LOS CUATRO MIEDOS DE LA VIDA
Miedo a la Soledad
Hay dos opciones que te propongo
considerar.
La primera es que el ego trabaja en
su banal causa de hacerte creer que realmente estás sóla, que tu estás unido a
los demás con el fin de sentirte protagonista de la vida y encontrar el
reconocimiento, en todos los niveles que te imagines, en la familia, en la
pareja, en el grupo de amistades, en el trabajo y en la sociedad.
La segunda opción es que el Espíritu desea que recuerdes que eres parte de una Totalidad.
La segunda opción es que el Espíritu desea que recuerdes que eres parte de una Totalidad.
Que tú siempre estás unido a la
energía integradora de Dios, que se manifiesta en una llama interior que tú
posees, una luz que debes expandir.
Cuando le das fuerza a esa luz
interior, comienzas a mirar con los ojos de tu corazón y empiezas a ser
consciente de que siempre tienes compañía. Es la compañía con tu ser interior y
con tu Creador Supremo.
Llegarás a comprender que la soledad es
una maravillosa oportunidad de la vida para compartir contigo mismo.
Y justamente en este momento, empezarán
a aparecer aquellas personas que vibrarán con tu misma sintonía e intensidad.
Miedo a la Escasez
Miedo a la Escasez
Superar el miedo a estar escaso, sin
dinero u oportunidades para ser cada vez más abundante, requiere de un trabajo
contigo mismo. Debes darte la oportunidad para considerar que tus emociones
sientan ese “deseo de merecer lo mejor para tu vida”.
El sentimiento de víctima, es una
señal de que el fantasma del miedo está invadiéndote.
Hay una palabra de siete letras que,
cuando la repites, empieza a dar claridad al estado de abundancia que hoy
tienes. Esta palabra es “GRACIAS”.
Cuando agradeces por todo cuanto
tienes en este momento y por lo que llegará a ti, comienzas a ser perceptible
de todas las cosas que Dios te ofrece cada día.
Gracias Dios por abrir los ojos este
día de hoy, por poder respirar un día más.
Gracias por la cama donde duermo, por
las situaciones que parecen adversas; pero me dejan sabiduría.
Gracias Dios por la sonrisa que me
regaló esa persona que no conozco.
Gracias Dios por tener trabajo, por
la comida caliente, por la taza de café.
Agradece y, en poco tiempo, todos tus
deseos comenzarán a materializarse.
Miedo a la Enfermedad
Miedo a la Enfermedad
La enfermedad es un desequilibrio de
tu estado de conciencia.
Cuando empiezas a sentirte débil,
claro está que perdiste tu fortaleza interior.
“Enfermedad”, es una palabra
compuesta del latín “in-firmus”, que significa “Sin Firmeza”.
Si comienzas a erradicar las auto-culpas, estarás dejando las cárceles del saboteo mental y te liberarás de estas ataduras.
El filósofo Platón dijo: “mente sana en cuerpo sano”. Piensa positivo respecto de ti mismo.
Si comienzas a erradicar las auto-culpas, estarás dejando las cárceles del saboteo mental y te liberarás de estas ataduras.
El filósofo Platón dijo: “mente sana en cuerpo sano”. Piensa positivo respecto de ti mismo.
La enfermedad se contagia, como se
puede contagiar la salud.
Reconcíliate con el pasado, perdona
íntimamente en tu corazón todos los sucesos de dolor y llena tu corazón de
alegría y paz.
Permanece también en silencio, porque
Dios te hablará en este espacio de meditación.
El remedio para la enfermedad es el
Amor.
Te darás cuenta que, de todos los
medicamentos, el amor también crea adicción.
Conviértete en un “adicto al amor” y
estarás cada vez más sano y lleno de vitalidad.
El mundo necesita que estés
saludable, para poder cumplir tu rol de ser un gestor de cambios en este mundo,
que necesita curar su alma.
Si hay algo de lo que podemos estar seguros es que, cuando Dios lo disponga, partiremos de esta vida. Cuando el médico nos da la primer nalgada para que comencemos a respirar, se activa la cuenta regresiva; ese tic-tac que nos indica que vamos yendo hacia el día que debamos parar. Es por eso que la vida es un constante “Pre-parar”, es decir, una invitación a trascender en cada instante vivido, hasta que llegue tu turno de “parar”.
Miedo a la Muerte
Si hay algo de lo que podemos estar seguros es que, cuando Dios lo disponga, partiremos de esta vida. Cuando el médico nos da la primer nalgada para que comencemos a respirar, se activa la cuenta regresiva; ese tic-tac que nos indica que vamos yendo hacia el día que debamos parar. Es por eso que la vida es un constante “Pre-parar”, es decir, una invitación a trascender en cada instante vivido, hasta que llegue tu turno de “parar”.
Miedo a la Muerte
Cierra tus ojos un momento e imagina
que hace una semana que has muerto y que estás en el cementerio visitando
tu propia tumba. Miras tu lápida y lees tu nombre, tus fechas de
nacimiento y de partida de este mundo. A continuación, piensa en cuál es la
frase que escribiría la humanidad acerca de ti, en tu propia lápida.¿Qué dirían
de ti? ¿Que fracasaste en muchas de las áreas de tu vida?; ¿Que la gente
agradece que hayas partido, porque les hiciste la vida amarga?; o ¿Que sienten
profundamente tu partida y que dejaste un espacio vacío en la humanidad, que
nunca nadie podrá llenar?
Escribe en un papel que es lo que
deseas que quede grabado en la piedra, cuando partas de este mundo. Trabaja,
día tras día, para acercarte a este enunciado que declaras.
El miedo a la muerte se
supera, cuando tu meta es proyectarte en la Trascendencia de tu amor sin condiciones, que vivirá en la memoria
y los corazones de quienes hiciste contacto en la vida .
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