Mis errores y pecados ya son cosas del pasado. Ahora sólo existen en la mente. En verdad, sólo mi mente puede resucitar el pasado.
Cada vez que yo vuelvo a pensar en mis errores y a amargarme po...r causa de los pecados, los estoy renovando y recreando. Crear el mal en la realidad física y crearlo en la mente, ¿qué diferencia hay?
No piense que llorando sus pecados estará haciendo algo bueno.
Estará, eso sí, recreando, en la mente, esos mismos pecados.
Perdonar significa renunciar. Arrepentirse significa cambiar de idea.
El verdadero arrepentido es aquel que se perdona, es decir, que renuncia, que desecha sus errores y pecados, y entonces, cambia de pensamiento.
Al bandido clavado en la cruz, junto a Jesús, le bastó un sentimiento bueno, de pena, de humanidad, de fe, de amor, de cariño, y Jesús, en el mismo instante, sin inquirir sobre el pecado, le dijo: "Aun hoy, estarás conmigo en el Paraíso".
Me libero ahora mismo de todos mis errores y pecados. Los echo afuera y nunca más volveré a buscarlos con la mente.
Estoy liberado. Estoy perdonado. Por mí, por los otros y por Dios.
Cuando yo me perdono, Dios, que está en mí, también me perdona.
Visualizo, en este instante, en mí, un halo de paz y de amor.
Soy una persona buena, alegre, sana, límpida. Se produjo en mí el milagro de la paz.El sol está brillando en mi mente.
Estoy reconciliado conmigo mismo. Veo la grandeza divina en mí. La redención me transformó y yo nací hoy. Este es el gran acontecimiento de mi vida. Alegría, alegría... Porque yo estaba perdido y fui
reencontrado, estaba muerto y renací.Renací.
Me perdono...me libero!
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