- No lo entiendo. Todo aquello que sembré y no brotó, por más que lo regué de Amor cada día.
- Ni brotó ni va a brotar nunca mientras concentres toda la atención en la semilla. ¿ Le has dado la misma importancia al terreno donde lo sembraste? Lo uno es tan vital como lo otro. La tierra es Madre y a la vez simiente de todo cuanto brota. La semilla vibra vida desde su esencia, es una estrella en la tierra, pero la tierra es el universo donde habita la semilla. No basta Ser semilla si no se es también tierra. De nada vale sembrar si el terreno de siembra no es una expansión del Ser de la semilla. Es vital oxigenar, remover, ahondar, enterrar, nutrir y regar el terreno del alma para así aflorar en expansión y plenitud todo lo que late dentro. Porque dime, de qué sirve la más fértil de las semillas, si es sembrada en un desierto.
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- Ni brotó ni va a brotar nunca mientras concentres toda la atención en la semilla. ¿ Le has dado la misma importancia al terreno donde lo sembraste? Lo uno es tan vital como lo otro. La tierra es Madre y a la vez simiente de todo cuanto brota. La semilla vibra vida desde su esencia, es una estrella en la tierra, pero la tierra es el universo donde habita la semilla. No basta Ser semilla si no se es también tierra. De nada vale sembrar si el terreno de siembra no es una expansión del Ser de la semilla. Es vital oxigenar, remover, ahondar, enterrar, nutrir y regar el terreno del alma para así aflorar en expansión y plenitud todo lo que late dentro. Porque dime, de qué sirve la más fértil de las semillas, si es sembrada en un desierto.
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(Ada Luz Márquez)
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