Toda
persona, condición y cosa por encima del poder transformador de la
mente y el karma tiene lo que se llama un “Plan Divino”. Esto es:
aquello que es bello, puro y perfecto, en esa persona, condición y para
todas las corrientes de vida que le rodean.
El
Plan Divino del hombre es llegar a ser Maestro de Sabiduría y muchas
veces se encamina hacia esto de forma casi instintiva y cuando así
sucede, es lo mejor que le puede pasar.
Debemos
tener cuidado con los niños y personas, de no entorpecerle la
realización de su Plan Divino, imponiéndoles nuestra voluntad.
Algunos
padres, por imponer sus criterios respecto a la profesión que debe
seguir su hijo van en contra de su Plan Divino y le echan a perder su
vida. Esto no debe ser.
Así
como toda persona tiene su Plan Divino, así lo poseen las
organizaciones, ciudades, paises, continentes y hasta el planeta Tierra,
cuyo Plan Divino es que se convierta en Luz.
A través de la mente y el poder del decreto, puedes hacer que se manifieste el Plan Divino de Perfección.
“Yo soy decretando el Plan Divino aquí y ahora
(para mí, esta situación o cosa)”.
Que
mi Plan Divino de Perfección se manifieste en mi mundo físico,
emocional y mental trayendo hacia mí todo el amor, paz, tranquilidad y
armonía que requiero.
PILARES DE LA METAFISICA - RUBEN CEDEÑO
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