lunes, 25 de abril de 2016

UN COMPROMISO DE AMOR

Feliz de este encuentro en donde el alma escucha y siente y la razón y mente lo manifiestan…

La vida trae consigo grandes sorpresas que van marcando el rumbo de nuestro andar, de tu andar como ser humano para alcanzar la majestuosidad como ser.

A veces parecen duras a veces un poco injustas las cosas que se van viviendo, pero ten por seguro que nada se vive en vano y que todo es un conjunto de circunstancias para crecer y alcanzar aquello que se necesita aprender.

Han sido muchas las situaciones que van marcando tu vida y si en una de ellas no se aprende, se seguirán presentando aquellas situaciones que te hagan completar el ciclo de esa enseñanza para tu evolución.

No siempre se vive amargura, incluso hay más amor, pero ves el dolor tan grande que aplasta la inmensidad del amor. Mira con justicia cada instante y observa cada milímetro de tu existencia y verás cuánto dolor y verás cuánto amor y descubrirás que formas dos montañas de tamaños muy distintos y claros de apreciar.

Si cada ser observara esto, su pensamiento sería otro y actuaría con más firmeza y decisión y no permitiría que aquello que nombra como oscuro, permaneciera por más de un segundo en su vibración.

El hombre sufre porque quiere pues tiene la capacidad de cambiar sus circunstancias con un solo pensamiento, si éste es de verdad nacido del convencimiento y de la libertad.

Que tus pensamientos sean opulentos y llenos de verdad y que la luz que irradien sea pródiga en amor. Ámate con sinceridad, con respeto por el ser que eres y que quiere avanzar.

Concreta y conecta con aquello que anhelas y que te otorga bienestar y que no invade ni merma el espacio ajeno de los congéneres de éste tú caminar.

Conviértete en maestro de tu persona, de tu mente y corazón, consigue dominar tus emociones y limpia tu corazón, entonces yo mismo te llevaré por la senda que sueñas recorrer, Yo te hago esta promesa, un compromiso de amor.

Y ahora yo te pregunto, ¿cuanto amor proyectarás?

Yo soy tu energía, tu esfera de liberación.
Maestro Jesús

viernes, 22 de abril de 2016

EL MEJOR REGALO PARA LOS NIÑOS SE LLAMA "TIEMPO"

Tiempo, ese es el nombre del mejor regalo para los niños. No lo venden en jugueterías ni tampoco por internet. Solo se encuentra en nosotros, en nuestra disposición y en ser conscientes de que un cuento no debe leerse en 2 minutos.
Dedicarles tiempo a los niños no significa dejarles el móvil, ponerles la tablet o enchufar la televisión en su canal favorito. Tampoco eso es educación, ni cariño, ni afecto.
La infancia es una de las etapas más importantes de la vida en la que se entreteje la tela de nuestra evolución. Así, los niños están inmersos en miles de cambios que a veces los adultos ni siquiera percibimos y que, por lo tanto, nos perdemos si no estamos atentos.

Las prisas son nuestras peores consejeras. Ellas se encargan de robarnos los momentos más preciados y los detalles más maravillosos de la magia de la infancia. Ahora bien, si nos paramos a pensar, quizás podemos ponerle remedio a esto.
Los deberes, ordenar la casa, ducharse, fútbol a las seis, cumpleaños a las ocho, cenar a las diez… Todo el día al trote…y al galope. ¿Qué queremos conseguir con eso? ¿Están disfrutando nuestros niños? ¿Estamos siendo conscientes de lo que nos estamos perdiendo y de lo que les estamos haciendo perder?
Probablemente no. Debemos hacer el ejercicio de reflexionar si ofrecemos TIEMPO a nuestros niños, si jugamos con ellos lo suficiente y si organizamos su día a día reservando momentos en los que nos dediquemos en exclusiva a ellos y a nosotros en conjunción.
Así, es importante que:
  • Dejemos a un lado las prisas desde primera hora del día, despertemos a nuestros niños con cariño y ofrezcamos un desayuno de amor con tranquilidad.
  • Saboreemos cada comida con ellos sin distracciones como la televisión o las revistas. Podemos jugar al veo-veo, podemos hablar sobre las cosas cotidianas y profundizar en la expresión de los sentimientos y emociones.
  • Es bueno preservar “momentos de secretos” en los que solo vayamos a hablar sobre nuestras cosas con total sinceridad.
  • Podemos hacer excursiones a lugares tranquilos, a paisajes naturales y a entornos que nos inviten a explorar y a experimentar juntos.
  • Es bueno bañarnos de vez en cuando en vez de ducharnos a toda prisa.
  • Es esencial dejarles elegir, pues a veces marcamos en exceso su día a día y boicoteamos sus anhelos, expectativas y decisiones.
  • Apagar los móviles y todos aquellos aparatos electrónicos que, como sabemos, absorben nuestra atención.
  • De vez en cuando podemos tirarnos en cualquier lugar de la casa y no hacer absolutamente nada.
  • Buscar juegos que potencien su creatividad, sus inteligencias y su capacidad de sentir.

No dejemos que la crianza de nuestros niños la marquen las prisas o las malas costumbres que existen en la actualidad. El mejor regalo no es el centro de mando de los dibujos animados de moda o los últimos muñecos de Disney. El mejor regalo es compartir con ellos el bien más preciado que existe en la vida y que nunca vuelve: el tiempo.

jueves, 21 de abril de 2016

EJERCICIO DIARIO DE AUTOSANACIÓN

Hay una práctica de autosanación, simple pero poderosa, que puedes realizar cuando sientas la necesidad de fortalecer tu sistema inmunológico.
Es especialmente eficaz si la utilizas cuando percibes los primeros síntomas de una enfermedad, pero también funciona con enfermedades que ya están instauradas si la usas con la suficiente frecuencia y concentración.
Asimismo, contrarrestará las alteraciones sufridas por tu campo energético a causa de cualquier negatividad.
Cuando tengas unos minutos libres, y especialmente por la noche antes de dormir y a primera hora de la mañana antes de levantarte, inunda tu cuerpo de conciencia. Cierra los ojos. Túmbate de espaldas. Ve llevando la atención, sucesivamente, a las distintas partes del cuerpo: manos, pies, brazos, piernas, abdomen, pecho, cabeza, etc. Siente la energía dentro de esas partes con toda la intensidad posible. Mantente en cada una de ellas durante 15 segundos aproximadamente.
A continuación, deja que tu atención recorra el cuerpo unas cuantas veces como una ola, de los pies a la cabeza y de la cabeza a los pies. Con dedicar un minuto a esta parte es suficiente.
Seguidamente, siente la totalidad de tu cuerpo energético como un campo de energía unificado. Mantén la sensación durante unos minutos. Permanece intensamente presente durante ese tiempo, presente en cada célula de tu cuerpo.
No te preocupes si tu mente consigue apartar tu atención del cuerpo ocasionalmente y te quedas perdida/o en algún pensamiento. En cuanto te des cuenta de que eso ha ocurrido, reorienta tu atención hacia el cuerpo.
Recordemos que la clave de la sanación radica en profundizar en nuestras raíces internas. Manos a la obra y a empoderarnos de nuestro trabajo interior con ¡constancia y dedicación!

miércoles, 20 de abril de 2016

EL AMOR ES EL SECRETO PARA SANAR

Si tan sólo desde niños nos enseñaran que el Amor es la clave, es el secreto para nuestra sanación, nuestra existencia sería mucho muy diferente.
El Amor es el más bello misterio
Sin embargo, solemos cuestionar al mundo entero por todo aquéllo que nos acontece -sobretodo si se trata de situaciones negativas-; culpamos incansablemente a nuestros padres por ser “como ellos”, a quienes nos educaron/educan por “crearnos traumas existenciales”, a la realidad de nuestro país por “nuestro fracaso”, a los noticieros por su “contagio de negatividad”, al sistema político y a los medios de comunicación masivos por “la basura ideológica que nos imponen”, pero rara vez nos cuestionamos lo que hay dentro de nosotros que se proyecta al exterior y nos hace ver las cosas siempre de la misma manera.
Cierto es que nos comportamos de acuerdo a las experiencias que hemos vivido; traemos patrones de conducta mucho muy arraigados por N cantidad de situaciones por las que hemos pasado, que impiden nuestra sanación; actuamos con base al “chip” que traemos programado desde hace tantos años y no nos atrevemos a modificarlo, a cambiar de cassette y ponerle una cinta en blanco, partiendo desde el Amor.
Hay quienes vivimos con miedo al fracaso porque, alguna vez -de niños- nos equivocamos, y, en lugar de que alguien nos alentara a seguir intentando, nos etiquetaron y entonces, nosotros mismos nos limitamos.
Hay otros que viven con la idea de que todo se resuelve con violencia, porque fue con violencia como fueron educados.
Hay aquéllos que viven pensando que no sirven para nada porque, en alguna etapa de su vida, no cubrieron las expectativas que sus padres -u otros- tenían.



Hay los que viven creyendo que lo saben todo y que pueden ver por debajo del hombro a los demás porque, en casa, siempre fueron los tiranos sin control.
Hay algunos que viven sosegados, creyendo que su opinión no cuenta, que nunca podrán tener un mejor empleo, mucho menos un mejor salario, una mejor vida en pareja porque, alguna vez, se les dijo que no hablaran, que sólo debían asentir a todo lo que se les pidiera. Sus puntos de vista nunca contaban.
¿Qué decir de esos maestros(as)  que pareciera que, en lugar de educar, te programan para que te creas toda esa basura de que “eres un burro”, “no sirves para nada”, “qué niña tan inútil”, “no sabes hacer bien las cosas”, “seguro tus papás no te quieren”, “eres un rebelde sin causa” -uf-? La lista podría convertirse en pergamino. Y bueno, no sólo la escuela es “la causa”. De hecho no podemos ni culpar tampoco a “la casa”.
Crecemos -como podemos- con todos esos paradigmas, y llega un momento en nuestras vidas en que queremos culpar a todo el que se nos ponga en frente: “Por ti soy así..”, “Por lo que tú me hiciste, ahora me comporto así..”



A veces nos creemos NO merecedores del Amor Incondicional, porque nuestros padres no nos amaron -COMO NOSOTROS HUBIÉSEMOS QUERIDO- o porque fuimos maltratados o abusados, de una u otra forma, cuando éramos niños. Entonces mantenemos encendido el switch del “No merezco ser feliz, no merezco amarme, respetarme; mucho menos que alguien me ame de verdad o que complementen mi felicidad” (Sabiendo que, la Felicidad, sólo depende de uno mismo). Sin embargo, es inútil pasarnos la vida culpando a nuestros padres -por ejemplo-, ellos nos amaron (y nos aman) a su manera; no podemos responsabilizarlos de no habernos enseñado a amarnos a nosotros mismos, pues a ellos tampoco les fue dado ese “secreto”. A ellos nadie les aseguró que el poder estaba en ellos, que podían modificar sus conductas, sus programaciones, eliminar los paradigmas impuestos. A ellos nadie les dijo que la vida era más sencilla de lo que parecía, que quienes la complicaban eran los mismos humanos. ¿Cómo nos van a enseñar lo que ellos nunca aprendieron? Debemos entonces, PERDONAR PARA SANAR.



Abrazar con Amor a nuestros ancestros, y perdonar sus errores o carencias, es parte de nuestra sanación
La vida es un ciclo, llega el momento en que los papeles se invierten y uno PUEDE -no por deber- (re)educar a esas personas que, bien o mal, en algún momento de nuestras vidas nos educaron. Si uno es consciente de que las cosas pueden ser taaaan distintas a como “todo el mundo” las ve o las ha visto durante cientos y cientos de años; pues entonces debemos Perdonarnos -por haber crecido con tantas limitantes o en tantas “prisiones” -mismas que nosotros permitimos- (miedos, creencias erróneas, frustraciones, esclavitudes…)-, debemos Perdonar a todo aquél que, en su momento, trajimos a nuestra historia personal para enseñarnos algo y quizás no haya sido de la mejor manera; debemos liberar, dejar atrás lo negativo, enfocarnos en lo que QUEREMOS y no estar picando piedra en lo que no queremos; y debemos aprender a Amarnos -primero-, a sentir y creer (firmemente) que somos merecedores de ese Amor Incondicional que LIBERA, ese Amor que no esclaviza, que no somete, que no pretende, que no juzga, que no controla. Entonces, habremos aprendido ese “Secreto”.
AUTORA Luzía Morales
www.facebook.com/luziamoralesgil

martes, 19 de abril de 2016

13 CONSEJOS DEL DR. HAMER PARA SANARSE

Hace más de veinte años, el Dr. Ryke Geerd Hamer, un doctor alemán con oficina en Roma, Italia, recibió un llamado telefónico en medio de la noche. Su hijo Dirk, de 17 años había sido baleado durante una vacación en el Mediterráneo. Tres meses más tarde Dirk murió y poco después, el Dr. Hamer, quien había sido sano durante toda su vida, pero totalmente abrumado por esta catástrofe, descubrió que sufría de un cáncer testicular. Sospechando que esto no era mera coincidencia, decidió investigar las historias personales de los pacientes de cáncer para ver si es que habían sufrido algún choque conflictivo, angustia o trauma anteriormente a su enfermedad.
Con el tiempo, y tras intensa investigación con miles de pacientes, el Dr. Hamer finalmente consiguió demostrar que la enfermedad solamente es causada por un choque que nos agarra totalmente desprevenidos. Este último concepto es muy importante. Si de alguna forma conseguimos prepararnos para el evento chocante, evitaremos enfermarnos. De hecho, el Dr. Hamer prefiere no decir “cáncer”. Más bien, es una respuesta biológica especial a una situación insólita, y cuando la situación de ‘shock’ se resuelve, el cuerpo se apresa para volver a lo normal. Esta es una versión muy simplificada de los hechos, claro está.

1. No dejarse ganar por el pánico.

Muy a menudo, la gente muere en pánico. La persona no debería entrar nunca en pánico, ni hacer entrar en pánico a los demás. Hay que tener un enorme cuidado con el entorno y especialmente con quien recibe de nosotros. Ámense ustedes mismos y también ámense entre ustedes. Amarse tiene un doble sentido de gran valor terapéutico. Si uno se ama a sí mismo, primero, no hará ningún conflicto consigo mismo, ni de desvalorización, ni de culpabilidad. Si se ama a los demás entonces no hará ningún conflicto con los demás.
No entrar en pánico significa que el enfermo nunca debe asustarse y que los terapeutas jamás deben asustar al enfermo. De lo contrario, hasta un resfriado se vuelve incurable, ya que provocará una generalización. Entrar en pánico es comprarse un boleto de ida.

2. Soportar la vagotonía.

Vagotonía es la excitabilidad anormal del nervio vago, con alteraciones de la función de los órganos en que ramifica este nervio principalmente del corazón, los bronquios, el estómago y los intestinos. Alrededor de las 22h00 se desencadena normalmente el impulso máximo de la vagotonía. El nervio vago es el más poderoso nervio del organismo: no hay manera de vencer al sueño.
Ese es nuestro ritmo ancestral: el hombre es un animal diurno, en su código biológico de comportamiento antiguo de cuatro millones de años, está grabado que debe cazar, recoger frutos, actuar de día y reposar de noche. Es durante la noche que todo está automatizado para que el organismo concentre su trabajo en el tubo digestivo. Tenemos menos actividad cerebral, cardíaca, respiratoria. Es normalmente por la noche que toda enfermedad se hará más insoportable porque es durante esa vagotonía que el cerebro repara mejor y puede haber más edemas.
Se puede hacer algo para reducir esos edemas para que sea mas soportable pero solo reducirlos porque si se impide que actúen, nunca se logrará la reparación, puesto que los elementos re-constitutivos no llegarán a reparar.

3. Todas las noches, hacer el balance diario.

Hay que saber si no se ha trabajado demasiado durante el día. Si es así, reposo obligatorio el día siguiente (para las enfermedades importantes como el cáncer, fibromialgia, artritis, etc…). La persona debe curarse. Puede hacer muchas cosas, pero debe ocuparse de su enfermedad por encima de todas las cosas. No debe esperar que alguien o algo lo cure, hay que motivarlo.
Hay un doble mensaje en esto. Debe ocuparse de sí mismo, que haga un repaso de su jornada en su cabeza, interesarse en la vida, que tome notas, que haga ese balance. Si hizo demasiado, debe reposar al día siguiente porque de lo contrario entra demasiado en estrés, en actividad, con lo que el cerebro vuelve a la simpaticotonía deteniendo la vagotonía. Allí se detiene la curación.

4. Todas las mañanas tomar un lápiz y planificar su día.

Hay que respetar el plan y prever al menos seis horas de reposo, además de la noche. Estas son las reglas para los grandes enfermos y tienen que luchar contra sus angustias.
El que está en silla de ruedas querrá siempre asistir a muchas reuniones para demostrar y demostrarse que puede hacer lo que todo el mundo. Es una reacción de escape, es un juego perverso. Hay que concentrarse en su curación porque ésta es posible. Hay que evitar entrar en el estrés de la acción. Con seis horas de reposo, además de la noche, tenemos suficiente vagotonía. El cerebro tiene una fuerza extraordinaria para curarnos a pesar de todo lo que hacemos contra eso (entre los miedos, las peleas, los mensajes deprimentes o terribles que recibimos durante el día y a causa de las acciones).

5. Hacer siempre lo absolutamente necesario primero.

Si eso sobrepasa tres horas de esfuerzo físico o psicológico, hay que detener lo superfluo y descansar, con el corazón alegre porque estamos haciendo lo que corresponde para curarnos, y no lo contrario. La mayor parte de la gente se deprime, se desmoraliza, tienen miedo de descansar: tienen el estrés de su problema, de su decrepitud y ese es un conflicto secundario muy fuerte. “Ya no puedo hacer nada, no sirvo”. Hacer lo absolutamente necesario primero va a permitir a la persona probarse que existe todavía, pero hay que cronometrar el tiempo.
La persona enferma quiere demostrar que puede hacer, pero si pasa tres horas físicas o psicológicas, debe detenerse. Lo mejor es leer lectura liviana, divertida, ver películas divertidas y pueden verla cuantas veces quieran si las alquilan. Es la terapia por la risa, puesto que si se detiene en los noticieros, con guerras, accidentes, o películas de muerte, de violencia, inconscientemente se sobre-estresa con imágenes liminales y subliminales.
Durante la recuperación, me ocupo de mí, me amo, me cuido, me mimo, esto es vital, es la manera de curarse. No alcanza con decodificar y aceptar (a veces sí) sino que hay que respetar la reparación también.

6. Rechazar todo enfrentamiento.

Recriminar, discutir con su entorno es uno de los mayores dramas que garantizan la recaída o la imposibilidad de curarse. “Necesito de ustedes, de su ayuda y no de su oposición permanente”. Porque uno sustrae calorías y fuerzas de las que necesita el cerebro para reparar y al monopolizar la energía para combatir generalmente el enfermo está expuesto al juicio de quienes lo rodean, y estos no saben nada, solo hablan por hablar y el enfermo no zafa, no sale del estrés.
Aquí reproduzco una frase que Claude Sabbah atribuye a su abuelo: “Si la gente que no tiene nada que decir se callara, habría un gran silencio en la superficie de la Tierra. Son siempre los que no saben nada los que cacarean”. Acá estamos hablando de una elevación en el nivel de la conciencia humana.

7. Privilegiar el reposo nocturno.

El ser humano es un ser diurno. Todos sus ritmos biológicos básicos están programados sobre la base del ritmo solar. Por supuesto, puesto que la noche para el enfermo es normalmente el momento de mayor dolor, y en algunos casos con la angustia inconsciente de “¿Despertaré o moriré?”, es bastante difícil mantener esos ritmos. Hay que desdramatizar eso. Además, puesto que no han hecho demasiado durante el día, no están lo suficientemente cansados para dormir bien de noche.
Entonces, no hay que dudar en modificar el horario de sueño. Debe privilegiarse el reposo nocturno en la medida de lo posible pero, si eso no es fácil, no hay que dudar en quedarse despierto hasta las 2 ó 3 de la mañana, mirando documentales, tomando uno que otro café (el café también reduce el edema cerebral). De ese modo, el enfermo sabe que por un buen rato no pueden dormir entonces aguantan hasta donde pueden: cuando pasan el período habitual de gran vagotonía, y después de haberse dado el gusto de trasnochar leyendo, escribiendo, pensando sanamente, positivamente, sin estrés…allí se van a dormir y se levantan al mediodía. Después, a medida que mejoran, vuelven paulatinamente, una hora por día, a su horario normal.

8. Comer sanamente y liviano.

Ensaladas, frutas, cosas crudas, o cocinadas a la parrilla, para que sea fácilmente asimilable. Si come mucho, digerir le consumirá muchas calorías y es mejor guardar lo más posible para la curación. A evitar absolutamente: El alcohol en vagotonía.

9. Sanarse normalmente si aparece el dolor.

Puede tomar remedios alopáticos y homeopáticos como es de costumbre, eso no pondrá la curación en peligro.

10. Esperar pacientemente la verdadera mejoría.

Si uno no se deja asustar por los pequeños o grandes inconvenientes de la reparación y espera tomando el mejor reposo posible, la mejoría va a llegar. Si se pasó el punto culminante de la fase de reparación, la persona tendrá tantos edemas que puede haber manifestaciones molestas, como dolores, vértigos, fiebre si los edemas están en el tronco cerebral, malestares. Esto no debe asustar a la persona: no se trata de cosas graves sino de esfuerzo de reparación. Hay que esperar pacientemente sin poner en marcha la idea de “estar sonado” sino no hay cura.
Es el principio de la persona que tiene edemas en sus fibras y que con ello se agrava durante un tiempo su dificultad motriz en una esclerosis múltiple, por ejemplo. Debido a nuestra cultura ancestral basada en la apariencia de las enfermedades, esto nos lleva a tener pánico, ir al hospital urgente, perfusión de corticoides en grandes cantidades, lo que cambia a la persona porque bombea todos los edemas y deja de doler…pero no está curada y el proceso va a comenzar quizás con más violencia.

11. Jamás permanecer mucho tiempo al sol o con la cabeza cerca de una fuente de calor.

El calor multiplica por cuatro el tamaño del edema cerebral. En ese momento, se ejerce una enorme presión y se corre el riesgo de una crisis de epilepsia fuerte. En general, se recomienda al gran enfermo de evitar ponerse al sol durante un año, incluso en el mar. Puede estar bajo la sombrilla, bañarse pero hasta ahí nomás. Si la cabeza está cerca de una fuente de calor, lo mismo. Conviene poner hielo sobre la cabeza.
El Dr. Hamer menciona un caso típico: el hombre de negocios que tiene serios inconvenientes porque su empresa está muy mal en diciembre. En enero, su esposa e hijos se van de vacaciones al mar por un mes. El 15 de enero, el hombre soluciona su problema y salva su empresa. Va a reunirse con su familia a la playa y se pone a tomar sol: lo que él no sabe todavía es que acaba de salir de un conflicto psicológico de pérdida de territorio. Por supuesto, como ninguno de nosotros de hecho, no hace la relación entre el dolor de cabeza, su conflicto y el sol que le está agigantando los edemas. Tiene su crisis en la playa misma y sale de allí en ambulancia.

12. Si el problema es muy importante, helar las partes dolorosas y la cabeza

Si duele el hígado por ejemplo, hay que poner hielo sobre el hígado y también en el lugar del control neuronal del hígado en la cabeza, es decir sobre el tronco cerebral, debajo de la nuca, en la parte superior del cuello. Si el frío no calma el dolor en el órgano, entonces hay que poner calor sobre el órgano. Pero sobre la cabeza siempre frió, sin excepción.
Se recomienda comprar esos “cold hot pack” y tener siempre 4 a mano: 2 en el congelador, 2 sobre la persona, que hay que cambiar a cada hora. Si es muy violento, poner hielo en ambos lugares y hacerse un baño de pies caliente, la diferencia de temperatura va a hacer que el líquido circule de manera mecánica y por lo tanto reducirá un poco el edema.

13. Nunca calmar demasiado los síntomas

Se pueden tomar analgésicos o anti-inflamatorios para hacer soportables los síntomas. Los síntomas se detendrán por sí solos cuando la central de comandos lo decida. Mientras haya síntoma, es que es necesario que esté. Es de capital importancia.
Por ejemplo si usted se clavó un vidrio en el pie, le dolerá mientras cicatrice y estará sensible, pero justamente es para que no agrave la herida (si no le doliera seguiría caminando sin cuidar la herida y no permitiría que se cure: esa es la función del dolor).
No hay que olvidar nunca que el cerebro no se equivoca jamás. Si hay dolor es porque el cerebro dice: “A reposar”. Hay que respetar esa inteligencia innata que nos ha permitido sobrevivir desde hace tantos millones de años.

lunes, 18 de abril de 2016

LAS 12 LEYES DEL KARMA

1. LA GRAN LEY o la ley de causa y efecto: Es probablemente la mas simple de todas; lo que sembramos es lo que cosechamos.
2. LEY DE LA CREACIÓN: Somos uno todo con el universo; dentro y fuera. Nuestras vidas se reproducen a la par con el resto de ciclos naturales.
3. LEY DE LA HUMILDAD: Lo que te niegas a aceptar, persiste. Aceptar no significa conformarse, significa aceptar lo que es hoy y ahora; quizás mañana puedas cambiarlo.
4. LEY DEL CRECIMIENTO: Somos nosotros los que debemos crecer y cambiar; no las personas que nos rodean. Solo tenemos control sobre nosotros mismos y como actuamos.
5. LEY DE RESPONSABILIDAD: Reflejamos todo lo bueno y todo lo malo que hay dentro de nosotros en lo que nos rodea. Cada vez que algo malo sucede, reflexiona un momento: ¿qué esta mal dentro de ti?
6. LEY DE LA CONEXIÓN: Incluso aquello que hacemos que parece tan insignificante, es muy importante ya que esta en conexión con todo el universo. Todos estamos conectados entre si.
7. LEY DEL ENFOQUE: Elije pequeñas metas a corto plazo y ten tu objetivo muy claro. Así iras cumpliendo todas tus metas paso a paso, sin dar espacio a la inseguridad y a la ira.
8. LEY DEL DAR Y DE LA HOSPITALIDAD: Pon en práctica lo que has aprendido en tu vida y comparte tu sabiduría. Solo ayudando a otros a crecer podrás seguir creciendo.
9. LEY DEL AQUÍ Y AHORA: Vivir anclados en el pasado es lo que nos impide disfrutar del presente. Los viejos pensamientos son los que nos impiden volar para alcanzar nuevas metas.
10. LEY DEL CAMBIO: La historia se repite hasta que el alumno aprende las lección necesaria para crecer y seguir adelante en su camino.
11. LEY DE LA PACIENCIA Y LA RECOMPENSA: Todos nuestros esfuerzos se verán recompensados a su debido tiempo; ni antes ni después, sino justo cuando hayamos aprendido la verdadera importancia de la perseverancia.
12. LEY DE LA IMPORTANCIA E INSPIRACIÓN: Todo lo que hagas de forma mediocre no tendrá ningún impacto en tu vida ni la de los demás. Ama lo que haces, pon todo tu corazón en cada cosa que hagas y esto cambiará tu vida para siempre.

miércoles, 13 de abril de 2016

UNA VISIÓN ESOTÉRICA DE LA SANGRE

La sangre es un fluido que a nivel vital, sustenta a la persona y le permite descargar lo que no le sirve, y a nivel espiritual, le permite conectar con la respiración; el puente de unión de la personalidad y la consciencia. Al espirar, fluimos hacia adentro para conectar con nuestro interior y al inspirar, volvemos a las relaciones del mundo exterior, permitiéndonos así, vivir en el mundo interior de las imágenes y el mundo exterior de los seres vivos.

La sangre hace un proceso de combustión para purificarse de los tóxicos respirando y alimentándose. La sangre mantiene el cuerpo a través del oxígeno y los nutrientes y es también la que permite al Ego expresarse. En su recorrido hacia adentro, conecta con el yo interior y con la consciencia cósmica y en su camino hacia fuera, expresa su ser desde su personalidad y su presencia.

La sangre es el elemento de unión de todo en el cuerpo.


En el caldero inferior del cuerpo, la sangre se va formando  a través de los riñones, que abastecen la sangre en la médula de los huesos, el hígado que la almacena, el pulmón que la mueve, el corazón que la hace circular, el miocardio para que los glóbulos rojos y plaquetas estén equilibrados y el bazo para que la distribuya.

El Bazo además, produce los glóbulos blancos de la sangre, le subministra hierro, ayuda en los procesos digestivos e influye en el Sistema Nervioso, emanando energía vital procedente del sol, a los nervios y nadis o conductos energéticos del cuerpo.

Cuando una persona se siente enferma, el bazo etérico no puede darle suficiente energía y el cuerpo etérico no consigue nutrir al cuerpo físico.

El Sistema Cardiovascular nos permite recoger las experiencias del mundo exterior, entenderlas, asimilarlas y enriquecernos de ellas, compartiendo con nuestros semejantes nuestro día a día.

Cuando vemos algo en el exterior, lo sentimos, nos suscita un sentimiento, una emoción que llega a nuestro corazón y por ende, a nuestra sangre y a todas las células de nuestro cuerpo. Luego, reaccionamos con la mente o accionamos con el ser, para expresar nuestra vivencia hacia el exterior según las experiencias de cada un@.

Cuando la persona fluye en el presente, expresa y comparte de corazón, pero cuando tiene problemas para compartir lo que ocurre en su interior, los sentimientos e ideas se estancan en su interior y la sangre también se obstruye.

Fluyendo en el presente, la persona vive una determinada situación, le da sentido, lo disfruta, lo hace de corazón y lo honra, de manera que su alma crece y crece hacia la luz de la consciencia.

Gracias a la integridad, amor, bondad, ética y transparencia de nuestro corazón, la sangre fluye y el Sistema Cardiovascular se armoniza.


El corazón responde a las órdenes del cerebro a través de las redes neuronales, pero el corazón envía también órdenes al cerebro a través de su sistema neuronal. Las señales que el corazón envía al cerebro afectan a las facultades cognitivas y emocionales de la persona, influyendo en los procesos de percepción, atención, memoria y resolución de problemas.

Cuando la persona se enreda en pensamientos y sentimientos negativos, se inhiben las facultades cognoscitivas y emocionales. La persona no puede pensar con claridad y acaba tomando decisiones impulsivas y precipitadas, pero cuando la persona fluye en el ahora, recibe cada experiencia vital desde la actitud de aceptación, sintiendo que siempre hay algo que aprender y acepta cada situación como es y no como le gustaría que fuera. Se siente agradecid@ por la experiencia y sus sentimientos positivos envían señales desde el corazón a la cabeza, mejorando y equilibrando las funciones cognoscitivas y emocionales.

El corazón tiene su propia inteligencia y sabe reaccionar antes de que los hechos ocurran, pues funciona desde la intuición.

La sangre representa la alegría de vivir y fluye a través de nuestra energía vital, proporcionándonos la capacidad de sentir amor y expresar los sentimientos.

Si una persona presenta trastornos a nivel sanguíneo, en su interior no ha resuelto satisfactoriamente el contacto interno y la expresión de sus sentimientos y necesidades.

Un corazón sano vive las diferentes experiencias de la vida en aceptación del momento cotidiano y eso le proporciona la alegría y la satisfacción de vivir en la presencia.

La persona que tiene una tendencia a engancharse a ciertos sentimientos negativos, siente en su interior una carencia que le conecta con su insatisfacción vital. Muchas veces, la persona en su visión y sentimiento interno, interpreta la realidad y luego la proyecta sin ser del todo consciente de los procesos de crítica, juicio, comparación… por eso puede dramatizar ciertas situaciones, porque provocan dolor en su interior y la persona se siente injustamente tratada.

La persona tiene sensaciones por medio de las imágenes que se forman en su interior. Nuestro yo interior siente lo que pasa en el exterior a través del Sistema Nervioso Simpático y lo que ocurre en el interior, por medio del Sistema Cerebroespinal. Así, puede crear imágenes del mundo exterior a través de su Cuerpo Emocional.

Primeramente, el Cuerpo Etérico desarrolla el Cuerpo Emocional y el Sistema Simpático se entrelaza al Cerebroespinal. La sangre resulta por tanto, la expresión del Cuerpo Etérico, el Cuerpo Emocional y el Sistema Cerebroespinal.

El Cuerpo Etérico alimenta al Cuerpo Físico y el Cuerpo Emocional funciona a través de imágenes externas que producen ciertas sensaciones internas, que luego expresamos hacia el exterior.


La consciencia reside en la sangre y los códigos cristalinos de nuestra sangre, contienen tanto las memorias de todas las experiencias que hemos vivido, como la información de nuestros antepasados.




En los textos antiguos de la era pre-cristiana, hablan de la raza que vino desde el cielo a la tierra: los Nephilim y que tuvieron relaciones sexuales con los humanos, de ahí la existencia de la raza de los gigantes.

Más allá de la raza a la que pertenecemos, cuando el ser humano completa su ciclo de vida en la tierra, el átomo simiente del corazón, que es el espacio a nivel subatómico donde se almacenan todas las experiencias de nuestra vida, entrega al espíritu todas sus vivencias y experiencias, una vez que muera el cuerpo físico.

Gracias a la sangre, la imaginación puede actuar para crear las imágenes que percibe a través del Sistema Nervioso y el cerebro y el ser humano, expresa en la tierra su propósito de vida.

El corazón es el órgano donde mora el psiquismo. Responde a cualquier emoción o sentimiento y tiene la capacidad de percibir de forma inteligente e informar vía intuitiva al cerebro. Además, es el órgano de percepción que conecta con los campos de energía de otros seres vivos, con la tierra y el cosmos, pues integra el campo electromagnético más potente del cuerpo. Tanto el propio cerebro como otras personas, pueden percibir esas ondas, y de este modo, sintonizar  nuestras ondas cerebrales entre sí. El electromagnetismo del corazón nos facilita la conexión con los campos electromagnéticos de otras personas que sentimos afines. El corazón además, siente las energías de los lugares, las cosas y los seres vivos e informa de manera intuitiva al cerebro.

Probablemente la sangre tenga su origen en el plasma marino, pues tanto el agua marina como la sangre, comparten cierta estructura y cierto equilibrio interior en relación a sus elementos. El agua de mar contiene los 118 elementos naturales de la tabla periódica de Memleleiev. El agua de mar es un plasma parecido a la sangre humana, pero es más salino, tiene más cloruro sódico que nuestra sangre.

El corazón está relacionado con el campo electromagnético de la tierra y del universo, pues cuando emitimos una emoción desde nuestro corazón, nuestro corazón conecta con el corazón del universo y recibimos la respuesta que necesitamos, pero cuando la razón interfiere en la conciencia del corazón, porque empieza a razonar en automático, conecta con el Ego, y la información del corazón, no es tenida en cuenta. Entonces, se produce una incoherencia entre el corazón y la mente.

Conciencia de Unidad

La conciencia se manifiesta en el campo electromagnético del corazón y cuando la consciencia del corazón despierta a través del estado de coherencia interna, tomamos consciencia de que todo forma parte de una unidad, pues el corazón es el que nos conecta a todos los seres humanos y a la gran red de vida. Si nos conectamos desde el corazón a esa gran red, fluimos en la vida y fluimos en la energía coherente de amor, y cuando muchos corazones conectan en la coherencia interna del corazón, el mundo literalmente cambia, pues el corazón energético recibe la consciencia del alma, del espíritu y de la fuente central. El estado de coherencia interna significa que la persona ha integrado y trascendido sus traumas emocionales y sus memorias que le atan a un pasado de sufrimiento, sintoniza con su intuición, la energía de su espíritu y la inteligencia divina, manifestando así su creatividad o su capacidad de crear.

Los pilares del corazón son: la ética, humildad, integridad, simplicidad, atención e intención. Cuando la persona es integra, es transparente, es verdader@ frente a sí mism@ y frente al mundo, y sabe desapegarse y no ser afectad@ por ningún acontecimiento, persona, lugar o circunstancia, pues ha aprendido a no funcionar incitad@ por los impulsos, trascendiendo la personalidad y actuando desde el ser, viviendo sin resistencia, los momentos difíciles y las alegrías que la vida le aporta.


La humildad significa la capacidad de despojarnos tanto del pasado como del futuro, para alinearnos en la vibración del momento presente. Cuando una persona actúa desde el estado de humildad, transparencia y simplicidad, se enciende el fuego del corazón y la persona vive y se siente en paz. En este estado, la mente se aquieta y no hay variaciones emocionales. La persona vive la emoción y la deja fluir. Esta serenidad interior, despierta la visión del corazón, que trasciende el mundo de los deseos, las apariencias, las ilusiones y las proyecciones. Las emociones se sienten y fluyen, porque nos aceptamos tal y como somos, aceptando, comprendiendo y viviendo la vida, tal cual viene.


Lo importante entonces, no es solucionar el problema o la circunstancia vital que se nos presenta, sino la forma en la que vivimos ese acontecimiento.

Si la persona ha desarrollado el observador interno, se da cuenta que todo lo que experimenta en el exterior, no es más que una proyección de lo que existe en su interior.

La consciencia evoluciona a través de la tensión dinámica que genera el movimiento eléctrico, cuando la persona responde desde su interior hasta el exterior y depende de su grado de evolución, la persona conectará en mayor o menor grado, con el grado de consciencia que regenta la tierra: el Rayo de Amor-Sabiduría, que confluye en el Centro Cardiaco y se relaciona con la glándula Timo.

Nuestras glándulas y el Sistema Nervioso muestran nuestro temperamento, nuestras cualidades y el manejo inteligente en nuestras experiencias vitales y el Rayo Amor-Sabiduría, despierta la cualidad de la visión oculta, que constituye la base de nuestra intención y nuestra inspiración.

Olatz Benito del valle
Albergue de salud Itaca
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