loto se abre, cuando en éxtasis Divino, el hombre percibe la Divinidad en sí mismo, siente el aroma que proviene de la Luz Cósmica inundándolo todo, reconociendo en cada hombre a su hermano, reconociendo en cada cosa la presencia de Dios, cierra sus ojos entonces a las cosas del mundo, no percibe ya más las apariencias y busca adentrarse en la esencia de todas las cosas. Este es el renunciamiento a las cosas de la tierra, el Loto del Renunciamiento.
Un loto se abre, cuando la armonía de la música de las esferas logra ser percibida por la mente del hombre, entiende la armonía de las fuerzas que ascienden y descienden en el cosmos; entiende la música oculta de las plantas y de los animales, de las piedras y de los astros, de los hombres y de las mujeres. Entiende el canto de los pájaros y el perfume del bosque. Entiende la música de los arroyos y el bramido de un mar, la música del trueno y la armonía del rumor de los insectos. Acalla sus oídos a los ruidos del mundo y abre su sensibilidad a la música del cielo. Este es el Loto de la Música.
Un loto se abre, cuando el ser humano entiende la posición que guarda con el resto de la creación, y mira hacia abajo, y ve a los animales esperando de él la enseñanza que los lleve a entender su propia naturaleza. Ve a las plantas y entiende el anhelo de ellas de que él se convierta en su jardinero. Mira a las piedras y percibe internamente la esperanza de que él sea el arquitecto de su evolución. Comprende los mundos subhumanos entendiendo su importante participación en todos ellos, mas luego mira hacia arriba y ve a los ángeles, cuyas miradas están ya puestas sobre él; ve a los arcángeles como los responsables del manejo de las fuerzas que hasta él llegan, y mira más arriba y entiende el secreto del origen de las fuerzas cósmicas que él percibe, se mira ahora a sí mismo y entiende que él es el punto medio exacto de toda la creación. Cierra entonces sus ojos a todos los sentimientos de grandeza o de humildad y se abre el Loto de la Sabiduría.
Un loto se abre, cuando el ser humano ha cultivado dentro de sí mismo una gema preciosa, desde donde puede transmitir todas las corrientes de energía que le llegan del Universo y de la Tierra, y las transmite a su alrededor a todos sus semejantes, convirtiéndose a sí mismo en un perfecto instrumento de la Voluntad Divina.
No se oyen ya más las voces de protesta del cuerpo, la agonía de la personalidad o las mordaces voces de un intelecto obscuro, todo ha sido acallado en bien de la Luz y de la perenne manifestación de las Fuerzas Divinas. No quedan ya más formas, todo es luz, altísimas vibraciones, y podríamos decir que es un arpa viva, cuyas cuerdas son pulsadas por la sabia Mano de Dios.
Cultiven todas estas flores porque los llevarán de la mano a un éxtasis sublime y divino, en donde sólo Dios es testigo de esta coronación.
Con todo mi AMOR, cierro con este mensaje mis Llamas para todos ustedes. Que el Amor del Padre siga iluminando sus pasos.
MENSAJES DE LA MAESTRA KWAN YIN
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