martes, 11 de noviembre de 2014

EL AMOR ASI MISMO

Es un decreto natural el amor a sí mismo que Dios puso en tu corazón. Mas cuando te vuelves ególatra, alteras tu plan divino, pues desoyes el máximo mandamiento: Ama a tu prójimo en la misma medida en que te amas a ti. El desamor que te tengas causa todo el desajuste mental y emocional que afecta a los que te rodean y puede provocar graves desórdenes sociales. Como dijo el filósofo Séneca: Cuando eres amigo de ti mismo, también lo eres de todo el mundo.
La felicidad es un estado espiritual, en el gozas de la alegría de ser y vivir. Es un sentimiento nacido del enfoque y vivencia de lo que te enriquece internamente.
La vives cuando percibes que vas alcanzando el alto ideal de ser más como persona; cuando ves cumplidos tus anhelos de experimentar la abundancia de los bienes internos y cuando ves coronados tus sueños de contribuir a la felicidad y al mejoramiento de otras personas.
Las dificultades de la vida no son catástrofes insalvables ni castigos divinos, no, son oportunidades para cultivar, desarrollar y aprovechar tus recursos internos, creatividad, imaginación, iniciativa e inteligencia. Desde el punto de vista de la superación, cualquier problema es una oportunidad para mejorar y enriquecerse internamente.
¡Alégrate siempre de ser quien eres, alégrate de ser tu mismo!
Descomplícate, libérate de lo superfluo y vanal, de las preocupaciones por lo que otros tienen y tú crees que te falta. Simplifica tu vida disfrutando y agradeciendo lo que tienes y lo que eres. Para vivir mejor debes ser más espiritual, no tener más cosas materiales y perecederas.
¡Vive el día de hoy con optimismo y entusiasmo!. Se consciente de que eres un ser extraordinario. Sé un tenaz optimista, para que veas el día de hoy como una oportunidad más de disfrutar la vida con espíritu alegre y con la esperanza activa de decidir ser, en el futuro inmediato, la persona exitosa y feliz que mereces ser.
Ser optimista es ser realista soñando lo mejor, mientras haces todo lo posible por hacer realidad lo que sueñas.
Cultiva tu paz interior reconociendo tu condición de ser espiritual. Contribuye a la paz general aceptando, de manera comprometida, la dignidad humana de tus semejantes. Siembra semillas de convivencia y propicia la armonía interpersonal procurando la conciliación entre quienes haya desentendimientos y ante todo con quienes tengas marcadas diferencias o enemistades.
Buscar siempre a quien echarle la culpa de todo lo que pasa en tu vida, intentar culpar a otros, a las circunstancias, a la suerte ( buena o mala ), al destino o a Dios, no te solucionará nada, házte responsable, toma en tus manos las riendas de tu propia vida,  puedes mejorar tu calidad de vida si realmente te lo propones.
Deshazte de una vez de la creencia de que  necesitas demostrarle a los demás tu propia valía para que te respeten, valoren o admiren. Tu propio valor personal brillará mucho más si  actúas con naturalidad y sencillez. La arrogancia y la soberbia no te generarán el respeto de nadie. Seas tu mismo, tu vales por lo que eres, no por lo que pretendes mostrar o aparentar.
Ten siempre muy presente que  tienes responsabilidad en todo lo que te ocurre, bien sea por exceso o por defecto. Si  siempre buscas a quien ( o a qué), echarle la culpa, si buscas como desplazar tu responsabilidad y culpar a otros, a las circunstancias, a la suerte, al destino, o al mismo Dios, te estás engañando.  tienes el poder y la capacidad de influir positiva o negativamente en todo lo que le ocurre, es tu responsabilidad.

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