martes, 17 de septiembre de 2013

NUESTRO ANGEL DE LA GUARDA

 Cómo comunicarse con su ángel de la guarda .....y la respuesta es simple: todo lo que tienes que hacer es pedirlo!.
Tu ángel de la guarda está ahí todo el tiempo, esperando y esperando para que comiences a escucharle. De hecho, su energía te toca una y otra vez, deseando que te dés cuenta de que está ahí.
Al leer esto, reconoce el hecho de que hay un ángel a tu lado. Si encuentras esto difícil de hacer, sólo suspende tu incredulidad por un corto tiempo e imagínalo. Ten un poco de fe y estate abierto a la posibilidad de que hay alguien a tu lado que no te deja ni siquiera un segundo, que quiere ayudarte. Incluso si tienes miedo de hacerlo, reconoce a tu ángel de la guarda y dale la bienvenida. Este es el primer paso.
Los ángeles hacen todo lo posible para tratar de comunicarse con los humanos. Se han visto ángeles tirando de la ropa de la gente o haciendo que caigan cosas para tratar de conseguir su atención. Tenemos tanta ayuda disponible, tantos ángeles que quieren guiarnos, pero muchos de nosotros no queremos, o estamos demasiado ocupados para escuchar. Creemos que podemos hacerlo todo nosotros mismos.
Piensa por un momento cuántas veces has tenido una experiencia como esta. Te diriges a alguna parte y te vas por la derecha en lugar de por la izquierda. En el fondo sientes que deberías haber ido por la izquierda y te malhumoras  cuando te das cuenta de que te equivocaste. Ese ha sido tu ángel de la guarda diciéndote telepáticamente, o susurrando en tu oído, que debías ir por la izquierda. Cada vez que algo así ocurre recuerda escuchar la próxima vez. Muchas veces dejamos de lado a nuestro ángel de la guarda o hacemos todo lo contrario y luego nos quejamos de que las cosas no nos salen bien. Seríamos más felices escuchando a m nuestro ángel guardián.
A los ángeles les encanta enseñar y son maestros brillantes. Si estás dispuesto a permanecer  abierto y a aprender, te enseñarán cómo comunicarte con ellos. Una de las grandes cosas acerca de los ángeles es que nunca se dan por vencidos. Incluso si nos abandonamos a nosotros mismos, los ángeles nunca lo harán. No sé de dónde sacan la paciencia.
En la primera etapa de la enseñanza de cómo comunicarte con ellos, los ángeles te enseñarán a través del uso de cosas triviales. Tal vez has salido de tu casa cuando de repente aparece la sensación de que te has olvidado de algo, pero crees que tiene todo con lo necesario. Pues vuelve y chequea - así es como los ángeles enseñar a la gente. Lo más probable es que encuentres  algo que habías olvidado o  algo que tenías que hacer antes de marcharte.
Los ángeles usan cosas comunes y corrientes como herramientas de enseñanza. Están tratando de llegar a ti, quieren que respondas. Nosotros, los humanos, buscamos el sentido de todo. Deja de buscar el sentido todo, todo el tiempo. No compliques más las cosas. Los ángeles te dirán cuándo debes buscar algún significado.
Son muy buenos para dar señales. Si recién estás empezando a desarrollar tu comunicación, pide una pequeña señal. Continua haciéndolo. Tal vez usted puedas pedir que un amigo especial que con el que no has estado en contacto por un tiempo te llame, o puedes pedir que las luces de tu habitación parpadeen cuando  esés pensando o hablando con tu ángel de la guarda.
Estate alerta a las señales. A menudo no lo hacemos. Una persona que pide ayuda puede sentir una suave brisa que fluye a través del cuarto, o a  veces un ángel puede tocarte la mano o puedes sentir una sensación de hormigueo, de la nada. Estos pequeños signos son la forma en que su ángel de la guarda te confirma que están ahí y que pueden oírte.
Una señal de los ángeles, no importa lo trivial que pueda parecer en ese momento, es un símbolo de esperanza que nos recuerda que no estamos solos, no importa lo que pueda estar sucediendo en nuestras vidas.
Necesitamos señales, porque somos humanos y dudamos. Se nos dan muchas señales . Si  mantenemos nuestros ojos, oídos y corazones abiertos las veremos y nos ayudarán a llenar nuestras vidas con esperanza, alegría y risa.
 Lorna Byrne

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