martes, 21 de enero de 2014

SUPERANDO TU DESTINO


Es muy fácil. Destino es todo aquello que “aparece” en tu vida provocando en ti una reacción emocional (siempre) y que consideras está “fabricado” para ti… Lo siento, hay un “pero”. Ese “pero” tiene nombre propio: el subconsciente (lógicamente sin tú saberlo). Ese mismo destino, desde el “exterior” de tu mente es la errónea traducción que realiza el consciente ante  que genera un efecto no razonado o razonable. El resto de tus pensamientos y sentimientos sí existen, pero el destino no es cierto. La poesía, el romanticismo… déjalo para otros menesteres, que los hay. A pesar de ello, sé  bienvenid@ a un brevísimo resumen sobre algo interminable: nosotros, las personas.

Vamos a descubrir que el destino no es nada… No temas, librarte de él es bastante más satisfactorio, pues no son emociones elegidas por ti y por tanto no son tuyas… son solamente un espejismo de lo que te inculcaron en la niñez, tiempo en el que perdiste la libertad en favor de unos valores transmitidos de generación en generación, sin que los “tutores” fueran los más preparados para hacerlo. Lógico, ellos, no lo sabían todo. Te querían y quieren mucho, pero no han podido enseñarte lo que no sabían
Dice uno de los grandes del pensamiento profundo (Carl Gustav Jung) que “nacemos originales pero morimos copias”. Así es. Eres una copia de quien te educó, con algunos matices pero copia. Ese es el reto: librarse de ello. ¿Bien fácil de entender verdad?… Las personas llegan a este mundo limpias pero a medida que crecen las intoxican y también se auto-intoxican. Lo segundo es menos grave, pues depende de nosotros. Lo primero es una “cárcel” con una llave extraviada, aunque no perdida del todo.
La Real Academia de la Lengua Española despacha el significado de la palabra “destino” tan pobremente como otros tantos conceptos claves de la vida. Dice así textualmente: “fuerza desconocida que se cree obra sobre los hombres y los sucesos”. Por el contrario, mi querido Carl Gustav Jung es bastante más concreto a la hora de explicar qué es y cómo actúa sobre ti. El científico suizo dice así: hasta que no hagas consciente lo que llevas en tu inconsciente, éste último dirigirá tu vida y  tú le llamarás destino. He ahí la clave, librarte de tu inconsciente.


Según la Real Academia de la Lengua Española prefijo “in” significa “privación o negación” o en su defecto “hacia adentro”. Es por tanto el “in-consciente” un lugar interno, privado o negado al consciente. Ese “baúl”, te recuerdo, es todo aquello que te inculcaron y que muchas veces frena tu propia vida. Desde la “falsa humildad” hasta negarte la más pura felicidad pasado por la soberbia, el mal genio, el gusto por el color amarillo o los jabones con olor a rosas… La lista es tan interminable como las propias personas.
Hay soluciones. Sí, las hay. El momento presente es el único lugar que tú (conscientemente) gobiernas. En este espacio puedes fabricar tu antídoto. El método es el mismo que cuando te inculcaron lo que ahora está bajo una llave extraviada, pero no perdida del todo. Repite los cambios que quieres en ti, no en el mundo ni en los demás. Esa es la clave. Los cambios que quieres en ti.  Cuantas más horas de vuelo lleve tu consciente empujando a tu inconsciente nuevas ideas, esas, las nuevas, ocuparán el lugar de las “viejas”. Recuerda que así aprendiste la “tabla del dos”, repitiendo (sonrío contigo). Con esa práctica, la de la libertad hacia dentro, lograrás superar la barrera entre tú y lo que han hecho de ti.

  
A la persona racional (en su infancia le negaron la emoción), decirle que des-tino es una palabra formada por el prefijo < des-> (denota negación) y tino (facilidad de acertar a tientas con lo que se busca). Es decir, ausencia de ti y tu habilidad en la acción encontrada y aceptada como destino.Es una proyección falsa de la despensa de tu memoria emocional
Prometí que el viaje debe ser breve, aunque tú y yo seamos interminables… El resto de la marcha queda para ti. Antes de irnos reflexiono contigo… Dijo Carl Gustav Jung que “nacemos originales, morimos copias”. Tras llegar al mundo en la más absoluta “indefensión” de una mente cristalina y “sufrir” la intoxicación, ¿qué menos que irse de nuevo limpio? Yo te lanzo,  me lanzo también el reto

Felices días a tod@s
Miguel Angel Blanco Martinez

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