miércoles, 19 de marzo de 2014

SE FELIZ

Decide cada día ser feliz, no hay nada ni nadie en el afuera que te pueda brindar más felicidad que la que tú puedes darte a ti mismo.
Puede sonar quizás egoísta, para otros adecuado y fácil de comprender pero el real desafío para todos nosotros es saber que pasos concretos podemos tomar día a día para ir experimentando ser feliz en medio de todas las preocupaciones de la vida diaria.
Acciones cotidianas sencillas que nos ayuden y nos permitan mantener un buen estado de equilibrio entre nuestra vida agitada y el desarrollo de una experiencia de alegría interna.
Que podamos agradecer cada día. La importancia de mantener un estado de gratitud con nosotros mismos y con nuestro entorno, a través de un simple ejercicio. El agradecer nos hace mejorar nuestra autoestima, autoconfianza y motivación y, con ello, nos mantiene conscientes y claros respecto de nuestro poder interno, lo cual es un gran propulsor para el desarrollo de nuestra felicidad interna.
Sonreír cada día. La sonrisa y la risa constituyen grandes activadores de endorfinas, hormonas asociadas a la sensación de bienestar y felicidad internas, las cuales, además, tienen directa relación con la salud de nuestra mente y cuerpo.
Sonreírle a la vida, la cual es, por sobre todo, una formidable y enriquecedora experiencia llena de contrastes y aprendizajes, debiese ser, sin duda, nuestra actitud de vida.
Ser conscientes que todo en el afuera es transitorio y puede cambiar en un segundo nos invita a desarrollar la flexibilidad, la cual no es más que integrar el hecho que en nuestra vida siempre se dan diferentes resultados, muchos de ellos corresponden al logro de lo que deseamos y el resto a aquello que necesitamos para aprender grandes lecciones.
Aceptar nuestras vivencias cotidianas como oportunidades de crecimiento permanente nos sitúa, sin duda, en una experiencia de gran apreciación por nuestra vida y nuestras circunstancias.
Vivir y disfrutar el momento. Darnos cuenta que nuestro paso por esta vida es breve y que siempre tenemos este momento para volver a nuestro centro y, a la vez, disfrutar de nuestros logros y nuestro entorno, es fundamental.
Detenernos un instante y enfocarnos con intención en nuestro cuerpo, especialmente nuestra respiración, es una buena manera de ponernos en contacto con nuestro centro y con el poder que encierra este preciso momento.
Ser generosos. Salir de nuestros dramas personales y enfocarnos en dar a los demás, desde dar un consejo a ayudar genuinamente a quienes más lo necesitan, nos permite aumentar nuestra perspectiva de las cosas  y darnos cuenta que nuestra vida es mucho mejor de lo que pensamos y que la felicidad se encuentra, muchas veces, en las cosas más sencillas.
Gran parte de lo que significa ser espiritual radica en las cinco acciones que mencionamos.
Todas ellas constituyen un ejercicio diario para familiarizarnos con nuestro centro y contactarnos gentilmente con una experiencia de felicidad que, más que constituir una meta a seguir, es un proceso de cada instante. Proceso que, sin duda, vale la pena vivir y trabajar por él.
¿Qué acciones realizas ya todos los días?¿Cuál te falta o te cuesta realizar?


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