martes, 1 de febrero de 2011

CARTA AL HIJO

QUERIDO HIJO:
Mientras vivas en esta casa obedecerás las reglas que tenemos en ella. Cuando tengas tu casa espero que tengas la suficiente madurez para crear tus propias  reglas de responsabilidad. Aquí no gobierna la democracia, no hice campaña electoral para ser tu padre, tú no votaste por mí. Somos padre e hijo por la gracia de Dios, y yo acepto respetuosamente el privilegio y la enorme responsabilidad. Al aceptarla adquiero la obligación de desempeñar el "papel del padre"; por eso no debo llamarte 'papito', para no transtocar nuestras funciones.
    No soy tu parcero, nuestras edades son muy diferentes. Podemos compartir muchas cosas pero no somos de la misma 'gallada'. Soy tu padre ¡Y eso es cien veces más que un amigo!. 



    Si . . .  también soy tu amigo, pero estamos en niveles completamente distintos, es decir, no te voy a alcahuetiar con la excusa de no perder tu amistad.


En esta casa harás lo que tu madre y yo "sugiramos" y aunque puedes cuestionar nuestra decisión, lo que se te diga estará por encima de tu deseos porque todo lo que ordenemos estará motivado por el amor. De malas tú que te tocó unos padres responsables. Te será difícil comprenderlo hasta que tengas un hijo, mientras tanto confía en mí... 
Tu Padre
Nuestros hijos no necesitan que seamos sus amigos... Ellos ya tienen un montón de amigos, de su edad.Nuestros hijos necesitan padres valientes y responsables, que fundamenten principios básicos, que pongan reglas y luego estén ahí para ver que se cumplan.

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