miércoles, 13 de junio de 2018

Ejercicios espirituales. Por Anthony de Mello

Tony había fomentado con extraordinario entusiasmo los Ejercicios Espirituales según el propósito original de San Ignacio ,en realidad fue esto lo primero que le hizo ser internacionalmente conocido y apreciado. En una carta a un amigo le expresaba:

«… Creo que actualmente todo mi interés se centra en otra cosa: en el “mundo del espíritu”, y todo lo demás me resulta verdaderamente insignificante y sin importancia. Las cosas que tanto me importaban en el pasado ya no tienen interés para mí. Lo que ahora absorbe todo mi interés son cosas como las de Achaan Chah, el maestro budista, y estoy perdiendo el gusto por otras cosas. No sé si todo esto es una ilusión; lo que sí sé es que nunca en mi vida me había sentido tan feliz y tan libre…»


LOS FUNDAMENTOS (1)
La personalidad.

La personalidad no es cuestión de lógica y conformidad. Es cuestión de sentimientos, especialmente los que se expresan y comunican. Son los adiestramientos emocionales los que determinan si las personas son saludables o inhibidas. Los niños son auténticos porque emocionalmente son abiertos. Una infancia ingenua es una infancia feliz. Si un niño o un adolescente no tiene permiso para actuar como tal, se le destina a como niño cuando crezca.

La mente.


La causa del sufrimiento es la actividad mental. Algunas veces la mente está en reposo, y todo está bien. Pero otras veces ella comienza a actuar, elaborando lo que Buda llama construcción de los pensamientos. Comenzaría a hacer juicios, evaluaciones, pensamientos diversos y variados. La mente se mueve en una dirección que implica evaluar cosas, juzgar personas y acontecimientos. El sufrimiento es el resultado de las evaluaciones, juicios y construcciones mentales.

Todas las convenciones, rótulos, límites son inventados por la mente. Las relaciones son una función, una proyección de la mente.

El Yo.

El yo inventó la noción del “ego, para mí”. Frente a alguna realidad se está preparado para proyectar sobre ella algo del propio ego. No sólo el “esto es mío” crea problemas, también el “yo soy esto, y aquello, y aquello otro”. La identificación con el “yo” puede provocar problemas, por ejemplo: “Yo soy bueno, soy malo, soy una persona adorable, soy impaciente”. La propia combinación es diferente de otra combinación. Sus proyecciones de mi persona no son iguales a las mías. Mis proyecciones sobre mi tampoco lo son. Quien dice usted que soy yo no es quien yo soy. Ni siquiera yo puedo expresar en palabras quien soy. El Yo no es ni bueno ni malo, ni bonito ni feo, ni inteligente ni estúpido, El Yo simplemente es. Es indescriptible como el espíritu. Todos los componentes como sentimientos, pensamientos y células vienen y van. El Yo no es ninguna de ellas.
La conciencia.

Conciencia es la capacidad de observar cuando filtramos la realidad, no sólo la imagen que persiste. Para ser conscientes es necesario:

a. saber de la existencia del filtro.

b. saber que cuando se reacciona, se hace contra la imagen que hay en la mente, no en la realidad.


c. percibir que todo cuanto existe en ese filtro es pasajero, se está moviendo y cambiando constantemente.

d. percibir que todo lo que existe en la mente, en el filtro, es inadecuado e insatisfactorio por ser pasajero.

e. percibir que todo lo que existe en el filtro, no es el Yo, sino el vacío del ego.

La espiritualidad.

La espiritualidad es una cuestión de ser quienes somos, de transformarnos en lo que somos, de ver quienes somos. Cuando descubrimos que nuestra esencia es única e inmutable, que nuestro yo es lo que siempre ha sido por la gracia de Dios, llegamos a ser nuestro yo espiritual. No necesitamos de percibir la Buena Nueva. Tenemos en nuestro interior una mina de diamantes, somos el Reino.

La religión.

La religión es una cuestión de arrancar las impurezas del corazón. Este es el camino para encontrar a Dios. Cuando una persona no posee antipatías o apegos, su amor renace y crece. Entonces conocerá el amor. En términos religiosos, Dios controla todas las cosas, se hace su voluntad sagrada, cualquiera que sean las acciones y pensamientos; esto es religión.

La meditación.

Meditación significa observar todo lo que se encuentra en el filtro de la conciencia, ver, reconocer, estar consciente de que todo es pasajero, insatisfactorio y libre del yo. La meditación no es apego, identificación o posesión. Meditación es observación. Lleva al cuestionamiento y al amor.

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