viernes, 28 de enero de 2011

EL ARBOL DE LA VIDA

Existen personas en nuestras vidas que nos hacen 
felices por la simple casualidad de haberse cruzado
en nuestro camino. Algunas recorren el camino a 
nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, mas
otras apenas vemos entre un paso y otro.
A todas las llamamos amigos y hay muchas
clases de ellos.
Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza 
uno de nuestros amigos. El primero que nace
del brote es nuestro amigo papá y nuestra
amiga mama, que nos muestra lo que es la
vida. Después vienen los amigos hermanos, 
con quienes dividimos nuestro espacio para
que puedan florecer como nosotros.
Pasamos a conocer a toda la familia de hojas
a quienes respetamos y deseamos el bien.
Mas el destino nos presenta a otros amigos,
los cuales no sabíamos que irían a cruzarse
en nuestro camino. A muchos de ellos los
denominamos amigos del alma, de corazón. 
Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando
no estamos bien, saben lo que nos hace feliz.
Y a veces uno de esos amigos del alma estalla
en nuestro corazón y entonces es llamado
un amigo enamorado. Ese da brillo a nuestros 
ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros 
pies. Mas también hay de aquellos amigos por un
tiempo, tal vez unas Vacaciones o unos días o
unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas 
sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo 
que estamos cerca. Hablando de cerca, no 
podemos olvidar a amigos distantes, aquellos 
que están en la punta de las ramas y que cuando 
el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra.
El tiempo pasa, el verano se va, el otoño
se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas,
algunas nacen en otro verano y otras permanecen
or muchas estaciones. Pero lo que nos deja mas 
felices es que las que cayeron continúan cerca, 
alimentando nuestra raíz con alegría.
Son recuerdos de momentos maravillosos de 
cuando se cruzaron en nuestro camino. 
Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor,
salud, suerte y prosperidad.
Hoy y siempre...Simplemente porque cada
persona que pasa en nuestra vida es única
. Siempre deja un poco de si y se lleva un poco 
de nosotros. Habrá los que se llevaran mucho
, pero no habrá de los que no nos dejaran nada
. Esta es la mayor responsabilidad de nuestra
vida y la prueba evidente de que Dos almas
no se encuentran por casualidad.

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