martes, 21 de mayo de 2013

ESPERANZA EN LA BALANZA


Colocando la esperanza en nuestra balanza nos da energía para enfrentar cada día...

Dificultades y desafíos nos acechan en cada momento y en cada instante. Aunque la mayoría sabemos que no son las circunstancias sino nuestra reacción a ellas lo más importante, no siempre es tan fácil mantener esta fe. Cuando merma nuestra esperanza, es difícil mantenernos motivados e inspirados.

¿Cómo podemos mantener la esperanza cuando estamos en la profundidad de nuestra desesperación?

Mientras que todos somos diferentes y cada uno piensa de una manera diferente, existen varias maneras de aumentar nuestra esperanza cuando más la necesitamos.

Tal vez una de las maneras más utilizadas y más poderosas es a través de nuestra fe en Dios o a través de nuestra religión. Mientras que no es una receta absoluta y no funciona para todos, para los que creen firmemente en Dios y en su religión, hay una paz y una tranquilidad que les permite enfrentar hasta las situaciones más retadoras de la vida. Dicen que la fe mueve montañas y si bien no es fácil verlas mover, ¡con el tiempo sí se mueven!

Otra manera de incrementar nuestra esperanza es reflexionar sobre la "perfección" del mundo en que vivimos aun con sus propias "imperfecciones. "Lo único que tenemos que hacer es abrir nuestros ojos para ver la maravilla que se desarrolla con cada nuevo amanecer. El sol que infaliblemente nos provee su luz y su energía. La Tierra que sigue dando vueltas cada 24 horas no obstante las locuras que pasan en su superficie. La vida que se brota por dondequiera creando oxígeno para respirar y belleza para apreciar.

La esperanza puede ser el arma más poderosa frente la adversidad. Piensa por un momento en las personas que pierden la esperanza. En el mejor de los casos viven vidas vacías y rutinarias sin dirección, ni norte. En el peor de los casos, y en un acto que engloba una falta de esperanza total, se rinden renunciando así al regalo más grande que se nos ha dado - la vida.

Comenzamos la vida luchando para una primera respiración que inicia nuestro camino en este mundo. Cada vez que nos enfermamos nuestro cuerpo comienza a trabajar para combatir las enfermedades y los virus que existen a nuestro alrededor. Cuando nuestro cuerpo no logra una respuesta adecuada, la mayoría tenemos padres, doctores u otras personas que hacen todo lo posible para que nos recuperemos de los males que pueden poner en jaque nuestra existencia.

Venimos de fábrica con un sistema maravilloso que nos permite batallar la mayoría de los males que nos puedan afectar en un momento dado. De ser así, ¿no tiene sentido que nosotros mismos tengamos fe y esperanza en las posibilidades de la vida? Aunque la respuesta debe ser obvia, todos tenemos un posible enemigo en nuestro propio cerebro. Nuestra mente puede confabular en nuestra contra para crear cuentos de horror y terror.

Aunque nada ni nadie dura para siempre, podemos estar seguros que mañana vendrá con o sin nosotros. Colocando la esperanza en el lado positivo de la balanza de la vida nos permite subir y seguir frente la adversidad.

 Rob McBride

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